_¡Miren esto!
Todos giraron hacia Mhur y vieron como el príncipe caminaba, enseguida se pusieron de rodillas y comenzaron a extenderle los brazos llamándolo. _Ya camina-. Landor estaba tan emocionado que se arrastraba junto a Falco para evitar que se cayera. _¿Cuánto tiempo pasó desde que dejamos el palacio? ¿Tanto ha pasado, que ya camina? Todos se preguntaban lo mismo que Varkal. Habían olvidado cuánto llevaban viajando. Pero en ese momento no les importó, entendieron que les tocaba una nueva fase con su príncipe, que estaba creciendo y que era un niño fuerte. Lo contemplaron con devoción, y notaron que a Mhur se le resbaló una lágrima por su mejilla perdiéndose en el bosque de su barba roja. Realmente lo amaba como a su hijo. El sol estaba en lo más alto cuando los guerreros salieron de la tienda, Anroc y Landor iban al frente, Mhur con el príncipe en medio y cerraban Varkal y Neels. Portaban sus armas, no tenían intenciones de pelear_Landor- Anroc miró a su compañero._Sí, pregunté por qué estrategias de guerra._Bueno, no creo que tengamos que responder a eso, es unaorganización de nuestro campamento y no tenemos porque, mmm…_¿Excusarse?- Landor sonrió._Justificarnos, justificarnos- Debran lo miró serio- entonces, ¿quién es el responsable, el líder que habla por todos?_Nadie, nos presentamos en forma personal, eso debería bastarle para entender que somos independientes unos de otros._Señor Anroc-, Roage tenía ambas manos entrelazadas apoyando su boca en ellas, pero aún así podía notarse su sonrisa- es claro que no son personas comunes, en especial en la manera que nos enfrentaron a su llegada, es notorio que tienen basta experiencia , y hombres así siempre tienen un líder, como en nuestro caso, el campamento tiene un líder y a su vez un consejo forma…_No es necesaria la explicación, de todos modos, ¿Por qué querrían dirigirse solo co
_Combate-. Debran miro hacia un costado con rostro serio-. Saben, no sería mala idea que entrenarán con nuestros hombres, a ellos les vendrá bien practicar con gente nueva, además, parecen tener algo de experiencia.Los hombres aceptaron tras ver su sonrisa maliciosa, era evidente que él creía que no podrían ganarle, y deseaban arruinar esa ilusión. La noche avanzaba apacible, Mhur se retiró temprano a su tienda para hacer dormir a Falco que estaba agotado de tanto jugar, ahora que empezaba a caminar, no se detenía un segundo, el resto de sus compañeros se quedó con Aria, conversando sobre las tierras de las que provenía la maga y las que había visitado, era muy diferente de donde ellos venían. Les contaba que era común encontrarse con trolls, gigantes, y criaturas oscuras como minotauros, centauros, incluso solían aparecer ogros en los poblados, sin embargo el tipo de criaturas que los guerreros enfrentaron en su camino no las había visto nunca. Entre jarros de licor de fr
_Jamás en mi vida vi algo así- Merkler sonreía._Tranquilo anciano, parece que quieres besarlos-. Todos los miembros del consejo rieron ante las palabras de Mirlo- En serio, eso fue asombroso, imaginamos que eran hábiles pero eso…_Señores, queremos disculparnos con ustedes, es claro que con esas habilidades podrían acabar con todos nosotros cuando quisieran si fueran el enemigo, me disculpo por nuestro accionar._Tranquilo señor Debran, ¡es un gusto saber que ya no estamos en conflicto!_Gracias, señor Anroc-. Debran hizo una leve reverencia con su cabeza._Aunque reconozco que nos quedamos con ganas de ver a los demás en acción._¡Jajaja!- la risa de Mhur resonó en el lugar-. Señor Merkler, eso no es necesario, ya vieron al más hábil de nosotros, a nuestro capitán, a estas alturas ya no se puede ocultar nuestra formación- aclaro rápido tras las miradas de sus compañeros-. No obstante, no revelaremos de qué reino venimos.&
Desmontaron y caminaron entre la multitud que los miraban con asombro, algunos los tocaban al pasar hasta que llegaron junto al consejo, el capitán se dirigió a Debran ._Pueden partir junto a su gente, con los guardias, y asentarse en otro lado si lo desean, pero no es necesario que luchen._Entonces, ¿quién lo hará?_Nosotros lo haremos- un murmullo generalizado invadió todo._Señor, sé que son muy hábiles, mucho más que mis hombres, pero allí hay unos cien Orcos._No estamos aquí para debatirlo, le estamos comunicando lo que haremos._Pero esta no es su lucha, ¿por qué lo hacen?_Somos caballeros, no podemos ignorar el mal, no podemos dar la espalda a los necesitados, no podemos abandonar a nadie a una muerte segura._Por favor, cuídalo por mí.Mhur le entregó al príncipe a Aria, y montaron los lobos dirigiéndose hacia las llanuras. La maga nuevamente derramó lágrimas, pero esta vez de alegría, volvió el f
Eran imponentes. Los guerreros estaban admirados por el tamaño de la entrada a las cavernas, parecía hecha por gigantes. Aria se río, después de todo, aún había cosas capaz de sorprenderlos. Antes de adentrarse, basados en las historias que la maga había escuchado del lugar, se decidió que Falco viajara con ella quien permanecería en el medio de la caravana, como siempre Neels en la retaguardia, Anroc y Mhur irían al frente y finalmente, Landor y Varkal a cada lado de Aria quien formaría una bola de luz mágica para alumbrar su camino. Sin más demoras, ingresaron a las cavernas.A pesar de estar en total oscuridad y que los rayos solares no entraran, no había humedad, por el contrario, el aire era tan seco que los hizo toser al principio. Avanzaban más lento de lo que planearon, sus pasos se limitaban al rango de luz que Aria proporcionaba, lo que les preocupaba era de como combatir contra un monstruo en esas condiciones, pero sólo estarían allí unas cuantas horas, por lo que eran
Caminaban sin detenerse cuando una sombra apareció más adelante en el túnel, caminando en sentido contrario. Los guerreros prestaron atención y vieron una especie de araña gigante, tenía dos antenas extremadamente largas que usaba tocando todo delante de ella mientras avanzaba por lo que dedujeron que era ciega y estaba cazando pequeños insectos a su paso. Se levantaron y prepararon para la batalla, pero Aria les aconsejó que no la mataran, sólo debían esquivar sus antenas y si se les dificultaba podían taparse con sus escudos para que los confundiera con una roca o pared del túnel. Cuando la araña estuvo cerca de ellos los guerreros se juntaron elevando los escudos y agachados, pasaron bajo ella, pudieron ver su boca, era ovalada y llena de dientes puntiagudos, los pelos de sus patas se movían independientemente estirándose de arriba abajo, todo su cuerpo estaba diseñado para ser sensible al tacto. Cuando se alejaron, la maga dijo que ese animal mantenía las plagas de las cav
Anroc, Neels y Varkal salieron primero revisando los alrededores, luego los demás, habían andado unos cincuenta metros cuando oyeron un rugido detrás de ellos, un rugido que habían oído antes, todos se dieron vuelta sobre saltados._¡No puede ser!- exclamó Varkal- Es el Bel'zii.Se pusieron en posición defensiva dejando a Aria al centro al cuidado del príncipe, cuando un graznido los hizo levantar la vista, pero ya era tarde, el brujo los había engañado, rugió como oso para distraerlos y se elevó por los aires transformado en ave. La bestia rodó por el suelo convertido en oso, y en sus fauces, lleno de sangre colgaba Mhur, a quien había atrapado por la cabeza, lo sacudió y lanzó a un costado, luego de olfatearlo, se volteo hacia los demás gruñendo. Los guerreros estaban horrorizados, su compañero estaba inerte en el suelo, no se movía, Anroc comenzó a gritar de la furia y se abalanzó sobre el Bel'zii quien, a su vez, lo embistió. El capitán saltó con su espad
El olor a grasa quemada inundaba el santuario. La Reina, con su propia mano, había sacrificado a cincuenta corderos blancos, los mejores de su rebaño. Con gran esfuerzo, los apiló uno por uno sobre un montículo de leña de sándalo y prendió la hoguera. Rezaba. Su cuerpo exhausto, bañado de la sangre de los corderos que caía como lluvia desde su ropa formando un charco a sus pies, temblaba. Sabía que la decisión estaba tomada, nada la cambiaría. Se desplomó de rodillas, la cara contra el piso absorbiendo la sangre por sus poros, entrando en su nariz al respirar, en su boca; sollozaba. Quizás los dioses permitiesen un final feliz.Amanecía.El cielo teñido de naranja, con matices rojizos y rosados brindaba un amanecer admirable. Una suave brisa hacía ondear la roja cabellera de un hombre robusto. Era Gerbas, el Rey de Valle Blanco. Sus ojos estaban fijos en ese sol saliente, que asomaba poco a apoco alumbrando un nuevo día, con una luz que se reflejaba una y otra vez sobre los en