El verano había llegado a su fin y las clases estaban de vueltas, Hazel se encontraba en la universidad junto con Lizet Madeleine emocionadas por el regreso. Habían pasado tres semanas desde que su madre fue ingresada al hospital tras un paro respiratorio, por fortuna ya está mejor y su semblante ha mejorado bastante, eso mantiene a Hazel tranquila y contenta, incluyendo al padre de ella.—Ya pronto será tu cumpleaños, deberías ir pensando que haremos para festejarlo — Lizet comentó emocionada con la idea.—No lo sé, no tengo muchos ánimos, más bien quería ir a donde mis padres y pasarla con ellos.—No dejaremos de celebrarlo, entendemos que no estés de ánimos, pero no caería nada mal, si nos vamos el jueves por unos tragos, serán un par de copas y listo, volvemos a casa y terminamos de festejar allá — insistió Lizet.—Podemos pedir pizza, helados, vino y por supuesto la torta que no puede faltar, no podemos dejar de celebrarlo, Hazel, es tu cumple — Hazel negó resignada, sabía que no
Hazel subió al auto de Zarek, y lo primero que su cuerpo le gritó al verlo fue besarlo con pasión y no dejarlo respirar, lo había extraño como a nadie en su vida, y saber que se quedarían esta noche juntos la mantuvo todo el día impaciente y anheloso de que llegara la hora de tenerlo a su lado. —Yo también te extrañé — declaró en un susurro una vez que Hazel se distanció. —Se me hizo eterno el día. —Te puedo comprender mejor que a nadie, ya comenzaba a salirme canas — fue sarcástico. —Tonto. —Mira, te compré un obsequio — le entregó una caja. —Estás malacostumbrándome, Zarek — abrió y miró el contenido — ¡Es hermoso! — eran unos aretes de oro con algunos diamantes. —Hay muchas cosas qué deseo obsequiarte, espera a tu cumpleaños, te vas a sorprender con tu regalo. —¿Me das un adelanto? —No, es una sorpresa, Hazel. —Vamos, ¿Dejarás que sufra estos días con la intriga? —Sí, eso haré — ella reposó su cabeza sobre el hombro de Zarek mientras él conducía por las calles de Boston.
—¡Feliz cumpleaños, amiga! — gritó Lizet y Madeleine una vez que entraron en la habitación de Hazel, ya era jueves por la mañana y ella aún continuaba durmiendo, hasta ahora que los gritos de su amiga la habían despertado.—¡Perras, son tan escandalosas! — saltaron en la cama para hacerla levantarse.—¡Vamos, arriba amiga, es tu cumpleaños y hay que festejarlo desde ya! — sin más opciones se sentó en la cama con su cabello alborotado y sus ojos aun casi que cerrados por el sueño que continuaba teniendo.—¿Dónde están mis regalos? — preguntó ya más animada.—¡Aquí está el mío! — Madeleine fue la primera en entregar su obsequio.—Voy por el mío — Lizet salió de la habitación y en ese momento el teléfono de Hazel sonó, ella al saber que se trataba de Zarek lo respondió si siquiera mirar.—¡Hola!—Buenos días, mi hermosa cumpleañera, llamo para decirle que estaré en media hora abajo del edificio esperando por usted, hoy tienes el día libre señorita Sallow, hoy usted pasará su día bajo mi
—¿En serio, Hazel? ¿Te acobardaste? ¡¿El tipo te sorprendió con una confesión de amor y tú solo pediste que trajera de vuelta sin siquiera decirle que sentías lo mismo?! ¡¿Qué coños tienes en la cabeza?!—Lizet — Madeleine le hizo señas con su mirada de que se calmara.—¡Es que no me cabe en la puta cabeza porque mierdas ella hizo eso! ¡Le confesó su amor y Hazel huyó! Me va a dar un maldito infarto, y voy a morir por culpa de ella y sus ataques de pánicos — Lizet se lanzó tendida en la cama a mirar el techo — Pobre Zarek, seguro debe estar creyendo en estos momentos que tú no lo amas y que lo arruinó contigo, y todo porque no le dijiste nada y solo corriste — Hazel no dejaba de llorar en silencio, estaba petrificada.—Hazel ¿Qué pasa? ¿Por qué… tan callada nena? — Madeleine intentaba buscar una explicación lógica a la reacción de su amiga.—Y de paso se quedó muda, genial.—Lizet, basta, mírala, está mal, sabe que no hizo bien y eso la está destrozando por dentro — volvió su vista a
Hazel se removió entre los brazos de Zarek justo en el momento que la alarma sonó, Zarek buscó con su mano aquello que emitía el sonido y en cuanto lo cogió lo lanzó estampándolo contra la pared, ella abrió sus ojos y se sentó en la cama de trancazo mirando al suelo el desastre que había quedado del objeto, luego miró al griego continuar durmiendo como si nada fuese sucedido. —¡Anciano, has tirado mi teléfono! — abrió un ojo y luego movió su mano derecha sin interesarle en lo absoluto. —Ahora te mando uno nuevo, sigamos durmiendo. —Tengo que ir a la universidad y tú a trabajar, mueve tu rico trasero al baño. —No, quedemos hoy juntos. —Vamos, Zarek, no puedo faltar a clases — le quitó la cobija y clavó sus dientes en las pompas del griego. —¡¿Qué carajos… Hazel?! — Se volteó escandalizado — ¡Ay, como arde! —Vamos, hay que ir a trabajar y a estudiar — caminó al baño mientras que él seguía luchando para levantarse, apenas habían dormido solo un par de horas nada más “¿Cómo rayos le
La mansión Galani se mantenía en completo silencio, su hija estaba sentada en el comedor junto con él tratando de cenar, era incómoda la tensión que existía, incluso Madison se encontraba con ellos en un intento de ayudar a mantener calmada a Ariana. Zarek ya le había explicado el cómo habían sucedido los hechos, hasta del cómo se conocieron, pero ella estaba renuente a perdonar a su padre, y más a Hazel, aquella que se encontraba en la soledad de esa casa que había rentado muy destrozada por lo que ha sucedido.El escándalo ha sido público, todo sucedió por una foto que le tomaron a Zarek en compañía de ella, sin embargo, el tema de porque razón dieron con él no lo comprendía, siempre se cuidó de la prensa y por eso muy poco asistía a eventos importantes, y procuraba no estar presente en medio de las cámaras, mientras menos supieran de su existencia para él era mejor. Ahora resulta que ya todos sabían quién era, y con quien salía.—Ari, debes comer, cariño — Madison trataba de ayudar
La mañana siguiente ambos vuelven a su rutina diaria, ella a la universidad y él a su trabajo, como ya se lo esperaban, todas las miradas recaían sobre ellos sin ningún tipo de disimulo, y las criticas bajos susurros ni hablar, las más fuertes iban dirigidas para Hazel, pero ella al estar en compañía de sus amigas quienes la animaban, se sentía segura y armada de valor para ignorar los malos comentarios, las chicas pasaban por su lado y le llamaban interesada, otras le decían perra, mala amiga y un montón de insultos, por momentos sentía ganas de llorar, de salir corriendo y ocultarse, hasta que recordaba que nadie iba a poder arruinar su paz mental, ni mucho menos su relación con Galani.Sus redes estaban llenos de memes, criticas pesadas, del un 100% el veinte la animaba a no prestar atención, ese pequeño porcentaje era suficiente para seguir con su cabeza en alto y no permitir que la molesten.Hazel miró hacia la calle un auto lujoso estacionarse, en cuanto la puerta se abrió todos
—Hola, ¿Se puede? — preguntó Madison desde la puerta del despacho de Zarek.—Por supuesto, adelante — entró con una botella de vino y dos copas.—Traje acompañante conmigo, algo me dice que necesitas un trago y alguien con quien hablar — se sentó y sirvió las copas — Ten, no hay nada que una botella de vino no cure.—Gracias, llegaste en un buen momento, estoy estresado y al borde de la locura — bebió un trago.—Lo sé, te he visto cabizbajo y desanimado, tienes incluso ojeras muy notables.—No puedo ni salir de mi casa porque afuera me espera un montón de imbéciles para hacer preguntas que no les competen.—En algún momento dejarán de insistir.—No, mientras Ari siga en guerra con Hazel, hace ya una semana que ocurrió el escándalo y continúan el caos, Calix sigue sin verme, que su única condición de volver es si dejo a Hazel.—La pregunta del millón ¿Qué es lo que harás? He hablado con Ariana y nada, me pidió que ya no insistiera, Zarek no quiero tener que decirlo, pero… ¿No crees que