Nos guían hacia una sala vacía, con una mesa junto al cristal que da a un lago. Hay luces alrededor del lago, dándole un toque romántico. No es la sensación que quiero tener con este Alfa.

Sin preguntarme, el Alfa Mahli pide para los dos. Cuando el camarero se va, desvía su atención hacia mí.

“¿Qué sabes de mí, Lily?”.

“Bueno, en realidad sólo sé lo que me ha contado hoy”. ‘Y que eres un pésimo decorador y posiblemente tengas la polla pequeña’. Pero no lo digo en voz alta.

Se acerca y toma mis manos entre las suyas. “Busco una pareja, alguien que pueda estar a mi lado, ayudándome a gestionar el día a día la casa de la manada. No necesito una Luna fuerte, sólo una que sea competente y que pueda darme un heredero”.

Se lleva mis manos a sus labios, las besa y luego me chupa los nudillos. Tengo que tragarme la bilis que tengo en la garganta.

“Tu padre cree que haríamos buena pareja. Yo cuidaría de ti y a ti no te faltaría de nada. Eres joven y sexy y deberías poder darme muchos here