Soy un hombre que acepta lo que se le ofrece. Así que, deslizo mis manos bajo ella, agarrando una nalga en cada mano antes de zambullirme. Su sabor es delicioso. Mejor que antes y no creía que fuera posible. Su sabor, su olor, los sonidos que hace son todo lo que quiero para el resto de mi vida. Y ahora, lo tendré.

Siento que empuja para liberarse, así que deslizo dos dedos dentro de ella. He estado trabajando para estirarla lentamente durante el último mes, suavemente, así que espero que esta noche no sea demasiado dolorosa. Cuando empiezo a meterle los dedos, mientras mi lengua sigue asaltando su clítoris, ella empieza a cantar mi nombre suavemente. He aprendido que eso es lo que dice. Está a punto de liberarse. Pongo otro dedo, curvándolo mientras lo deslizo hacia fuera y chupo con fuerza su clítoris, llevándola al límite. Grita mi nombre al venirse y su cuerpo aprieta mis dedos.

Continúo suavemente y mis dedos se ralentizan mientras su cuerpo se sacude con las descargas. Cuando t