Capítulo 155
...

A la mañana siguiente, me despierto a mi hora habitual. Estoy sorprendido porque no he dormido mucho. La gatita tiene aguante, eso seguro. Miro su cuerpo desnudo junto al mío. Está cubierta de marcas de garras en varias fases de curación. La huella de mi mano en su culo es más clara que cuando se la di, pero sigue ahí. Mi propio cuerpo está plagado de marcas de mordiscos y garras parcialmente curadas.

Me inclino y beso a Audra en el hombro. Ella gime, medio dormida. "¿Ya otra vez? ¿Todos los alfas son como tú?”.

Me río entre dientes y le golpeo la nalga lo suficientemente fuerte como para dejarle una nueva marca. Sisea por el dolor, pero no se resiste. En todo caso, empuja el culo hacia mí, así que me inclino y hundo los dientes en su carnosa mejilla. Gime por el dolor y puedo oler su excitación.

"Gatita traviesa. Si quieres más, será mejor que nos veamos en la ducha. Tengo una reunión esta mañana". Gime mientras me mira entrar en el baño. Acabo de meterme en el agua caliente c
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