Diez años atrás

Cuando huimos hace tres años, mi padre había tenido razón. Nuestro Alfa envió a los guerreros de la manada a buscarnos. Los tres primeros años habían sido muy difíciles. Tuvimos que bordear otros territorios de la manada, tuvimos múltiples encuentros con salvajes y tuvimos que cazar y matar nuestra propia comida o robar lo que no podíamos permitirnos.

Papá aceptaba trabajos esporádicos aquí y allá para ganar dinero cuando podía, pero nunca podíamos quedarnos en un lugar demasiado tiempo antes de que se diera cuenta de que la manada nos había encontrado y tuviéramos que volver a marcharnos.

Cuando papá no trabaja, me entrena para ser una guerrera. Como Alessia es una Guardiana, pensó que cuanto antes aprendiera a luchar, mejor para mí. Y tenía razón. Mi madre no es una guerrera, así que durante un tiempo mi padre fue el único que nos mantuvo a salvo. Tras varios meses de entrenamiento, empecé a ayudar a mi padre cuando nos atacaban los salvajes. En el último año, me h