La fiesta fue increíble. Cara se lo pasó en grande. Sentí la necesidad de tocarla continuamente durante toda la noche. Ella parecía desear el contacto tanto como yo. Después de que el primer macho no apareado intentara darle un abrazo de cumpleaños y Kai gruñera maliciosamente, nadie más intentó tocarla.

Después de comer, beber y bailar toda la noche, nos despedimos y subimos a mi habitación. La decoré con flores y, cuando llegamos, enciendo algunas velas para dar a la habitación un suave resplandor.

Cuando termino, miro a mi preciosa pareja. Me mira con mucho amor en los ojos. Abro los brazos y ella viene hacia mí, rodeándome la cintura con los brazos. Me mira. "¿Estás listo para reclamarme, Alfa?", me pregunta mi pareja.

"He estado listo durante meses, pequeña guardiana. Esta noche, te haré mía de todas las formas posibles". Beso su mandíbula hasta su cuello, hasta que llego al lugar donde mi marca de pareja pronto estará a la vista de todos. Mientras lamo y chupo el lugar, ella