No sé qué decirle. Ha sido tan paciente conmigo. Tan dispuesto a esperar y a tomarme como pareja elegida. Pero no puede haber nadie más para mí que Rik.

Se gira hacia mí. Me separo de los brazos de Rik, cerrando la distancia entre nosotros. "Lo siento...".

Me interrumpe. "No lo sientas. Siempre fuiste sincera conmigo. Sabía que querías encontrar a tu pareja y ver si funcionaba. Era un riesgo que estaba dispuesto a correr".

Mira a Rik por encima de mi hombro antes de girar a mirarme. "Siempre quisiste encontrar a tu pareja predestinada. Rik es un buen hombre. Será un buen Alfa y una buena pareja para ti. Y si no lo es", vuelve a mirar a Rik, "ya sabes dónde encontrarme".

Me seca las lágrimas que no podía contener. Luego, saca una caja de su bolsillo y me la entrega. "Feliz cumpleaños”.

Desenvuelvo el regalo y abro la caja, con las manos temblorosas. Es un precioso medallón de plata recubierto de enredaderas plateadas entrelazadas y en el centro hay una esmeralda. "Es precioso".

"Á