Capítulo 59 —Reencuentro y confabulaciónNarrador:Manteniendo su boca ligeramente abierta al observar el enorme lobby del edificio Marlowe, Kat no creí que el dueño de todo eso fuese el mismo Gideon que ella conocía, el mismo padre de Elektra, el mismo que se hizo pasar por otra persona para pretenderla.Remojando sus labios, mientras escuchaba a la recepcionista referirse a ella, esta trató de reponerse del asombro lo más rápido posible, y centrando su mirada en la mujer, un poco más tranquila, dijo.—Necesito ver al señor Gideon Marlowe, ¿puede decirle que lo busca Katrina?La mujer ante ella, pareciéndole una broma de pésimo gusto, la observó con cierto desdén de arriba abajo, pensando que era la prostituta de turno quien deseaba ver al jefe, y negando con una media sonrisa, preguntó.—¿Tienes alguna cita? Porque los días en los que se atienden las caridades aún no llega.Burlándose de manera descarada al no verla luciendo ropa de marca, la rubia desvió su atención a otro asunto,
Capítulo 60 — la pequeña cajaNarrador:Elektra estaba inquieta mientras caminaba hacia el despacho de Alaric en el Congreso. Él la había llamado temprano esa mañana, insistiendo en que debían hablar de algo importante. Al llegar, tocó la puerta ligeramente antes de entrar. Alaric estaba sentado detrás de su escritorio, con una expresión más seria de lo habitual.—Cierra la puerta, Elektra —dijo, sin siquiera levantar la mirada.Ella obedeció, sintiendo una tensión en el aire que no le gustaba nada.—¿Qué está pasando, Alaric? —preguntó, mientras se acercaba, tratando de mantener la calma.Él levantó la cabeza, y sin decir una palabra, sacó su teléfono, desbloqueó la pantalla y se lo tendió. Elektra lo tomó con cierta confusión, pero cuando vio lo que estaba en la pantalla, su corazón se detuvo por un segundo. Eran fotos de ella y Dorian, saliendo del cuarto de limpieza aquella noche en la gala.—¿De dónde sacaste esto? —preguntó con la voz ahogada, sin apartar la mirada de las imágen
Capítulo 61 —Las llaves del adiósNarrador:Elektra sabía de la existencia de las fotos, aquellas que Dorian le había mostrado, las mismas que provenían de Vivian y que él había logrado manejar con relativa habilidad. Sin embargo, una cosa era lidiar con Vivian y otra muy diferente era enfrentarse a Alaric, quien claramente no estaba solo en esto; su padre, Orson, también estaba detrás de todo. Ambos eran implacables, y Elektra comprendía que no pararían hasta lograr su objetivo. Contarle a Dorian no era una opción, pues solo lo expondría a un riesgo mayor y el resultado sería catastrófico. No podía permitirlo, aunque eso significara soportar el dolor ella sola. Dorian la miró con incredulidad cuando escuchó sus palabras. No podía procesarlo.—No quiero presionarte, Elektra —comenzó a decir, con un tono más suave, tratando de controlar el miedo que empezaba a crecer en su pecho —Si es por eso, perdóname, mi amor. No es que quiera que te sientas obligada a nada. Solo quería que tuviera
Capítulo 62 —El secuestroNarrador:Katrina estaba ajustando los últimos detalles del vestido de Elektra, asegurándose de que todo estuviera perfecto para la fiesta de compromiso. El ambiente estaba cargado de tensión, pero ninguna de las dos lo mencionaba. Elektra permanecía en silencio, con la mirada fija en el espejo, cuando Katrina de la nada, dijo…—Hace un poco de calor aquí, ¿no crees? —comentó, acercándose a la ventana del salón.Elektra no respondió, su mente estaba demasiado ocupada con el torbellino de emociones que sentía por el inminente compromiso con Alaric. Katrina abrió la ventana que daba al jardín trasero, dejando entrar una suave brisa nocturna.—Voy a traerte algo de beber, te vendrá bien —dijo Katrina, dirigiéndose hacia la puerta.Elektra asintió sin realmente prestar atención. Estaba sola en la habitación, frente al espejo, mientras observaba su reflejo con una mezcla de resignación y melancolía. De pronto, algo captó su atención. En el reflejo del espejo, just
Capítulo 63 —Este viejo…Narrador:Dorian continuó acariciando suavemente la mejilla de Elektra, sus ojos oscuros, fijos en ella. Bajó la voz, manteniendo la misma ternura en el tono.—Lo sé todo, Elektra —dijo con calma —Las fotos… Las que tenía Vivian ahora están en manos de Alaric. Y estoy seguro de que Orson también está detrás de todo esto. Por eso hiciste lo que hiciste, ¿verdad?Elektra abrió los ojos de golpe, su respiración se aceleró descontroladamente. Lo miró con una mezcla de sorpresa y miedo.—¿Cómo lo sabes? —preguntó, sin poder contenerse. Dorian esbozó una sonrisa ligera, casi divertida —¿Katrina? —murmuró Elektra, redondeando los ojos.—Sí, ella —respondió Dorian, con un leve asentimiento —Al contarle la tontería que ibas a hacer, te trató de convencer de que hablaras conmigo antes de todo esto. Cuando no lo consiguió, fue a buscarme… Me lo contó todo. Y junto con ella planeamos lo de hoy.Elektra soltó una risa nerviosa, sacudiendo la cabeza mientras intentaba proce
Capítulo 64 —Un gesto muy íntimoNarrador:Gideon llevó a Katrina a cenar a un restaurante elegante, pero íntimo, el tipo de lugar donde las conversaciones eran discretas y las luces suaves creaban un ambiente acogedor. La cena transcurrió tranquila, con risas y confidencias, aunque ambos sabían que había algo más detrás de esa velada. Cuando Gideon, sin previo aviso, cambió de rumbo y condujo hasta su mansión, Katrina se quedó mirando la imponente estructura desde el coche. Su sorpresa no radicaba en el lujo del lugar, sino en el hecho de que él la hubiera llevado a su hogar, un gesto que implicaba algo mucho más personal de lo que esperaba. Al entrar por las grandes puertas de la mansión, Katrina no pudo evitar sentirse pequeña, no por el tamaño del lugar, sino por el peso del gesto. Al mirarlo, soltó una suave risa nerviosa.—No me sorprende la majestuosidad de tu casa, Gideon —comenzó, girándose hacia él —Lo que me sorprende es que me hayas traído aquí... a tu hogar. Es un gesto
Capítulo 65 —La mentiraNarrador:La fiesta de compromiso de Elektra y Alaric seguía su curso, pero la preocupación comenzaba a hacerse evidente entre algunos invitados. La novia había desaparecido y la tensión flotaba en el aire. Gideon, que hasta ahora había estado hablando con otros invitados, se dio cuenta de que algo no iba bien. Con el ceño fruncido, se abrió paso entre la multitud hasta que divisó a Katrina. Ella estaba en un rincón del salón, aparentemente tranquila, pero Gideon sabía que algo no cuadraba. Con determinación, se acercó a ella y, sin muchos preámbulos, la tomó suavemente del brazo, guiándola hacia un lugar más apartado, lejos de las miradas curiosas.—Katrina —dijo Gideon, con su voz baja pero llena de preocupación —¿Sabes algo de Elektra? Nadie la ha visto y hace un buen rato que tendría que haber aparecido.Katrina parpadeó, intentando mantener la compostura. Sabía que esto podría suceder, pero no esperaba que fuera tan pronto.—No sé dónde está, Gideon —respo
Capítulo 66 —El deportivo azul metalizadoNarrador:A la mañana siguiente, Elektra despertó con el corazón aún acelerado por todo lo que había sucedido en las últimas horas. Observó a Dorian dormir a su lado y sintió una mezcla de emociones que no podía describir. Sabía que tenía que hacer algo, al menos para que su padre dejara de preocuparse. Tomó su teléfono y, con cierta ansiedad, decidió llamarlo.—Papá —dijo en cuanto escuchó la voz de Gideon al otro lado de la línea.—¡Elektra! —exclamó su padre, su voz sonaba aliviada, pero también con un toque de reprimenda —¿Dónde diablos estás? He estado preocupado por ti toda la noche.—Estoy bien, papá. Solo quería que supieras eso, no tienes que preocuparte.Hubo un silencio breve antes de que Gideon respondiera.—Eso no es suficiente, Elektra. Quiero verte. Necesito hablar contigo.Elektra suspiró, sabiendo que esta conversación era inevitable.—Está bien, podemos vernos —respondió con algo de resignación —¿Te parece bien una cafetería