Capítulo 47 —Verdades a mediasNarrador:Gideon caminaba junto a Dorian por el pasillo del hospital, sus pasos resonaban en la calma tensa del lugar. Las luces blancas y el olor a desinfectante parecían intensificar el silencio incómodo entre ellos. Gideon, con el ceño fruncido, miró a Dorian de reojo.—¿Por qué estás aquí, Dorian? —preguntó finalmente, rompiendo el silencio mientras sus pasos se detuvieron frente a una máquina expendedora.Dorian lo miró por un segundo, sintiendo la presión de la pregunta. No podía decirle la verdad, no en ese momento.—Llamé a Elektra —respondió, con voz firme pero controlada —Estaba coordinando con ella el tema de la cena para la gala de beneficencia. Era importante asegurarnos de que todo esté en orden —Gideon asintió, aunque la explicación no parecía satisfacerlo del todo. Sabía que su amigo no se involucraba tan de cerca en la logística de los eventos, pero no dijo nada más. Sus ojos reflejaban cierta inquietud, como si sospechara que había algo
Capítulo 48 —Un pequeño favorDorian:Entré al hospital y la encontré junto a Katrina, que ya estaba mejorando. Elektra no se apartaba de su lado, siempre pendiente, pero al verme, levantó la cabeza con curiosidad. Me acerqué despacio, consciente de que lo que estaba a punto de pedirle no sería fácil de explicar, pero lo necesitaba. Y más aún, la necesitaba a ella para esto.—Elektra, necesito pedirte un favor —dije, mi tono más casual de lo que me sentía por dentro.Ella alzó una ceja, evidentemente sorprendida por mi tono y por la petición que no había esperado. Se apartó un poco de la cama de Katrina y se cruzó de brazos.—¿Un favor? ¿De qué se trata? —preguntó con cierto escepticismo.Respiré hondo, pensando en cómo formularlo sin sonar ridículo.—Un amigo mío se casa —dije, y la vi fruncir el ceño —Y necesita un testigo... Me preguntó si podía conseguirle uno.Elektra se quedó en silencio, sus ojos entrecerrados como si intentara comprender lo que realmente le estaba pidiendo. El
Capítulo 49 —Me sentí culpableDorian:Me acerqué a la cama de Katrina, me senté junto a ella, tomando aire antes de hablar. No quería sonar condescendiente, pero tampoco sabía cómo manejar bien la situación.—Katrina —dije, rompiendo el silencio con una voz más baja de lo que había planeado —Necesito pedirte algo importante. Sé que no debería pedirte esto, pero es esencial —Ella me miró con ojos cansados pero alerta, como si ya supiera lo que estaba a punto de decir —Es sobre Elektra. Quiero pedirte que no le digas a Gideon la verdad sobre de dónde se conocen. Si te pregunta, dile que la conociste en la cafetería, que ella solía frecuentar el lugar y que se hicieron amigas allí. No puede saber la verdad, no ahora.Katrina respiró hondo, su pecho subiendo y bajando mientras sus ojos se oscurecían con la rabia que claramente intentaba contener. No dijo nada de inmediato, lo cual me hizo pensar que iba a rechazarme.—Descuida, Dorian —dijo finalmente, pero su tono era duro —No le diré na
Capítulo 50 —Al fin la cenaDorian:Nos sentamos finalmente, pero la tensión entre nosotros era palpable, más fuerte que nunca. No era solo por la prensa que nos rodeaba, ni por el restaurante de renombre que ella había elegido. Era algo más profundo, algo que habíamos tratado de enterrar, pero que siempre volvía a resurgir cada vez que estábamos cerca. Elektra jugueteaba con el borde de su copa de vino, sus ojos buscaban los míos con una sonrisa casi burlona en sus labios. Sabía lo que estaba haciendo. Siempre lo sabía. Su vestido negro, ceñido perfectamente a su cuerpo, la hacía destacar en la sala como si fuera la única persona en el mundo. Y para mí, en ese momento, lo era. No pude evitarlo. Sentí una punzada en el corazón cuando la vi entrar, tan segura de sí misma, tan consciente del efecto que tenía sobre mí.—¿Estás cómodo? —me preguntó finalmente, con un tono despreocupado, pero sus ojos destilaban provocación mientras levantaba su copa.Tomé un sorbo de mi vino, fingiendo ca
Capítulo 51—¿Y ahora?Dorian:Elektra permaneció inmóvil por un segundo, mirándome fijamente, como si intentara procesar lo que acababa de escucharme decir. Su respiración se aceleraba, y el brillo en sus ojos, ese brillo que tanto había tratado de ignorar, se hizo más intenso.—Dorian... —murmuró, con su voz quebrada, pero antes de que pudiera decir algo más, la tomé con más fuerza, acercándola aún más a mí. La sentía temblar, pero no de miedo, sino de deseo, el mismo que me consumía. No había vuelta atrás ahora.—Dejaré de luchar contra esto que siento —le dije, con mi voz más baja y cargada de la pasión que me quemaba por dentro —Sé tan bien como tú, que esto no va a desaparecer solo porque lo intente.Elektra suspiró, sus manos se aferraron a mi camisa mientras inclinaba la cabeza, dejando que mi aliento rozara su cuello. Cada fibra de mi ser la deseaba, la había deseado desde el primer momento en que la vi en ese club, y ahora no había nada que pudiera detenerme.—¿Y qué hacemos
Capítulo 52 —Fotos y más fotosNarrador:Vivian estaba sentada en su elegante sala de estar, hojeando la prensa del día mientras tomaba un sorbo de su café. Su vida había dado giros inesperados últimamente; su matrimonio con Orson se mantenía por apariencias, y la reciente verdad sobre Alaric y Dorian la había dejado en un estado de confusión. Lo que más la perturbaba, sin embargo, era su amor no correspondido por Dorian, un hombre que había estado demasiado presente en su vida... pero nunca en la forma en que ella realmente deseaba. Mientras pasaba las páginas del periódico, sus ojos se detuvieron en una imagen que la hizo tensarse de inmediato. Ahí estaba Dorian, en la cena de la subasta. Pero no estaba solo. A su lado, Elektra Marlowe, la hija de Gideon, sonreía como si no hubiera otra persona en el mundo que le importara más. Los comentarios de los periodistas no ayudaban a calmar el creciente malestar en el pecho de Vivian; "El diputado Dorian Langdon y la joven Elektra Marlowe,
Capítulo 53 —Cambio de vidaNarrador:Dorian conducía por las calles con la mente nublada, el recuerdo de la conversación con Vivian lo agobiaba. Tenía que contarle a Elektra lo que había sucedido, que Vivian no solo estaba detrás de la extorsión, sino que también lo había amenazado con destruirlo. Ella debía saberlo. Cuando llegó a la casa de Elektra, bajó del coche con paso firme y decidido. Tenía que hablar con ella, ponerla sobre aviso, antes de que las cosas se salieran más de control. Al llamar a la puerta, esperó verla aparecer, pero para su sorpresa, fue Katrina quien abrió.—Dorian —dijo Katrina, sorprendida al verlo allí.—Hola, Katrina. ¿Está Elektra en casa? —preguntó, buscando a su alrededor, esperando que apareciera.—No, salió hace un rato. Me pidió que la esperara aquí —respondió ella, con una pequeña sonrisa forzada —¿Quieres pasar?Dorian asintió, un poco incómodo por la situación. No había ido allí para hablar con Katrina, pero quizás una conversación con ella no es
Capítulo 54 —La verdad y sólo la verdad Narrador:Elektra entró en la casa con paso ligero, pero se detuvo en seco al ver la escena frente a ella. Katrina estaba colgada del cuello de Dorian, dándole un beso en la mejilla. Elektra entrecerró los ojos y, con una mezcla de sorpresa y curiosidad.—¿Qué está pasando aquí?Al escucharla, Katrina y Dorian se separaron bruscamente, con una expresión de temor reflejada en sus rostros. Era evidente que no esperaban ser descubiertos en ese momento. Durante unos segundos, el silencio llenó la habitación, y ambos parecían buscar una explicación. Pero entonces, Elektra rompió el silencio con una carcajada.—¡No sean tontos! —dijo entre risas, relajando el ambiente —¿En serio pensaban que iba a enojarme por eso?Katrina, todavía un poco nerviosa, dejó escapar una pequeña risa y se alejó de Dorian.—No, claro que no, solo... —dijo, tratando de encontrar las palabras —Bueno, lo que pasa es que Dorian... —hizo una pausa y miró a Elektra con una sonri