Capítulo 16 —Conmigo dentroDorian:Los días comenzaron a pasar como una especie de tortura lenta y constante. Cada mañana llegaba a la oficina con la esperanza de que Elektra no apareciera, de que su presencia se desvaneciera de mi vida tan rápido como había irrumpido en ella. Pero no era así. Ella era persistente, y cada vez que el reloj marcaba una nueva hora, mi estómago se tensaba en anticipación de su llegada. La primera vez que apareció después de aquel encuentro en mi despacho, fue solo para dejar un sobre de correspondencia. Nada fuera de lo normal, pensé. Hasta que, al abrir los papeles, una foto se deslizó entre ellos. Una foto de Elektra, tomada en lo que claramente era su camerino del club. Llevaba una lencería negra, y su expresión era provocativa, con los labios entreabiertos y una mirada que dejaba poco a la imaginación. Sentí una mezcla de irritación y algo más oscuro, algo que no quería admitir ni ante mí mismo. Al día siguiente, lo mismo. Otra entrega, otra visita,
Capítulo 17 —Salir a salvo.Elektra:Con mi boca reseca, y las palpitaciones de mi corazón aceleradas tras lo que sucedió en la oficina de Dorian, vi cómo él me había guiado a la puerta de Alaric. Había sido tan ingenua al caer en su trampa, que al ver que mi prometido nos sonrió, apreté mi mandíbula, un poco molesta. El juego apenas iniciaba, y aunque con mi intento de provocación pensaba que tenía a ese hombre en mis manos, estaba lejos de eso. Dorian Langdon no era ningún pendejo, por lo que si quería tenerlo a mis pies, tendría que esforzarme mucho más para lograrlo. Colocándonos cómodos en el lugar, vi cómo le mentía de manera descarada a su ahijado, y solo saliendo de allí con la excusa de algunos pendientes, me dejó atrapada.—Pensé que nunca vendrías a visitarme. ¿Cómo te trata tu jefe?Tirando de mí, Alaric intentó sentarme en su regazo, y negando con una sonrisa cargada de ansiedad, quería escapar de allí a cualquier costo.—Muy bien, pasé solo unos segundos, tengo un par de
Capítulo 18 —La promesaDorian:Pasaron varios días desde que Elektra comenzó a actuar de forma distante, y lo noté de inmediato. Ya no aparecía en mi oficina varias veces al día con esas notas provocadoras, fotos insinuantes, o los sobres marcados con sus labios rojos. En cambio, entraba solo una vez, dejaba el correo sin apenas mirarme, y se marchaba sin decir nada. Esa indiferencia me carcomía por dentro, me inquietaba de una manera que no quería admitir. Un día, al verla entrar y salir de nuevo sin más, supe que había tenido suficiente.—¿Qué sucede? —le pregunté de golpe, deteniéndola antes de que cruzara la puerta. Elektra se giró despacio, sus ojos estaban cansados, y había una sombra en su expresión que no había visto antes. —¿Es por lo que sucedió el otro día? —pregunté con un poco de recelo, no quería admitirlo, pero tal vez me había sobrepasado un poco.—¿A qué te refieres? —Su pregunta me tomó por sorpresa.—¿Cómo a qué me refiero? —dije ya un poco irritado, pues estaba se
Capítulo 19 —Apuesta peligrosa.Dorian:Esa misma noche, después del almuerzo con Elektra, decidí ir al club. No podía quedarme de brazos cruzados después de lo que ella me había contado. Al llegar, el ambiente era el mismo de siempre: luces tenues, música alta y una multitud sumergida en su propio mundo. Me dirigí directamente a la barra, donde vi a Mario, que, como siempre, se veía cómodo en su entorno.—Quiero un privado con Natasha, ahora —le dije con firmeza.Mario me lanzó una mirada rápida, quizás sospechando algo, pero su expresión no cambió.—Claro, Diputado, lo que usted mande, solo dame un segundo —respondió, con esa sonrisa falsa que ya conocía demasiado bien.Lo observé mientras se alejaba hacia la parte trasera del club. Sabía que iba a buscar a Elektra, o "Natasha", como la llamaban ahí, pero ella no tenía idea de quién la esperaba en la habitación VIP. Ese era el plan. Pasaron unos minutos antes de que la viera aparecer al fondo del pasillo. Mario la empujaba suavement
Capítulo 20 — ¿Libre?Elektra:Sintiendo las palpitaciones de mi corazón aceleradas, hasta el punto que sentí que estallaría, empecé a caminar de un lado al otro en la habitación en donde solíamos dar los privados, y deteniendo mi andar de pronto, tragué el nudo en mi garganta antes de seguir. Dorian hacía unos minutos había salido de allí, dispuesto a hablar con Mario sobre lo que estaba sucediendo con Katrina, y conmigo; y abriéndose de pronto la puerta, lo vi entrar, regresando junto a él mi alma.—¡Estás bien! —Musité caminando hasta él, antes de aferrarme a su cuerpo, y esconder mi rostro en su pecho, e inhalando su embriagador aroma, me negué a dejarlo ir.—Todo se va a resolver, Elektra. Confía en mí —Separándome de su cuerpo por un instante, me tomó de los hombros para musitar, y conectando nuestras miradas, me hizo sentir que la peor parte había pasado —Ahora, tenemos que salir de aquí.Tomando mi mano, tiró de ella con delicadeza para guiarme a la puerta, y deteniendo mi and
Capítulo 21 — Solo un respiroNarrador:El apartamento de Dorian era impresionante, con una vista panorámica de la ciudad que se extendía por el horizonte, y cada rincón estaba decorado con un lujo sobrio pero innegable. Katrina no podía evitar sentirse deslumbrada mientras recorría el lugar con la mirada. Las amplias ventanas dejaban entrar la luz de la luna, iluminando sutilmente el interior y realzando la elegancia de los muebles. Los ojos de Katrina brillaban con asombro mientras se movía en el dormitorio, con sus dedos rozando la superficie pulida de una mesa de café.—No puedo creer que estemos aquí —murmuró, casi sin aliento —Es como un sueño. Este lugar… es increíble. ¿Realmente hizo esto por nosotras?Elektra, quien estaba de pie junto a una ventana, observando la ciudad con una expresión reflexiva, se giró para mirar a Katrina. A pesar de la seguridad que el lugar ofrecía, Elektra sabía que no podían permitirse el lujo de relajarse por completo.—Sí, lo hizo —le respondió, s
Capítulo 22 —el primer día del resto de la vidaNarrador:Elektra se levantó de la cama con movimientos suaves, asegurándose de no despertar a Dorian, que aún dormía profundamente. La luz suave de la mañana se filtraba por las cortinas, y ella se tomó un momento para observar su rostro relajado, casi en paz, una imagen que contrastaba con la intensidad de la noche anterior. Sonrió para sí misma, recordando los momentos que compartieron, pero no dejó que la melancolía la detuviera. Había cosas por hacer. Caminó descalza hasta la puerta y salió del dormitorio en silencio, cruzando el pasillo hacia la habitación donde Katrina dormía. Al entrar, encontró a su amiga sentada en la cama, con los ojos aún medio cerrados, pero atenta a su llegada.—¿Cómo fue tu noche con el diputado? —preguntó Katrina, con una mezcla de curiosidad y picardía en la voz. Había un brillo en sus ojos que reflejaba lo que la pregunta realmente significaba.Elektra no respondió de inmediato, sólo sonrió de manera en
Capítulo 23 —Un lugar seguroNarrador:Después del desayuno, Dorian se retiró a su despacho, cerrando la puerta suavemente tras de sí. Sabía que necesitaba actuar rápido para garantizar la seguridad y comodidad de Elektra y Katrina. Se sentó en su escritorio, mientras que en su mente ya trabajaba en posibles soluciones. Tomó su teléfono y marcó el número de un viejo amigo, un agente inmobiliario de confianza que había trabajado con él en otras ocasiones. La llamada fue respondida al tercer tono.—¿Carlos? Soy Dorian —Necesito tu ayuda, es algo urgente —Dorian fue directo al grano, su tono grave —Necesito encontrar un apartamento o una casa pequeña, algo discreto y cómodo. No para mí, sino para dos personas que deben salir de una situación complicada.Carlos no hizo preguntas, confiaba en Dorian lo suficiente como para saber que cuando pedía algo, era porque realmente lo necesitaba.—Entendido. ¿Tienes alguna zona en mente?—Preferiría que estuviera en un lugar tranquilo, lejos del cen