Después de un par de días, los sentimientos de Brooke ni siquiera se habían podido organizar, continuaba con su cabeza a mil aunque ella estaba dando todo de sí misma para intentar calmarse. Le resultaba ilógico la manera en que las cosas podían cambiar de un momento a otro, pero ella más que nadie sabía que era ilógico, no imposible y así tenía que enfrentar la situación en la que estaba ahora.Pasó dos días enteros llorando cuando nadie la veía. Massimo pasó todo el tiempo que podía junto a ella, brindándole su apoyo aun cuando a Sol no le gustó mucho la idea, se sentía desplazada y, a pesar de que Brooke era su mejor amiga, ella estaba enamorada de Massimo y no había nada que pudiera hacer que cambiara eso, así que, por el bien de todos, decidió tomar distancia de él.El propio Massimo quedó en shock cuando Sol le contó sus deseos pero la comprendió. Él le había prometido a Ignacio que cuidaría de su hija y que estaría a su lado, que se enfocaría en ella y en sus hijos, en su famili
Todas las miradas se giraron hacia Camila, la pequeña Hope con extrañeza, Brooke con evidente odio y Esteban con clara preocupación mientras se preguntaba qué hacía ella en su casa ya que no debía llegar del trabajo hasta bien entrada la tarde, por eso había escogido ese día para decirle a Brooke que fuera.—Yo la invité —dijo él sin más.Las chispas saltaban entre las miradas de las dos mujeres quienes se estaban desafiando la una a la otra. Brooke no había pensado en la posibilidad de encontrársela ahí, solo se había mantenido enfocada en su hija. Sus ojos se clavaron en la barriga de Camila que ya comenzaba a notarse y sintió el dolor en el estómago, ese dolor que ella conocía muy bien, el del rechazo, esa era la razón por la que Esteban había terminado con ella por segunda vez y, mientras él no se interesó cuando ella estaba embarazada, por el hijo que estaba esperando Camila, lo había dejado todo a un lado.—No me dijiste nada, amor, habría preparado una merienda —le respond
La noticia del embarazo de Brooke emociona a los dos pequeños de la casa. Mery y Max se sentían felices con la idea de tener un nuevo integrante en la familia. —Tendremos un hermanito —dijo la niña dando saltos de alegría.—Será una niña —refutó Max, cruzándose de brazos. —No discutan —intervino Brooke— los amo a los tres por igual, bueno a los cuatro, el bebé que está por nacer sea niña o niño crecerá a su lado.Massimo, en tanto no paraba de pensar en todo lo que estaba ocurriendo. Era cierto que él había estado con Brooke en días pasados, pero su instinto y sus cuentas no encajaban con la idea de que aquel hijo fuese suyo. No tenía que ser un genio para darse cuenta que las palabras de Sonia eran ciertas, que Brooke y Esteban habían regresado. Su futuro con ella fue apenas una jugada más del destino, de no haber aparecido Camila con la noticia de su embarazo, seguramente Brooke seguiría mintiéndole y entregándose al padre de Hope. Siempre tuvo dudas de que ella se hubiese o
Sol tocó suavemente con sus nudillos en la puerta de Massimo mientras continuaba debatiéndose para sus adentros qué era lo correcto. Estaba en una posición sumamente delicada, se encontraba justo en el medio de su mejor amiga y del hombre al que amaba ¿Qué se supone que debía hacer, ser egoísta y contarle la verdad a Massimo o ser una mentirosa y guardarle el secreto a Brooke?—Adelante —la voz de Massimo la sacó abruptamente de sus pensamientos y tuvo que entrar en su oficina son tener claro qué posición tomaría.Los ojos del hombre resplandecieron cuando vieron a Sol aparecer frente a él, fue sentirla cerca y, automáticamente, entró en calma. Su cabeza lo había estado atormentando desde que supo que Brooke estaba embarazada, por eso había llamado a Sol, era la única en la que podía confiar. Al parecer tanto él como su mujer le tenían alta estima a Sol.—¿Ha pasado algo? —le preguntó la chica al ver que este no decía ni una sola palabra.—No, bueno… sí, tengo algo que contarte, p
Esteban se sentía un poco perturbado por lo que había ocurrido con Brooke en su última visita. Pensaba que tal vez había sido injusto con ella, ¿pero qué debía hacer? No tenía más opciones que defender a la madre de su futuro bebé. No quería repetir la misma historia de años atrás, cuando la dejó a ella misma de lado por confiar en las palabras de su madre. Justo esa mañana, mientras desayunaba con Camila y la pequeña Hope, recibió la visita de su madre. La relación entre ellos últimamente no era la mejor. Poco a poco, Esteban lograba divisar algunos comportamientos y actitudes de su madre que antes no vio. Era déspota e inclusive actuaba de manera errada.Pero suele ocurrir, que cuando amamos a alguien, normalmente no vemos sus defectos y sí, sus virtudes. Quisiera o no, Esteban vivió en un espejismo la mayor parte de su vida y eso que aún no tenía la menor idea de quien era realmente Sonia, apenas veía destellos de maldad en ella cuando realmente era un monstruo. —Buenos días, quer
Ante la actitud de su hijo, Sonia tuvo que llenarse de valentía, no quedaría frente a su propio hijo como una mujer perversa. Haciendo gala de sus dotes histriónicos, rompió en llanto.—Estás siendo injusto conmigo, Esteban, muy injusto. Tu padre no era lo que siempre pensaste, un hombre que aparentaba ser correcto y bueno. No sabes cuantas veces sufrí por sus maltratos y su odio. —Esteban achica los ojos.—¿Qué dices? ¿Quieres que te crea que mi padre te golpeaba? —Así es, Esteban. ¡Te lo juro! —No, eso no es cierto, lo haces sólo para justificarte, Sonia. Nunca vi que mi padre te hiciera daño.—Si quieres que te diga la verdad, debes escuchar mi versión de los hechos —dijo en tono de súplica.Esteban no tenía más opciones que darle a su madre el beneficio de la duda, en el fondo de su corazón deseaba creer que ella era inocente. ¿Quién podía culparlo por amar a su madre? Sonia comenzó a relatarte aquella historia ficticia de su pasado, en la que Steve se aprovechó de ella
Al igual que Esteban, Brooke estaba viviendo el peor momento de su vida, había sido nuevamente traicionada por un hombre. Luego de salir de aquella oficina, regresó a la mansión junto con los gemelos. Ellos no tenían la culpa de lo que Massimo le había hecho. Se sentía muy triste y decepcionada, pero verlos sonreír la ayudaba a superar aquel nuevo obstáculo. Por su parte, Massimo trataba de explicarle lo ocurrido, de pedirle que lo perdonará, mas ella no quería saber de él, no deseaba escucharlo, realmente deseaba desaparecerse como por arte de magia y no volver a ver a ninguno de los dos. Fue entonces, cuando decidió salir a dar una vuelta en su auto. Ahora que Nacho ya no trabajaba para ella, debía ser independiente y valerse por sí sola, como siempre.No podía negar que deseaba ver a su padre, recibir su abrazo, llorar en su hombro. Realmente lo necesitaba. Condujo por varios minutos sin rumbo fijo, hasta que detuvo el auto para tomar un café, con su segundo embarazo había est
Los días y meses transcurren rápidamente, Brooke podía ver a su hija sin tener que estar vigilada por Esteban o por Camila. Disfrutaba de su pequeña, jugaban y reían comiendo algún helado o visitando algún zoológico o algún parque infantil. A pesar de los tropiezos todo comenzaba a fluir en su vida. En tanto, esa misma tarde cuando regresó a la mansión para llevar a la niña con su padre, se encontró con una difícil situación, Camila estaba en labor de parto. Esteban le pidió a Brooke quedarse con la niña esa noche. Aquella era la oportunidad perfecta para estar con su hija como soñó, perp por otro lado, saber que Esteban sería padre de aquel niño, lo provocó una inmensa melancolía. Él se veía preocupado por su mujer y su futuro hijo. Aún así subió con la pequeña hasta su habitación y la ayudó a recoger la ropa que llevaría para la mansión. Antes de poner el auto en marcha le envió uun mensaje Massimo informándole que llevaría a su hija a su casa.Brooke “Iré con Hope a casa”Ma