Las manos de Irina se tornaron sudorosas, su respiración iba a toda velocidad, sabía muy bien sobre los alcances que tenía Dmitriy y por supuesto que por nada del mundo iba a permitir que ella pudiera escapar, pero aún así prefería morir en el intento y no pasar el resto de su vida al lado de un desgraciado que no hacía más que torturarla y hacerle pasar los peores momentos. Morir en brazos de su hermano era aceptable, aprovechó el descuido por parte de Dmitriy mientras que saludaba a los hombres que se encontraban allí; dio inicio a emprender su huida, lo que no se esperó fue que Dmitriy a través del rabillo del ojo la observaba minuciosamente. De manera astuta Dmitriy se lanzó sobre ella, la tomó con fuerza del brazo, recostó su frente contra la suya impidiendo que se fuera de su lado.—¿A dónde intentas ir? —reclamó entre gruñidos—. Acaso no te das cuenta que no tiene salida, que a donde quiera que pretendas ir estaré dispuesto a retenerte, tu destino es estar a mi lado hasta que
En el interior de aquel lugar una guerra estaba a punto de desatarse; Andrei estaba siendo burlado en su propio rostro, las acciones por parte de Dmitriy fueron todas con malas intenciones.Claramente buscaba echarle más leña al fuego y hacer que todo fuera aún más intenso de lo que ya lo era.Irina luego de que Dmitriy retirara sus labios de los suyos lo observó con desprecio, resoplaba del coraje, para ella aquel acto fue el peor atrevimiento que pudo haber recibido de su parte.Mientras que Dmitriy con el cuerpo erguido conectó su mirada de manera fija y directa con la de Andrei, desafiante alardeaba de su grandeza dejando claro que ella le pertenecía.—Las cosas se han salido de control, quise hacer más intentando tener el control sobre Andrei y su familia, pero lo que haces es buscar problemas, estás mal Dmitriy, lo mejor es que te marches déjame termino con esta reunión y luego hablaremos, no me conviene que tú quieras entrar en guerra con personas poderosas como lo es Andrei —S
Los días fueron transcurriendo de manera lenta, Irina tan solo salía de su cuarto para cambiar de ambiente, e ir a la biblioteca por unos cuantos libros; a la distancia lograba observar que los hombres que trabajaban para Dmitriy se movían como hormigas en un lugar a otro, durante aquellos días no había tenido contacto directo con su captor.La mucama era quien se encargaba de hacerle llegar la comida y todo lo que ella pidiera hasta su habitación, claro está lo que estaba dentro de lo permitido por Dmitriy.Eran días lluviosos, y ella se encontraba tomando una taza de bebida caliente mientras observaba a través del cristal de la ventana, aunque ella estuviera allí su pensamiento estaba vagando en los recuerdos de su infancia que vivió junto con su madre, la extrañaba como nunca antes.Aunque vivían en casas diferentes, Irina cada vez que deseaba verla sabía que tan solo bastaba con una visita y allí estaría frente a ella, frente a una mujer buena, flexible y de buen corazón que hacía
Irina despertó sintiéndose recuperada, con ayuda de la mucama lavó su cuerpo y se vistió, en aquel amanecer tenía un nuevo propósito, uno en donde desafiaba y se contradecía debido a lo que había sucedido en el pasado. —No quiero que me traigas el desayuno, iré a comer en la mesa donde lo suele hacer Dmitriy —la mucama abrió los ojos de golpe, aquellas palabras fueron difíciles de comprender para la mujer que había escuchado la manera en la que ella se expresaba sobre Dmitriy en su ausencia.—Sí señora, así lo haré, hablaré con el personal de la cocina para que preparen la mesa para usted —la mucama se retiró y ella se acercó al espejo. «Ya veremos hasta dónde puede llegar una mujer insípida que no inspira ni confianza».Irina se sentía dolida por la manera en la que se había expresado Dmitriy sobre ella, nunca se había considerado bella o atractiva para los hombres, quizá porque la mayor parte de su tiempo se había preocupado en cumplir con sus labores y espacio para el amor era ti
Ante la presión por parte de Dmitriy las lágrimas rodaron por las mejillas de Irina, lo odiaba y no lo podía negar, deseaba que sufriera, pero no tenía el valor suficiente para acabar con su vida.Irina negó moviendo la cabeza, Dmitriy dio un par de pasos adelante quedando demasiado cerca a ella, con la mandíbula tensa y el ceño fruncido castigaba el atrevimiento de aquella mujer.—No puedo hacerlo, no puedo ser como tú, mereces ser castigado, pero jamás podría acabar con la vida de alguien —habló ella con la voz temblorosa.—Entonces si no eres capaz de hacerlo te aconsejo que no lo vuelvas a intentar, podrás salir herida, y si hubieras logrado acabar con mi vida, mis hombres hubiesen seguido mis órdenes y tus últimos segundos de vida serían una completa tortura.Irina soltó la empuñadura de la pistola, Dmitriy colocó el seguro y nuevamente la colocó en su cintura.—Si juegas con fuego puedes terminar quemada, y te aseguro que conmigo nadie juega y el que lo ha intentado en estos mom
Dmitriy se encontraba en el auto, impaciente ante la demora de Irina, la puerta se abrió y ella subió, el perfume hizo que él abriera sus ojos y levantara la mirada. El aroma se impregnó en sus fosas nasales de forma inesperada.—Ya que me has arrebatado de todas mis pertenencias por lo menos podrías tener la amabilidad de facilitarme un poco de dinero, así poder comprar ropa que se encuentre a gusto con tus expectativas y al mismo tiempo que me haga sentir cómoda, adicional que no llame la atención de los pervertidos que tienes como colegas —Dmitriy levantó las cejas. —No vamos de paseo, pero si el tiempo nos alcanza haremos una pequeña parada, aunque dudo mucho que no tardemos en aquella tienda ya que tus gustos deben ser tan simples y básicos como el maquillaje que hay en tu rostro —Una leve sonrisa se marcó debajo de aquella mirada que inspiraba temor.—Disfruta del momento ahora que puedes, así como mi padre un día te borró la sonrisa de igual manera lo haré yo —aquellas palabra
Luego de rodar varios metros Irina se encontraba consciente, Dmitriy con su cuerpo había logrado absorber todos los golpes mientras rodaban.Irina con las pocas fuerzas que le quedaban abrió la puerta y salió con unos cuantos raspones, había poca luz la noche estaba cayendo, a llevar la mirada hacia la parte de adelante la escena fue aterradora, el conductor había perdido la vida de una manera espantosa, con temor rodeó el auto y se acercó a la puerta dónde venía Dmitriy.Con todas sus fuerzas intentaba abrir la puerta, y cuando estaba a punto de rendirse logró conseguir abrirla, el cuerpo de Dmitriy cayó sobre ella, se encontraba ensangrentado debido a los golpes, al instante entró en pánico, no sabía por donde empezar o que hacer para salvar su vida. Movió su brazo para ayudarle a salir y él se quejó con fuerza, sintió gran alivio al saber que estaba con vida.Estiró el brazo y de la parte de adelante tomó una botella con agua e hizo que tomara unos cuantos sorbos, dobló su cintura
Dos días más tardé.Luego de que Dmitriy fue ingresado a la sala de cirugía Irina tuvo un conflicto consigo misma, contempló en repetidas ocasiones salir huyendo y ponerse a salvo en las manos de su padre y su hermano, pero lo que no sabía era si podía soportar vivir pensando que pudo vengar la muerte de su madre y de manera cobarde terminó huyendo. Dmitriy lentamente fue abriendo los ojos, lo primero que vio justo al lado de su cama fue a aquella mujer de cabello color rojo ondulado, aquellos ojos azul claros que lo observaban fijamente, aquel gesto hizo que sus labios se arquearan dibujando una leve sonrisa. —Creí que no ibas a despertar —comentó Irina y luego se acercó. —Creí que lo primero que ibas a hacer era escapar tan lejos como se te fuera posible para nunca más volver a caer en mis manos —Irina se encogió de hombros y apretó sus labios haciendo un gesto de no tener idea. »Ivan debe estar como un loco buscándome, lo mejor es que me ponga en contacto con él y así estaremo