Ethan mantuvo fija la vista en el techo de la habitación de Kate mientras ella dormía acurrucada en su pecho desnudo, como hacia mucho tiempo no hacía, como hace mucho tiempo extrañaba. La verdad sea dicha, estaba agotado, absurdamente exhausto después de horas y horas de comprobar que no había perdido su capacidad de hacer gritar a su mujer. Aun así, no podía dormir, no con el pensamiento recurrente de que realmente ella ya no era su mujer, no de verdad, a pesar de todo lo que se dijeron en medio de la pasión.Ella le había dicho muchas cosas, y él en esos momentos de verdad llegó a creerle. Ahora que estaba menos… menos desesperado por tenerla entre sus brazos, se daba cuenta de que ambos se habían dicho mentiras, mentiras demasiado descaradas. Y no solo ella había mentido, él también había mentido de forma totalmente despreciable, había mentido con todas las letras. Por ejemplo, estaba esa mentira que él le había dicho de que la perdonaba por sus errores, y ella le había dicho
A las seis de la mañana en punto, Ethan Di Castro llegó a la oficina de su nueva editorial principal, que en realidad era la vieja principal, la primera, la que inició todo. Le traía tanto buenos como malos recuerdos estar aquí otra vez, pero luego de un par de semanas ya se había acostumbrado, y era bueno tener a viejos colegas trabajando con él.Estuvo trabajando hasta que a poco de las siete de la mañana Marie, Matsumoto y Serena invadieron su oficina.—¿Por qué evitaste el desayuno? ¡Te prepare tus cosas favoritas por tu cumpleaños! —gimoteó Marie con su típica preocupación molesta de hermana. —¿Dónde está Iris, por cierto?— inquirió Rachel sospechosamente.—¿Dónde estabas anoche? —Esa pregunta fue de Serena, que le sonrió con una mirada picara, casi como si supiera exactamente lo que hizo la noche anterior.Él conoció a Serena al mudarse a Greenbell, era su empleada y se hicieron amigos más que nada por la amistad de sus hijos con su hija, pero aun así Serena ya lo conocía muy b
Cuando Kate llegó a la cocina, James estaba muy concentrado haciéndose un Omelette muy elaborado, por lo que ella empezó a hacer la chocolatada para sus hijos sin hablar, hasta que repentinamente él dijo algo que la sorprendió.—Kate… ¿Iris es hija de Ethan Di Castro? —Esa pregunta salida tan de la nada casi la hace derramar toda la leche en el piso.Por un momento no supo ni qué responderle de tan asombrada que estaba. —¿Cómo demonios conoces a Ethan? —Lo miró con el rostro desencajado por la sorpresa.—Lo he visto salir en la televisión, revistas y eso… Muchas veces lo postulan entre las caras más bellas del país. También mi novia lee solo lo que publica su editorial, dice que es la mejor —comentó con rostro pensativo—. Ha aparecido algunas veces con su hija, la prensa una vez hizo una broma de que como Ethan Di Castro está casado con su trabajo Iris es hija de su papeleo. —Rio nerviosamente y Kate no pudo evitar una pequeña sonrisa. —De hecho, la primera vez que lo vi en televi
Kate marcó el número de Mirian y le avisó que llegaría dos horas tarde porque no se sentía muy bien. Ella le dijo que no había problema y que podía tomarse el día libre sí quería, pero Kate claro que le dijo que con dos horas bastaría, no quería faltar al trabajo a menos que fuera absolutamente necesario. Calculaba que con dos horas descansando ya sería capaz de caminar normalmente.En media hora, para su sorpresa, Ethan se apareció tocando la puerta y ella le gritó que pasara, por lo que se adentró en la casa hasta llegar a la sala y le indicó que se sentará en el sillón frente al sofá donde estaba sentada.—¿Finalmente vas a decirme qué quieres? —preguntó mientras se sentaba en el sillón dejando su maletín a un lado del mismo—. Tengo que volver al trabajo pronto. —La mujer se paró con dificultad del sofá y se encaminó hacia el hombre lentamente, ya sin querer esforzarse para mejorar y volver al trabajo cuanto antes. —¿Estás bien? —Él notó lo extraño de su caminar—. Pereciera que… —
—Te lo digo, Kim, ese tipo era el novio de mi mamá. ¿Por qué otra razón viviría en su casa? —refunfuñó Iris en medio de la hora del almuerzo mientras esperaban que Erick se apareciera. —Él la abrazó y todo, y ellos compartieron el desayuno y él la llamaba "Katie" —imitó con voz chillona, aunque la voz del hombre no era chillona, pero igual era tan agradable que la molestaba—. Él era muy amable y Kitt parecía quererlo… ¡aun así no me agrada! —Frunció el ceño.—Pero hay algo que no entiendo… —murmuró Kim pensativa—. Dijiste que tu mamá estaba cojeando cuando la viste esta mañana ¿verdad?—Sí… No lo noté al principio, pero la verdad tenía mucha dificultad para caminar —murmuró pensativa–. Pobrecita, esperó que ya está bien. No sé qué tendrá para estar así de…— fue interrumpida por las repentinas risas de su mejor amiga, que se tapaba la boca con expresión burlona. —¿Qué es tan gracioso, Kim? ¡Mi mamá se sentía muy mal, no es motivo para reírse! —La miró con disgusto por encontrar dive
—¿Entonces tienes un papá y una hermana? —susurró Kelly con los ojos muy abiertos una vez Kitt finalizó con su historia sobre los acontecimientos del día anterior, acontecimientos que todavía lo hacían gruñir de rabia.—Por desgracia. —Asintió secamente, sin muchos ánimos de hablar más sobre el tema. Ese día su madre se quedó haciendo horas extras en clínica, así que se quedaría con Kelly y el señor Quincy hasta que su tía Mirian volviera con su madre y ella lo llevara a casa donde probablemente cenarían lo que su tío James les tuviera preparado y luego irían a dormir.O al menos eso esperaba, porque si volvían a aparecerse Iris y la cosa esa que se hacía llamar su padre a arruinar su día, Kitt iba a tener un maldito ataque de nervios y esta vez su madre no le impediría echarlos. A los dos. —Siempre supe que había algo raro en Iris, también note que se parecía mucho a ti, sobre todo por los ojos, aunque jamás podría haber imaginado que era tu hermana mayor —murmuró asombrada–. Y es
Una vez acabó su indeseada cena de celebración por su cumpleaños, Ethan escapó de los intentos de su tía Rachel y de Serena de querer emborracharlo y se encerró en su despacho. Una vez dentro notó el álbum que su ex esposa le había dado y no pudo resistir la tentación de caminar hacia su escritorio, sentarse y tomarlo.Había querido esperar a verlo con su hija, pero no estaba seguro del impacto emocional que esto tendría en él así que no le haría mal echarle un vistazo, aunque sea a las primeras páginas, solo para prepararse emocionalmente a la hora de verlo con Iris.Abrió el álbum y sus ojos volvieron a encontrarse con las imágenes de él y Kate en su luna de miel. Eran muy pocas, pero aun así lo golpearon con fuerza, inundándolo de nostalgia, anhelo y una pizca de tristeza. En una de las imágenes ellos estaban totalmente despeinados y con ojeras pues acababan de despertar de una larga noche de no parar de hacer el amor y ella estaba tan feliz que tomó la cámara, lo arrastró al bal
Ethan no podía dejar de pensar en la posibilidad. ¿Kate de verdad podría haber quedado embarazada de la noche de pasión que tuvieron por puro impulso, por simple descontrol y añoranza al pasado?Ella ya no era tan joven, pero tampoco era tan mayor. Tenía treinta y cuatro, algunas personas decidían tener hijos a esa edad. Y ella siempre fue especialmente… fértil… Salió embarazada de la única vez que de idiota irresponsable olvidó usar protección cuando tenían diecisiete, y también de la única vez en meses que tuvieron relaciones poco antes de divorciarse, lo cual él estúpidamente creyó poco probable. Sí no estaba usando ningún tipo de anticonceptivo como la píldora o algo por el estilo, entonces la probabilidad era alta.Tragó saliva y miró a su celular. Ella lo llamó esa mañana, así que tenía su número guardado en el móvil. Era tarde en la noche, aunque no tan tarde, sí la llamaba seguramente atendería. Pero ¿debía hacerlo?Sí no lo hacía probablemente la intriga no lo dejaría dormir