HOLA, DEJAME TUS COMENTARIOS O RESEÑAS GRACIAS POR LEER REGÀLAME TU LIKE EN EL CAPÌTULO ♥
Lugh tocó su rostro, sintió rabia, pero al instante supo qué se había pasado con sus palabras. «No debí decir eso, la he ofendido en serio», pensó. —¡Mis hijos no son unos bastardos! Me incriminas a mí, pero ¿no hiciste tú lo mismo? Podría decir lo mismo de tu hija, la diferencia es que no soy tan mala sangre como tú para hablar mal de un niño inocente. —Marbella… —No quiero hablar contigo, Lugh, cuando haya limpiado mi nombre, te lo restregaré en la cara, lo único que si te voy a pedir, es que no me pidas perdón, ahórratelo, porque nunca te perdonaré. Marbella se soltó de su agarre, subió al auto, se fue de ahí. Lugh no lo soportó, tan rápido ella se fue, él subió a su auto, la siguió muy de cerca, hasta que la vio entrar a una mansión, muy cerca de la suya. Él se quedó afuera, a unas cuantas calles. «Ahora es casi nuestra vecina, Marbella, ¿por qué volviste? Has venido a enloquecer mi vida, otra vez», pensó Lugh tomó su móvil, pidió a su secretaria que le pasara el número de
Marbella se puso muy nerviosa al ver a Lugh. Cuando las niñas rompieron el abrazo, Lugh miró a la pequeña —¿Son tus hijos, Marbella? Ella lo miró, asintió. —Hola, ¿Magnolia? —ella asintió—; me encanta conocerte. —¿Usted es el papito de Celestia? Él sonrió, asintió. —Sí, yo soy su papito —Lugh también saludó al niño. —Yo me llamo Clyde. —Mucho gusto, Clyde, espero que les guste mucho el colegio. —Y usted, ¿cómo se llama, señor papito de Celestia? —dijo Magnolia Lugh sonrió. —Me llamo Lugh Ackerman. Los ojos de Clyde se abrieron enormes, pero no dijo nada. Marbella ya estaba demasiado nerviosa, les pidió a los niños que entraran. Clyde tomó la mano de su hermanita, y ella la mano de Celestia, entraron juntos, los tres, al colegio. —Tu hija es tan parecida a ti, Marbella. —Y Celestia es muy parecida a ti. Él sonrió —Sí, de hecho es idéntica a mi padre, hay una foto de él cuando era un bebé que lo comprueba. —Debo irme, nos vemos, Lugh. Él quiso detenerla, no pudo. Cly
Clyde corrió por el pasillo del colegio, escuchó que sonó el timbre al receso, y llegó con su hermanita. —¡Noli! ¡Noli! —exclamó Clyde —¡Clyde! —Ya encontré a tu papito —dijo el niño emocionado. Los ojos de la pequeña se abrieron enormes. —¿De veritas, hermanito? ¿Dónde está mi papito? —Es el señor Lugh, ¡el mismo papito que Celestia! Magnolia se quedó boquiabierta, no podía creerlo, se quedó pensativa por un segundo, tratando de que su pensamiento infantil pudiese entenderlo. —¿Sí? —¡Sí! Celestia apareció ante ellos, Magnolia la miró de pronto. —¡Eres mi hermanita, Celestia! Celestia la miró confusa, pero Magnolia la abrazó con fuerzas. —¿Hermanita? —Tu papito y el mío, ¡es el mismo! —¿Cómo es eso? —Pues que tienen las dos el mismo papito. Celestia hizo un gesto de sorpresa, pero al instante se puso muy feliz, abrazó a Magnolia con fuerza. —¡Entonces, eres mi hermanita! Te vas a quedar conmigo para siempre, no voy a estar sola nunca más —dijo feliz Clyde hizo una ca
—¡Se acabó la hora de visita! —dijo el guardia El señor Peterson se sorprendió, no llevaban más que unos minutos hablando, vio como otro guardia le mirò con recelo, y llamó por teléfono «Pensé que este caso sería fácil, veo que hay gente que está moviendo los hilos, creo que la señora Marbella Ronsard es inocente», pensó El hombre salió, condujo su auto, y cuando vio que lo siguieron paró en la comisaria, solo así dejaron de seguirlo. Bryce recibió una llamada poco después. —¿Cómo pudiste perder a ese tipo? ¿Qué es lo que quiere? —No lo sabemos, pero esto es muy extraño. —Bien, hay que vigilar a John Kansas y a su familia, llegó el momento de que ese hombre muera. Bryce colgó la llamada, estaba en ese restaurante, cuando Orson Ackerman entró. Él sonrió al verlo, era una sonrisa burlona. —¿Qué quieres? —Lo mismo de siempre, querido papito, más dinero. Orson no hizo ningún gesto, le tendió un cheque, el hombre se fue. Orson lanzó un suspiro, estaba agotado de Bryce y de sus
«Mi cuerpo se estremece ante la sensación de sus labios sobre los míos, tiemblo, no puedo controlar mi cuerpo, no puedo evitar responder ante sus besos», pensó Marbella Ella volvió en sí, empujó a Lugh. —¡No me beses, Lugh! —¿Por qué? Respondiste a mi beso, Marbella, sé que aún me amas. Marbella abofeteó su rostro. —No tienes tanta suerte, yo solo te odio. Él la regresó a sus brazos, ella se volvió frágil al sentir su mirada, estaba a punto de volver a besarla, entonces, ella se sintió trémula, se desvaneció en sus brazos con la lluvia fría que empapaba su cuerpo. Lugh tuvo terror de verla tan frágil entre sus brazos, la cargó y la llevó al auto. Manejó hasta su casa. Al llegar fue Chloe quien los recibió, al ver a Marbella tan lívida y débil en los brazos de su exesposo se sorprendió. —¿Qué le pasó? ¿Qué le hiciste? —Nada, ella se desmayó, la traje, está empapada por la lluvia, podría llevarla a su alcoba. Chloe titubeó, pero aceptó, subieron a la habitación. Clyde que abr
Lugh condujo el auto hasta el lugar donde el hombre lo citó. Al llegar, el hombre ya lo esperaba. —Johan Kansas me dijo que fue coaccionado a mentir, además se le veía asustado y nervioso, creo que incluso los mismos guardias están coludidos. —¡¿Los guardias?! —Lugh tuvo un escalofrío—. ¿Quién quiere hacerme tanto daño? El hombre no pudo darle respuesta. —Envié a uno de mis hombres a buscar a la familia del señor Kansas, yo no pude ir, alguien estuvo siguiéndome ayer, así que creo que es mejor tener mucho cuidado con toda la información que se filtra, ya que, podría ser que sus enemigos estén cerca de usted. Los ojos de Lugh se abrieron enormes. —¿Cerca de mí? No entiendo, es que, solo mi familia está cerca de mí, no puedo creer que yo conozca a gente sin alma como para ser tan perversos. —Señor Ackerman, debe aprender a tener malicia, solo así podrá salvarse, créame que en el mundo hay gente que es así de cruel. El hombre bajó del auto, caminó hasta esa casa, miró alrededor c
Marbella se alejó de inmediato. —¡Eres una desvergonzada! ¿Cómo te atreves? —Vanessa alzó la mano, quiso abofetear el rostro de Marbella, pero Lugh la detuvo al instante. —¡No te atrevas a tocarla! ¿Recuerdas que no eres nada en mi vida, Vanessa? No eres mi esposa, ni nada, solo la madre de mi hija, así que no te atrevas a hacer una escena, y vete —sentenció con rabia Vanessa le miró incrédula, sus ojos se llenaron de lágrimas. Marbella tenía una sonrisa que le pareció de venganza, Vanessa se fue de inmediato. «¡Malditos! No creas que volverás a quitarme a Lugh, Marbella, si yo no soy feliz con él, ustedes tampoco lo serán juntos», pensó la mujer. Lugh miró a Marbella, su mirada era angustiada por si estaba enojada. —Lamento esto —dijo Lugh —No vuelvas a intentar besarme, Lugh, recuerda que todo lo que hubo entre nosotros murió. Lugh hundió la mirada «¿No fui yo quien dijo esas palabras en el pasado?», pensó Lugh tomó a Marbella del brazo, mirò sus ojos. —Créeme, Marbella,
En el hospital. Marbella llevó a su hija al hospital, en el camino la niña no dejó de vomitar, la fiebre no hizo más que aumentar, estaba enrojecida, llena de ronchas, Magnolia lloraba. Marbella estaba muy asustada, sin saber que era lo que había pasado. Al entrar al hospital la llevó a emergencias, el pediatra revisó a la pequeña. Marbella caminaba de un lado a otro, estaba muy asustada, Chloe llegó y ayudó a Marbella con los niños. —¡Estoy tan asustada, Chloe, nunca vi a Magnolia tan pálida y enferma! —exclamó asustada, Magnolia siempre fue una niña muy sana y fuerte. La pediatra apareció. —La niña estará internada hasta mañana, le hemos suministrado suero, puede pasar señora. Clyde se quedó con Chloe. Marbella entró, la pediatra anunció que iba a poner una vacuna a la pequeña. Magnolia comenzó a llorar histérica. —¡No, mami, no quiero un piquete, por favor! ¡No! Marbella sintió que su corazón se estrujaba, la abrazó. —Es necesario, recuerda que una princesa debe ser val