Lauren llegó al aeropuerto y fue escoltada a una sala de espera privada, Vera y Alan aún no habían llegado en ese momento. Pasaron como tres minutos cuando de pronto fue sorprendida por Megan y Bridget que llegaron de repente, ella estaba anonadada y se quedó mirándolas preguntándose qué hacían allí.—¿No saludas cuñadita? Qué mal educada, no te cansas de ser así? —¿Qué se supone que hacen aquí?—Solo hemos venido a asegurarnos de que en verdad te irás lejos de mi hermano y lo dejarás en paz. —Bridget tenía una mirada aplastante sobre Lauren y puso una sonrisa burlona.—¿Sabes por qué Jeremy te echó de su mansión? Porque yo se lo pedí, lo hizo para complacerme y para demostrarme lo poca cosa qué significas para él. —Alan entró en ese momento, ellas no se dieron cuenta.Bridget continuó:—¿Sabes qué haré ahora que te irás? Me encargaré de hacer que echen a toda tu familia de sus empleos , ya sé en qué empresas trabajan algunos, me encargaré de hacer que todos los que llevan tu sangre
Milán ItaliaEl avión aterrizó en Italia, por radio le avisaron al encargado de seguridad que viajó con ellos, que el aeropuerto había sido invadido por periodistas y camarógrafos de distintos medios de comunicación, los cuales de alguna manera se habían enterado de que la esposa del nuevo magnate de la hotelería e inmobiliaria llegaría ese día al país, no sólo de visita, sino que tenían información acerca de que su propio esposo la había exiliado para él quedarse en Estados Unidos con su amante, su ex prometida Bridget Harrison.—¿Qué está sucediendo? —preguntó Alan al coordinador de seguridad. —Alguien le dijo a la prensa que la señora Remington llegaría a Italia en calidad de exiliada por su esposo. —Vera se sorprendió.—¿Quién habrá sido? —Debió ser alguien que conoce a la familia. —Ella no fue exiliada, sólo pasará aquí una temporada con nosotros.—No tengo claro qué han dicho, sólo sé que hay periodistas esperando a la señora para hacerle preguntas. —Lauren agachó el rostro.
Más tarde Lauren bajó a cenar, Alan estaba en la sala y escondió su rostro, ambos tenían cara de póker. La tía Greta llegó con su esposo Gino, se dirigió hacia Alan con los brazos abiertos, lo saludó como si tuviera años sin verlo. Lauren estaba incómoda sintiéndose extraña en aquella casa donde seguramente el resto de los Remington la detestaban tanto como los de Chicago. De pronto por la puerta principal entró corriendo una niña de cabello rubio y largo, la pequeña debía tener al menos siete años. —¡Papiiii! —Saltó en los brazos de Alan, él la cargó y le dio un beso. —Chiara mi bebé.—Mi tía horneó tu tarta favorita y yo la ayudé a poner el relleno.—Debió quedar muy deliciosa. —Greta miró a Lauren y le sonrió.—Tú debes ser Lauren. —Extendió la mano hacia ella—. Yo soy Greta, la hermana de Vera, ella me ha hablado mucho de ti. Lauren estaba atónita, la actitud de la dama hacia ella era todo lo contrario a lo que esperaba. —Espero que su estadía con nosotros sea de su agrado. —
Era de madrugada en Italia, hacía un par de horas que Lauren se había despertado de forma repentina y no pudo dormir más, a pesar de qué estaba muy exhausta. Miró hacia el portal que conducía al balcón, le pareció interesante salir y permanecer un rato afuera, tal vez así se calmaría un poco su mente, la tenía revuelta con todo lo que habían sucedido los últimos días. Se puso un abrigo y salió. En el exterior se dio cuenta que el balcón era en realidad una terraza que se extendía a lo largo de todas las demás habitaciones y tenía unas escaleras que conducían hacia el jardín. Sin pensarlo dos veces decidió bajar. Caminó hacia la piscina y se quedó allí, todo estaba en sumo silencio en ese momento. Se sentó en una banca y se quedó observando una fuente de piedras que decoraban la cabecera de la piscina, de esta emanaba lindas cascadas iluminadas por lumbreras azules. También observó el reflejo del cielo estrellado sobre el agua; luego le dio por ponerse a cantar, estaba segura de qu
Alan se quedó conmocionado, no confiaba en las mujeres como Lauren, él ya había tenido una muy mala experiencia con la madre de Chiara cuando descubrió que estaba con él sólo por su dinero, porque amaba a otro hombre, eso le rompió el corazón. Esa madrugada Alan comenzó a comprender que Lauren de verdad estaba sufriendo por Jeremy."Creo que todos hemos estado equivocados con respecto a Lauren, ella sí ama a Jeremy."Decidió seguirla y una vez más pedirle disculpas. Subió las escaleras, cuando llegó arriba, la puerta del balcón estaba abierta, Alan se acercó, iba a tocar cuando de repente oyó que Lauren estaba llorando, entonces se detuvo y se quedó inmóvil. Deseó poder darle algún tipo de consuelo, pues confirmó allí que ella en verdad estaba sufriendo."Está llorando por él."Sintió pesar, más aún porque él había contribuido esa noche en hacerla llorar, pero prefirió no interrumpir y se marchó.•♠•Al otro día durante el desayuno, Vera notó que Alan y Lauren se estaban evitando el
Lauren salió de la mansión con Gino y Greta, se dirigieron a un mercado popular de la ciudad, en el cuál se podía conseguir frutas y hortalizas recién traídas del campo, y sin refrigerar; Greta buscaba esa frescura en los ingredientes para la comidas, por ello prefería ir ella misma al mercado y elegir, en vez de enviar a los empleados de la casa, hacer las compras de la cocina era de sus quehaceres favoritos.Había puestos al aire libre de ventas de frutas y verduras, pescadería, mariscos. Un paraíso para todo chef, aunque la especialidad de Lauren era la repostería. Ella miraba con ojos curiosos todo lo que había en el lugar.—Compraremos frutillas para hacer la mermelada, quizás te parezca más fácil comprarla en el supermercado, pero a mi me encanta prepararla en casa.—Pienso igual que tú, me parece maravilloso hacerlo con tus propias manos, desde niña siempre me gustó preparar mermeladas y dulces, como el de leche, mi abuelo tiene una granja con algunas cabezas de ganado, en mis
Después de comer algunos bocadillos se dispusieron a regresar a casa, durante viaje en carretera Lauren sintió náuseas, Gino detuvo el auto, Lauren bajó a recibir aire, Greta también se bajó del auto.—Es muy normal que una mujer embarazada sufre de náuseas, toma aire. —Lauren hizo lo que ella le indicó, un par de minutos después se sintió mejor, entonces regresaron al auto y fueron a casa. Lauren se recostó el resto de la mañana, pues se sentía algo débil. Al medio día bajó a almorzar, llegó a la mesa cuando ya casi todos estaban, solo faltaban ella y Vera, quien llegó enseguida. Ya la mesa estaba lista para comenzar a degustar el delicioso almuerzo, con variados platos para escoger, parecía un banquete de Reyes. Vera le recomendó a Lauren una cazuela con ensalada, ya que era lo menos grasoso que había dispuesto en la mesa.—Hay que pasar tu dieta al idioma italiano para que las cocineras te preparen el menú que te recetó el nutricionista.—Si. —Respondió Lauren, pero no sabía quién
Jeremy fue a la oficina y dejó el auto estacionado afuera, pues no quiso entrar al estacionamiento y se dirigió a la recepción del edificio. Allí llamó al ascensor, se quedó esperando que este llegara, de pronto Se abrieron las puertas del ascensor de al lado, Jeremy vio a Ethan, entonces aprovechó y le dijo:—Quiero hablar contigo. —Ethan miró su reloj de muñeca.—Tendrá que ser en otra oportunidad, en este momento voy de afán.—No te quitaré mucho tiempo, es más puedo decírtelo aquí mismo.—Bien entonces dímelo ya.—¿Fuiste tú el que le dijiste a la prensa italiana que mi esposa había sido exiliada?—¿Yo? ¿Y para qué habría de hacer eso?—Para perjudicarme, ¿para qué más sería?—Lamento decirte que no fui yo, tal vez fue alguna de tus amiguitas, o quizás Bridget.—Bridget también saldrá perjudicada con todo esto.—Pues no fui yo, y mejor no me hagas perder más el tiempo. —Ethan hundió el botón del ascensor y las puertas de este se cerraron, Jeremy comentó:—Él lo niega, pero estoy s