Jahir llevó a Scarlett a la cama, luego de que sus invitados se despidieran.—No tienes que hacer esto —refutó ella, mientras Jahir la cubría con las sábanas.—Me siento más que complacido de poder hacerlo, Scarlett. Déjame hacerlo —pidió en tono bajo y dulce, acariciándole la mejilla, antes de dejarle un beso en la frente.Scarlett hizo un puchero ante la acción de Jahir, pues ella esperaba algo más fogoso que un beso en la frente.—No volveré a tocarte, por ahora, Scarlett —le dijo. La muchacha frunció el ceño ante sus palabras.—¿Qué? ¿Por qué? —preguntó tratando de salir de la cama, pero la mano fuerte de Jahir se lo impidió.—Duerme, pronto lo sabrás —le aseguró.Scarlett no tuvo más remedio que obedecer; aunque, estaba cansada de estar en la cama, accedió y antes de que pudiera darse cuenta, se había quedado dormida.Jahir sonrió, se apartó de ella, cogió su móvil e hizo un par de llamadas. Una vez que estuvo satisfecho con las noticias recibidas, se dio una ducha rápida y se ac
ABU DABI—¡¿Cómo es posible que le permitas a Jahir estar lejos de sus responsabilidades, Kalila?! —gritó Anisa, caminando de un lado a otro, como si fuese un animal prisionero dentro de una jaula.—Querrás decir ¿de ti? —refutó Kalila sin amedrentarse por la actitud de Anisa. Su nuera estaba furiosa no porque Jahir estuviera lejos de Abu Dabi, sino porque no podía tenerlo en su cama y conseguir el heredero que tanto añoraba para afianzar su posición como esposa y madre del futuro Emir.—Será mejor, que de ahora en adelante cooperes conmigo, Kalila, seré la madre del heredero de Jahir te guste o no. Le guste a él o no —pronunció con prepotencia.—Sueña despierta, Anisa. Jahir jamás te dará lo que quieres y lo sabes mejor que nadie, así que, será mejor que vayas olvidándote de él y de tus planes. Jahir está enamorado y no es de ti —refutó Kalila con enojo.—Ten mucho cuidado, Kalila, porque puedo hacerte mucho daño, ya no eres la esposa del Emir, ahora solamente eres una viuda y una ma
NUEVA YORK—No tienes que hacer esto, Scarlett —habló Sienna interponiéndose en su camino—, por favor. Estás a un día, un solo día del momento más importante de tu vida, cariño, no lo arruines así —insistió.Scarlett la miró y negó.—Tengo que hacerlo, Sienna, necesito saber cuáles fueron sus motivos para hacer lo que hizo.—Eso no cambiará las cosas, Scarlett.—Lo sé, pero me ayudará a entender que fue lo que sucedió entre nosotras, que le hizo actuar como lo hizo —insistió muy decidida a continuar su camino.—No voy a convencerte de lo contrario, ¿verdad? —preguntó Sienna con tono derrotado.—Me temo que esta vez no, Sienna —respondió con sinceridad.Sienna se apartó y dejó que Scarlett continuara su camino, esperaba que esta visita no arruinara nada de lo que estaba por venir, desde su punto de vista lo creía totalmente innecesario e inútil. Quien te traiciona, muchas veces no tiene ninguna justificación y en su mayoría no necesitaron un motivo para hacerlo; al menos es lo que ella
NUEVA YORKLos aplausos de los pocos invitados y de la familia interrumpieron el apasionado beso entre Scarlett y Jahir. La muchacha tenía las mejillas sonrojadas y no era de vergüenza, era por el ramalazo de placer que le había atravesado el cuerpo al sentir las manos de Jahir sobre su cintura.Todo lo que Scarlett deseaba en ese momento era despedir a sus invitados y tener su noche de bodas, sin embargo, ese deseo, tenía que esperar un poco más. Sienna y Nayla habían preparado una “pequeña fiesta” para celebrar la boda.Sienna no pudo contener las lágrimas al ver a su pequeña hermana convertida en toda una mujer, que no solo estaba cansándose, sino empezando a formar una familia al lado del hombre de su vida. Tenía un cúmulo de emociones arrasando con la poca calma que le quedaba, pues no solo le emocionaba ver a su hermana tan dichosa, sino que, por el otro lado estaba la ansiedad de saber cómo afrontaría su hermana el cambio drástico que tendría su vida apenas viajaran de vuelta a
Jahir atrapó su cintura y buscó sus labios para darle ese beso que aguardaba ansioso desde que subieron al auto y, que tuvo que esperar hasta ese momento. Scarlett entreabrió sus labios y le concedió el permiso que la boca de Jahir solicitaba. Su beso cambió de tierno a uno apasionado y necesitado. La espalda de Scarlett chocó con la pared de metal del ascensor, mientras el beso se hacía más y más intenso, hasta dejarles sin aire. Sus respiraciones eran agitadas, sus corazones latían erráticamente y sus miradas estaban veladas por el deseo que los consumía. —Gírate —pidió Jahir con voz ronca. —¿Qué? —Gírate, Scarlett, y cierra los ojos —le pidió de nuevo. Scarlett se las arregló para girarse, cerró los ojos al mismo tiempo que sentía la seda de una pañoleta sobre sus ojos, su cuerpo se tensó, pues los recuerdos de su secuestro amenazaron con arruinar su momento, por lo que luchó contra sus nervios y miedos. —Relájate, soy yo, Scarlett. Estás segura a mi lado —le susurró al oído,
DUBÁI«Bueno, ella quiere saber si…, podemos encontrarle una pareja»«Podemos encontrarle una pareja»«Una pareja»Abdel dejó de mecer a Hasin, más bien, dejó de moverse al escuchar las palabras de su esposa.—¿Qué? —preguntó ligeramente aturdido.Azahara tragó el nudo formado en su garganta, mientras repetía la petición de Amira; su hija casi le había implorado que hablara con Abdel y le hiciera saber sus deseos. Una tarea que para Azahara no era fácil, pues era sabido que Abdel jamás había celebrado un contrato por ninguno de los matrimonios de sus hijos. Es más, ni siquiera había presionado a ninguno de ellos y el resultado era, que dos de sus hijos estaban casados con extranjeras y tenía dos preciosos nietos con sangre occidental. Su hija menor, Jenna, estaba casada con quien en su momento fuera el asistente de Hasan, ningún hombre de sangre real o rico heredero.—Es lo que Amira desea, Abdel —respondió Azahara finalmente.—¿Un marido? —preguntó y ella asintió.—Sí.—¡De todas las
El sol alumbró en todo su esplendor sobre la ciudad de Dubái, hoy presagiaba ser un gran día. El regreso de casi la otra mitad de la familia era la mejor noticia para los que se habían quedado, ajenos a lo que se había vivido lejos de sus tierras.La cocina del palacio era una muestra de lo contenta y feliz que la familia estaba. Azahara, Amira, Callie y Jenna se movían de un lado a otro, asegurándose de que todos los detalles para darle la bienvenida a Hasan, Sienna y compañía fueran todo un éxito.Mientras, los hombres de la familia fueron los encargados de cuidar de los dos pequeños, cosa que sin duda era la parte más complicada del trabajo, pues Hasin y Amir, no eran dos niños tranquilos, menos ahora, que su curiosidad empezaba a ser mayor y querían ver y tocar todo lo que estaba a su alrededor.—Un día de oficina es más tranquilo y relajado que estar en casa —murmuró Assim, quién tenía a Hasin entre sus brazos, el pequeño se movía inquieto para tratar de bajarse de sus brazos y e
Luego de aquel momento tan importante, las parejas se despidieron para ir a su habitación, entre tanto, Nayla y Ahmed se quedaron con sus padres para empezar a organizar la boda.—No veo por qué tanta prisa, podemos organizar la boda perfectamente en dos meses. Ocho semanas es todo lo que te pido Ahmed. Compláceme —pidió Abdel.Ahmed miró a Nayla, tenían sus manos entrelazadas.—Padre…—Sé muy bien que todo lo que han pasado no ha sido fácil, hijo; sin embargo, para tu madre y para mí es una fecha muy importante. No he tenido el gusto de disfrutar correctamente de una boda en este palacio. Hasan volvió casado de Nueva York, Farid tuvo una boda de emergencia mientras Callie estaba dando a luz y Jenna… Jenna se casó cuando yo estaba en coma, ni siquiera pude verla vestida de novia —explicó.—Supongo que ocho semanas no harán mucha diferencia, Ahmed. Nuestro amor ha demostrado ser más fuerte que el tiempo y la distancia —convino Nayla.Ahmed palmeó su mano y asintió.—Ocho semanas, sin c