El miedo me invade sin saber que hacer, porque aunque me escapé muchas veces del servicio doméstico de mi padre, cuando lo hacía tenía dinero, un teléfono y propiedades donde podría ocultarme, pero, ahora todo ha sido expuesto.
Aunque encuentre un teléfono y llame a mis amigos, hacerlo solo sería ir de regreso con Ryan, porque serán las primeras personas que él buscará para encontrarme. Así que, estoy perdida.Mi padre le dio un poder para instruirme para poder hacerme cargo de lo que heredaré. Así que, seguramente sabe la existencia de cada propiedad de mi familia. Así que, tengo a donde ir, pero, si voy, seré encontrada.‘¿Qué debería hacer? Debo ir a algún lugar donde él no pueda encontrarme, así que, no puede ser las propiedades de mi padre o la casa de mis amigas.’ Me digo mentalmente.Respiro profundo, soy consciente que debo pensar sabiamente para que no me encuentre y menos tan rápido como lo hizo en el pasado. Así que, analizo mis posibilidades y termino escogieNarra RyanRápidamente, tomo mi ropa, mientras llamo a Edward. Lo he arruinado todo y lo peor, es que no tenía ropa puesta para salir corriendo y traerla aquí, sin importar que termine exponiéndome a una serie de insultos e incluso, golpes que merezco.— Señor…— ¡Encuentra a Day! ¡Se fue en el ascensor, no dejes que salga del hotel! — grito para después colgar.Rápidamente, entro al armario y busco ropa que como puedo me coloco, aunque colocándome el pantalón me caigo por intentar vestirme y caminar. En el suelo, maldigo por mencionar a Anastasia y me levanto buscando la camisa que voy a colocarme.Es allí cuando veo en el cesto de la ropa sucia, la ropa que había usado Day hoy y la que le mojé. Con cuidado, tomo su ropa e inhalo su aroma, recordando todo lo que sucedió en la sala de conferencias, el baño y mi oficina.
Diez horas despuésNadie ha podido encontrar a Day, no hay un solo rastro de donde ella puede estar, por lo que, ninguno de nosotros ha podido dormir. Por mi maldito error, no he podido comunicarme con ella ni mucho menos, avanzar en el trabajo.Porque, ¿Cómo puedo pensar en soluciones para el negocio si no sé dónde está Day y mi mente está pensando en todo lo malo que puede estar sucediéndole por mi maldita culpa?— Señor…— Si vas a decirme que vaya a descansar, en vez de informarme donde está mi esposa, puedes irte por donde viniste. — digo de inmediato.Ni siquiera me concentro en ver quien me ha llamado o hablado, porque lo que menos me interesa son sus recomendaciones inútiles, cuando ella aun no aparece. Así que, continúo revisando cámaras de seguridad en mi computador, deseando encontrar algo nuevo.— ¿D&o
Mis hombres se llevan a la chica y cuando estoy por salir, otros de mis hombres traen a una segunda mujer que se abraza con la chica que estaba interrogando. Las dos, parecen aliviadas al verse, por lo que, asumo que es una de las amigas de mi esposa.— ¿Sabe dónde está Day?— Parece que sabe dónde puede encontrarla, señor.— Bien, llévenlas en autos separados, no quiero que sea una de ellas una distracción. No podemos permitirnos algo así. — ordeno.— Sí, señor.— Prepárense para un viaje largo. Porque si no encontramos a mi esposa en la casa, no descansará alguien hasta encontrarla.— Pero, si nos lleva en contra de nuestra voluntad, seria secuestro. — dice la mujer que recién llega.— Calla tu boca, Nina, ¿no te das cuenta de que son hombres armados? — pregunta la chica que estaba en el est
Sintiéndome afortunado porque la búsqueda ha llegado a su fin, hago que traigan a Hanna donde me encuentro y es con un pequeño empujón que hacemos que ella abra la puerta, con un repuesto que hay a un costado de la ventana.— Es un repuesto. Seguramente ella entro con la otra llave escondida. — dice Hanna.— Busca la otra llave, si no aparece es porque ella la tiene. — susurro mientras abro la puerta.— No esta. — dice Hanna y yo la tomo del brazo para que entre conmigo.Uno de mis hombres, viene con Nina, por lo que, los cuatro entramos y en parejas, buscamos a Day, deseando que este en alguna parte de la casa. Pero, al no encontrarla, miro con seriedad a Hanna y ella comienza a hablar.— Day, estamos aquí para divertirnos, ¿estás en casa? — pregunta Hanna mirando a todas partes.Pero, no hay respuesta. Preocupado porque no esté aquí, suelto a
Narra DayLa agitación que siento en mi cuerpo, me impide mantenerme en pie, pero, para eso tengo ayuda de dos bailarines bastantes agradables, sobre todo, sus cuerpos, que se frotan con el mío, de una forma increíble.— Parece que no te cansas. — dice uno de los chicos, cuyo nombre no recuerdo, aunque llevo más de cinco canciones bailando con él.— Si estas muy agotado, puedes sentarte, creo que conseguiré una mejor pareja de baile que pueda reemplazarte. — digo sonriendo.El hombre, me abraza con posesividad y me observa seriamente, pero, está demasiado agotado para dar un paso más. Además, su mirada no es lo suficientemente intimidante para causarme temor.‘La de Ryan si es temible.’ Me digo mentalmente.De inmediato, niego y me aparto de los dos chicos, porque he pensado en quien no debería pensar. Los chicos me llaman y yo hago una señal
Decidida a no dañarme la noche, camino hacia la barra donde tomo más tragos, pero, estos saben diferente o no sé si de tanto beberlo, me sabe a agua. Así que, miro la bebida y observo al chico que me la sirvió.— ¿Crees que soy tonta? — pregunto curiosa.— Debe tomar un poco de agua, tiene mucho alcohol en el sistema. Si sigue así, podría sufrir un coma etílico.— Gracias por darme información que no te pedí. Ahora, sírveme mi maldito trago, tengo dinero para pagar la cuenta si es lo que te preocupa.— No es por la cuenta. Cada trago que ha bebido se lo han pagado hombres con los que ha hablado. — dice el chico.— Entonces, sírveme el trago.Un hombre se coloca a mi lado y muestra una tarjeta negra que el mesero recibe.— Pago todos sus tragos, quienes le pagaron uno, pueden regresarle el dinero.— Oh
Sin poder evitarlo, sin poder alejarme, le sigo el beso, porque aunque me parece conocido, despeja mi mente de tal forma que no recuerdo mi nombre. Deseando no pensar más, lo beso con más intensidad, al punto que me subo sobre sus piernas y alejo nuestros labios, cuando siento que ya no puedo respirar.— ¿Y bien?— Creo que el alzhéimer realmente está dando resultados tardíos. — susurro y el chico sonríe.— Bueno, sería bueno que le des créditos a mi forma de besar, ¿no crees? — pregunta el chico.— No lo creo.— Dijiste que no le serias infiel a tu esposo y has seguido mi beso. — dice el chicoComienzo a asentir porque realmente dije que estaba casada y no me acostaría con alguien, tampoco me besé con alguien aunque estuve a punto. Así que, ¿Por qué si lo besé a él?— Deber&iac
Intento alejarme, pero, por más que lo intente, no puedo hacerlo. después de todo, estoy demasiado ebria y débil para enfrentarlo. Por lo que, respiro profundo y cierro los ojos, porque ya todo ha empezado a darme vueltas.No logro entender que es lo que quiere, porque si realmente no le agradara que este lejos de él, ¿Por qué me llamó por el nombre de alguien más? Es evidente que yo no soy la mujer que quiere a su lado, entonces, ¿Por qué se aferra a mí?— No me molestes, por favor. Déjame en paz. — digo con molestia.Ryan se aleja un poco de mí y yo respiro profundo. Tengo mucho alcohol en mi sistema y por eso, no puedo luchar como deseo. El auto se detiene y yo imploro que no sea para más drama. Pero, lo que veo, es un hotel frente a nosotros.Ryan, abre la puerta y yo salgo, aunque me cuesta mantenerme en pie. Por lo que, al tambalearme, es él