Miro a Ryan deseando saber qué es lo que piensa además del sexo, pero, no hay algo que me ayude, porque para ser un hombre de negocios, está dedicándole mucho tiempo a este juego, cuando tuvo una pérdida grande.
— Realmente eres algo sorprendente. — digo y él come su pizza como si estuviéramos en una conversación normal, estando los dos vestidos como debería ser.— ¿A qué te refieres exactamente? Porque por tu tono de voz, creo que no es un cumplido. — dice Ryan y yo respiro profundo.— Estamos aquí por algo urgente de la empresa, así que, no comprendo porque estas tan calmado cuando deberías estar en esa reunión hace una hora.Ryan me extiende un plato con pizza y yo lo recibo, porque realmente tengo hambre, aunque me gustaría no recibirle ello, porque me tiene muy molesta, debo hacerlo.— Sé que estamosDebería hacerlo, no tengo dudas de ello, porque cuando me arriesgue a hacer las cosas por curiosidad, experimenté un placer diferente al que acostumbraba, pero, no podía dejarme llevar solo por curiosidad, porque esa vez casi no me detengo.La noche de la boda fue una clara señal de que las cosas con Ryan deben ser tomadas con cuidado, porque él sabe cómo empujar a uno para que continue haciendo algo que es demasiado arriesgado seguir.— Yo…— Deberías tomar la iniciativa, querida, aunque me toques o lamas, no voy a molestarme, porque siendo sincero, es justamente lo que deseo de ti, querida. — dice Ryan.Me está presionando, me invita a hacer lo que mi mente me pide que haga, así que, aunque diga cosas que aumentan mi temperatura corporal, no lo veo como algo que me presiona, si no que, es justamente lo que deseo, pero, no debería tener.No sé cómo e
El enojo me invade por completo y solo escuchar su voz llamándome hace que mi rabia aumente más, así que, no miro hacia atrás ni me detengo, porque sé que sería capaz de golpearlo por lo que acaba de decirme.— Day, espera un momento. — dice Ryan agarrando mi brazo.Yo no me giro, no quiero hacerlo porque sé que sería capaz de golpearlo. Así que, solo miro hacia la puerta, porque sé que por más que luche, no voy a poder soltarme.— Habla.— No sé qué pasó…— Yo sí sé. Así que no necesitas corregir el nombre o justificarte. Ya lo hecho esta hecho. Así que, suéltame.— Déjame explicarte lo que sucedió.— Está bien, ¿quieres explicarme? — pregunto enfrentándolo.— Sí, si me permites explicarte.— Est&aac
El miedo me invade sin saber que hacer, porque aunque me escapé muchas veces del servicio doméstico de mi padre, cuando lo hacía tenía dinero, un teléfono y propiedades donde podría ocultarme, pero, ahora todo ha sido expuesto.Aunque encuentre un teléfono y llame a mis amigos, hacerlo solo sería ir de regreso con Ryan, porque serán las primeras personas que él buscará para encontrarme. Así que, estoy perdida.Mi padre le dio un poder para instruirme para poder hacerme cargo de lo que heredaré. Así que, seguramente sabe la existencia de cada propiedad de mi familia. Así que, tengo a donde ir, pero, si voy, seré encontrada.‘¿Qué debería hacer? Debo ir a algún lugar donde él no pueda encontrarme, así que, no puede ser las propiedades de mi padre o la casa de mis amigas.’ Me digo mentalmente.Respiro profundo, soy consciente que debo pensar sabiamente para que no me encuentre y menos tan rápido como lo hizo en el pasado. Así que, analizo mis posibilidades y termino escogie
Narra RyanRápidamente, tomo mi ropa, mientras llamo a Edward. Lo he arruinado todo y lo peor, es que no tenía ropa puesta para salir corriendo y traerla aquí, sin importar que termine exponiéndome a una serie de insultos e incluso, golpes que merezco.— Señor…— ¡Encuentra a Day! ¡Se fue en el ascensor, no dejes que salga del hotel! — grito para después colgar.Rápidamente, entro al armario y busco ropa que como puedo me coloco, aunque colocándome el pantalón me caigo por intentar vestirme y caminar. En el suelo, maldigo por mencionar a Anastasia y me levanto buscando la camisa que voy a colocarme.Es allí cuando veo en el cesto de la ropa sucia, la ropa que había usado Day hoy y la que le mojé. Con cuidado, tomo su ropa e inhalo su aroma, recordando todo lo que sucedió en la sala de conferencias, el baño y mi oficina.
Diez horas despuésNadie ha podido encontrar a Day, no hay un solo rastro de donde ella puede estar, por lo que, ninguno de nosotros ha podido dormir. Por mi maldito error, no he podido comunicarme con ella ni mucho menos, avanzar en el trabajo.Porque, ¿Cómo puedo pensar en soluciones para el negocio si no sé dónde está Day y mi mente está pensando en todo lo malo que puede estar sucediéndole por mi maldita culpa?— Señor…— Si vas a decirme que vaya a descansar, en vez de informarme donde está mi esposa, puedes irte por donde viniste. — digo de inmediato.Ni siquiera me concentro en ver quien me ha llamado o hablado, porque lo que menos me interesa son sus recomendaciones inútiles, cuando ella aun no aparece. Así que, continúo revisando cámaras de seguridad en mi computador, deseando encontrar algo nuevo.— ¿D&o
Mis hombres se llevan a la chica y cuando estoy por salir, otros de mis hombres traen a una segunda mujer que se abraza con la chica que estaba interrogando. Las dos, parecen aliviadas al verse, por lo que, asumo que es una de las amigas de mi esposa.— ¿Sabe dónde está Day?— Parece que sabe dónde puede encontrarla, señor.— Bien, llévenlas en autos separados, no quiero que sea una de ellas una distracción. No podemos permitirnos algo así. — ordeno.— Sí, señor.— Prepárense para un viaje largo. Porque si no encontramos a mi esposa en la casa, no descansará alguien hasta encontrarla.— Pero, si nos lleva en contra de nuestra voluntad, seria secuestro. — dice la mujer que recién llega.— Calla tu boca, Nina, ¿no te das cuenta de que son hombres armados? — pregunta la chica que estaba en el est
Sintiéndome afortunado porque la búsqueda ha llegado a su fin, hago que traigan a Hanna donde me encuentro y es con un pequeño empujón que hacemos que ella abra la puerta, con un repuesto que hay a un costado de la ventana.— Es un repuesto. Seguramente ella entro con la otra llave escondida. — dice Hanna.— Busca la otra llave, si no aparece es porque ella la tiene. — susurro mientras abro la puerta.— No esta. — dice Hanna y yo la tomo del brazo para que entre conmigo.Uno de mis hombres, viene con Nina, por lo que, los cuatro entramos y en parejas, buscamos a Day, deseando que este en alguna parte de la casa. Pero, al no encontrarla, miro con seriedad a Hanna y ella comienza a hablar.— Day, estamos aquí para divertirnos, ¿estás en casa? — pregunta Hanna mirando a todas partes.Pero, no hay respuesta. Preocupado porque no esté aquí, suelto a
Narra DayLa agitación que siento en mi cuerpo, me impide mantenerme en pie, pero, para eso tengo ayuda de dos bailarines bastantes agradables, sobre todo, sus cuerpos, que se frotan con el mío, de una forma increíble.— Parece que no te cansas. — dice uno de los chicos, cuyo nombre no recuerdo, aunque llevo más de cinco canciones bailando con él.— Si estas muy agotado, puedes sentarte, creo que conseguiré una mejor pareja de baile que pueda reemplazarte. — digo sonriendo.El hombre, me abraza con posesividad y me observa seriamente, pero, está demasiado agotado para dar un paso más. Además, su mirada no es lo suficientemente intimidante para causarme temor.‘La de Ryan si es temible.’ Me digo mentalmente.De inmediato, niego y me aparto de los dos chicos, porque he pensado en quien no debería pensar. Los chicos me llaman y yo hago una señal