El hombre de negocios, una figura pública por sus avances empresariales y todo lo que ha logrado, ahora mismo ha desaparecido en Ryan. Porque me ha abrazado para regresarme al auto.
Molesta, pateo y golpeo con mis manos a Ryan, pero, este no me suelta por nada del mundo. Todos nos observan asombrados, pero, nadie se atreve a intervenir por mucho que grite y pida que me suelte.‘Podrían matarme frente a ellos y no harían algo.’ Me digo mentalmente.Ahora comprendo porque hay tanta violencia en el mundo, después de todo, podrían matarme delante de ellos y no harían algo al respecto, porque no soy alguien querido o conocido de ellos.— ¡Suéltame, Ryan! ¡Lo prometiste! — le grito molesta.— Yo no te prometí algo. — dice Ryan regresándome al auto con la ayuda del conductor, que cierra demasiado rápido la puerta y sube al auto para conducirlo.Aunque mi mente me dice que me detenga, que no debería avanzar, que debo escuchar la advertencia de Sashel, mi cuerpo hace lo contrario, porque aun sabiendo que es lo mejor, continúo caminando hasta que llego a la puerta de esa misteriosa habitación.Sashel, llega rápido y me empuja hacia la habitación frente a ella para mirarme con odio, como si me fuera asesinar en este momento. Así que, retrocedo sentándome en la cama con la que me tropiezo por retroceder si mirar hacia donde caminaba.— Vete. Ya no seré respetuoso contigo, víbora. — dice Sashel.— No puedo permitir que tú entres a mi casa a decirme todo esto.— ¿Tu casa? No seas tonta, Day. No has hecho algo para merecerla.— ¿Y tú si has hecho algo para tener dicha autoridad de decirme todo esto? — pregunto molesta.— ¿No es eso lo que quieres? Ryan seguramente
Ryan me observa confundido y no me sorprende ello. Hace unas pocas horas me había escapado, después tuve sexo con él, posteriormente grite y pelee con él y ahora le hablo con calma.En conclusión, no había una secuencia lógica de mis acciones y no puedo justificar ello por el alcohol. Así que, solo puedo decir que estoy loca. Estoy demasiado loca y por eso, no actúo de forma impredecible e ilógica.— ¿Qué sucede?— Quiero prepararme antes de concebir, Ryan. Necesito que tengamos una buena relación para darle algo agradable a nuestros hijos.— Entonces, ¿si existe la posibilidad de que seamos padres? — pregunta Ryan emocionado.— Eres mi esposo, como lo has dicho, es algo normal en una pareja casada. — digo y Ryan me abraza besando todo lo que puede de mi cuerpo.— ¡Gracias, Day! ¡Muchas gracias!&md
Si alguien me preguntara en estos momentos: ¿Qué se siente ser adulto? Yo diría sin titubear: un asco. Ahora, no puedo bailar y ser libre como lo era cuando era una niña y tengo más responsabilidades que cuando era adolescente.Así que, en conclusión, desear ser adulta fue el deseo más estúpido de mi vida. Uno que se cumplió y de una manera preocupante. Aunque soy una mujer que no tiene necesidades económicas y que si quiere va a las clases de la universidad, si tengo otras preocupaciones y la más grande es: ser madrastra.‘Nadie me preparo para ser madrastra a los dieciocho años. Pero, ¿Qué esperaba? ¡Tengo un esposo con una diferencia de edad de quince años!’ me dijo mentalmente— No lo hagas — dice Ryan y yo me paralizó.‘¿No se había dormido ya? He dejado de sentir que se mueve muc
Sashel, me observa aturdido y yo no pierdo mi tiempo explicándole, si no, que acaricio el cabello y espalda de Ryan, mientras él se aferra a mí como si fuera un tronco en medio del mar cuando uno está naufragando sin alguna ayuda cercana.Yo era su salvavidas o así me trataba, siendo esto nada nuevo. Porque si recuerdo lo que me ha dicho, hay una confesión de él diciendo que en mi fiesta de quince años, me mostré como su salvavidas, uno en el que aún se aferra.— No me digas que le hiciste daño. Porque si es así…— Trae un poco de té. Hay algunos que son buenos para relajarse. — digo a Sashel.— ¡¿Crees que eso va a calmar a Ryan, loca mujer?! — grita Sashel escandalizado.El llanto de Ryan se deja de escuchar y este aleja su rostro de mi cuerpo para mirar al hombre que quiere como su hermano.— Vuelve
Después de una noche pensativa sobre ser madrastra, un susto por las pesadillas de Ryan y el casi incendio provocado por Sashel, por fin pude dormir.Después de las confesiones, nos acostamos a dormir y solo las caricias de Ryan me despiertan aunque los rayos del sol parecen haber salido hace rato.— Buenos días, pequeña dormilona. — dice Ryan— ¿Qué hora es? — pregunto adormilada— Es mediodía, por eso te he llamado, debes comer. Aunque no sufras de resaca, es bueno alimentarte e hidratar tu cuerpo.— No bromees para despertarme rápido. — digo y él besa mi hombro.— Realmente es esa hora. Por culpa de Sashel nos dormimos a las cinco de la mañana, así que, es normal que sientas que dormiste toda la noche, cuando lo que hiciste fue dormir toda la mañana. — dice Ryan.Aturdida, miro hacia el reloj en la pared
Si debo ser sincera conmigo misma, debo decir que tener relaciones con Ryan ha sido una experiencia agradable, no sé si con otra persona diría lo mismo, pero, con Ryan lo digo con toda la seguridad del mundo.Porque si él no me agradaba, si estaba muy molesta con él y me había asegurado de que no sería intima con Ryan y todo eso se fue por la borda por tener sexo… entonces, no le dan la importancia que realmente corresponde.Ya que, aunque utilizo el sexo para negociar con él, no puedo evitar pensar que no es un sacrificio cambiar sexo por beneficios, porque realmente deseo seguir teniendo sexo con él, quiero explorar todo lo que me hace sentir mediante este sin que sienta que me interesa como realmente lo hace.— ¿Realmente seremos un matrimonio normal? — pregunta Ryan intentando disfrazar su emoción.— Te lo daré si tú me das lo que te pido, Ryan. Eres u
Si hay algo que no me esperaba en mi regreso a clases, era esta confesión. Por años, me ha gustado Max, porque aunque no estábamos en la misma escuela, Max era famoso en mi escuela y por eso, todas íbamos a verlo jugar.Así que, Max es el sueño de hombre de todas las chicas siendo estudiantes de colegios o las universitarias. Por lo que, escuchar a Max decirme que le gusto y que no le importa si estoy casada o divorciada, es más de lo que puedo procesar.— Max…— Soy consciente de que no esperabas eso, pero, no puedo seguir callado cuando él te ha alejado de mí. — dice Max tomando mis manos.Los guardaespaldas, de inmediato, lo apartan con brusquedad, por fortuna, sus amigos que se habían quedado inmóviles por la confesión de Max, reciben a su amigo para que no se caiga por la fuerza con la que lo empujaron.— No seas rudos, chicos. — digo
Me quedo pensativa, porque no solo lo rechacé, si no que, lo golpeé. El hombre que idolatraba como el hombre perfecto, fue golpeado antes de que pensara en que debería golpearlo. Eso no es muy lógico de mi parte.— No sé qué es lo que me sucede, Nina. Pero, es evidente que no soy la misma mujer que conocías antes de casarme.— Cuéntame que es lo que ha pasado. Pareces una chica misteriosa.— ¡Hola, mis amores! ¡Vengo con noticias importantes! ¡Alguien ha golpeado al magnifico Max! — dice Hanna sorprendida.— Sí. Eso escuché. — dice Nina mirándome.De inmediato, giro mi rostro para no ver a mis amigas, porque ahora que lo he pensado, me preocupa las consecuencias que puedo tener por haber pegado a un hombre que es famoso e idolatrado en la universidad.— Realmente quiero saber que loca se atrevió a golpear al amo