Después de una noche pensativa sobre ser madrastra, un susto por las pesadillas de Ryan y el casi incendio provocado por Sashel, por fin pude dormir.
Después de las confesiones, nos acostamos a dormir y solo las caricias de Ryan me despiertan aunque los rayos del sol parecen haber salido hace rato. — Buenos días, pequeña dormilona. — dice Ryan— ¿Qué hora es? — pregunto adormilada— Es mediodía, por eso te he llamado, debes comer. Aunque no sufras de resaca, es bueno alimentarte e hidratar tu cuerpo.— No bromees para despertarme rápido. — digo y él besa mi hombro.— Realmente es esa hora. Por culpa de Sashel nos dormimos a las cinco de la mañana, así que, es normal que sientas que dormiste toda la noche, cuando lo que hiciste fue dormir toda la mañana. — dice Ryan.Aturdida, miro hacia el reloj en la paredSi debo ser sincera conmigo misma, debo decir que tener relaciones con Ryan ha sido una experiencia agradable, no sé si con otra persona diría lo mismo, pero, con Ryan lo digo con toda la seguridad del mundo.Porque si él no me agradaba, si estaba muy molesta con él y me había asegurado de que no sería intima con Ryan y todo eso se fue por la borda por tener sexo… entonces, no le dan la importancia que realmente corresponde.Ya que, aunque utilizo el sexo para negociar con él, no puedo evitar pensar que no es un sacrificio cambiar sexo por beneficios, porque realmente deseo seguir teniendo sexo con él, quiero explorar todo lo que me hace sentir mediante este sin que sienta que me interesa como realmente lo hace.— ¿Realmente seremos un matrimonio normal? — pregunta Ryan intentando disfrazar su emoción.— Te lo daré si tú me das lo que te pido, Ryan. Eres u
Si hay algo que no me esperaba en mi regreso a clases, era esta confesión. Por años, me ha gustado Max, porque aunque no estábamos en la misma escuela, Max era famoso en mi escuela y por eso, todas íbamos a verlo jugar.Así que, Max es el sueño de hombre de todas las chicas siendo estudiantes de colegios o las universitarias. Por lo que, escuchar a Max decirme que le gusto y que no le importa si estoy casada o divorciada, es más de lo que puedo procesar.— Max…— Soy consciente de que no esperabas eso, pero, no puedo seguir callado cuando él te ha alejado de mí. — dice Max tomando mis manos.Los guardaespaldas, de inmediato, lo apartan con brusquedad, por fortuna, sus amigos que se habían quedado inmóviles por la confesión de Max, reciben a su amigo para que no se caiga por la fuerza con la que lo empujaron.— No seas rudos, chicos. — digo
Me quedo pensativa, porque no solo lo rechacé, si no que, lo golpeé. El hombre que idolatraba como el hombre perfecto, fue golpeado antes de que pensara en que debería golpearlo. Eso no es muy lógico de mi parte.— No sé qué es lo que me sucede, Nina. Pero, es evidente que no soy la misma mujer que conocías antes de casarme.— Cuéntame que es lo que ha pasado. Pareces una chica misteriosa.— ¡Hola, mis amores! ¡Vengo con noticias importantes! ¡Alguien ha golpeado al magnifico Max! — dice Hanna sorprendida.— Sí. Eso escuché. — dice Nina mirándome.De inmediato, giro mi rostro para no ver a mis amigas, porque ahora que lo he pensado, me preocupa las consecuencias que puedo tener por haber pegado a un hombre que es famoso e idolatrado en la universidad.— Realmente quiero saber que loca se atrevió a golpear al amo
El profesor, tiene que intervenir porque comienzan a discutir las chicas de salón con sus novios o con los demás hombres que me apoyar por poner en su lugar a Max. Todo ello causa que la clase sea suspendida.Gracias a eso, podemos salir pronto de la universidad asfixiante donde todos me observan con odio o admiración por lo que hice. Podría estar segura de que no hay un solo estudiante que no sepa que hice y eso, solo aumenta mi popularidad, sea positiva o negativa.— Ahora diría que eres más famosa que antes. — dice Hanna.— No creo que sea buena idea volver a clases, Day. — dice Nina.— No voy a huir, Nina. No he hecho algo malo.— Le pegaste a un estudiante.— Porque me ofendió — digo con seriedad.Las chicas se quedan en silencio sabiendo que aunque tengo razón, aún no está claro porque para mí fue una ofensa y yo no dig
Ryan regresa al poco tiempo completamente sudado y es por eso, que lo observo confundida. Ya que, pensé que se había dado por vencido con eso al tardar tanto en aparecer.— Los tengo. — dice Ryan mostrándome al menos una docena de preservativos.— Pensé que te habías molestado y por eso, no habías vuelto. — digo con seriedad.— Claro que no. Jamás me negaría a entrar en lo más profundo de ti. — dice Ryan y yo trago duro.— Entonces, ¿Por qué tardaste tanto? — pregunto confundida.— Bueno, estaba pidiéndole preservativos a los chicos.— Debes estar bromeando. — digo saliendo del baño.— ¿Crees que mentía cuando te dije que no tengo preservativos conmigo?Lo observo buscando algún indicio de mentira, pero, no me está engañando. No lo haría y bu
Narra MaxEl enojo me invade, nunca me habían tratado así y mucho menos, una tonta enamorada de mí, por lo que, es imposible para mí entender porque razón ella se atrevió a golpearme por un anciano que ella no quiere.— Amigo, no lo puedo creer. — dice Terry y yo hago una señal de silencio.— No me molestes, aun no puedo entender cómo fue posible que ella pensará en golpearme, mucho menos me parece lógico que me golpeará.— Le preguntaré a Hanna, ella es una chica que habla aunque le tapen la boca. Así que, si algo ha pasado con ella, nos lo dirá. — dice Carlson y yo asiento.Lo que más me interesa ahora es si tendré su apoyo como antes. Porque si he soportado su acoso todos estos años, es por el poder que su padre tiene en el equipo del que quiero ser parte.— ¿Esto arruinará que te rec
Terry me dice muchas veces que no me preocupe, pero no puedo evitar dejar de hacerlo, después de todo, las mujeres que son mi alimento, ahora están pensando por su cuenta y eso lo arruina todo.‘No comprendo lo que sucede, ¿Desde cuándo la leche se queja por ser bebida? Ellas son sumisas, siempre lo han sido, así que, ¿Qué han cambiado?’ me pregunto mentalmente.Agotado por mi día innecesario de vivir, bajo del auto y entro a mi casa donde hay todo, menos un hogar. Miro a un lado de la casa y noto que mi padre está en casa, por lo que, entro y camino directamente al sótano.A medida que avanzó escucho el llanto de mi madre y sus suplicas, por lo que, suspiro profundo sabiendo que no he sido el único que ha tenido un día terrible. Ahora mi madre lo está teniendo.— ¡¿Qué hiciste, maldita mujer?! — grita mi padre.&mdash
Narra DayMi cuerpo no puede más. Me siento en una especie de trance del que no quiero salir. Ya he tenido cuatro veces mi orgasmo y mi cuerpo sigue deseando más. Sin darme cuenta, me he movido a posiciones que no había hecho en el pasado, pero, que a partir de ahora haré porque se siente demasiado placentero.Así de lujuriosa me he vuelto y todo es por culpa del hombre que saca lo peor de mí y lo más preocupante es que esa parte de mí que no conocía, se mezcla tan bien con sus perversiones que me siento en el cielo. Estoy cansada, pero, me siento en el cielo.— Realmente voy a morir.— No puedes hacerlo. Los muertos no tienen sexo, esposa. — dice Ryan y de inmediato niego.— Entonces, no puedo morir todavía. Hay mucho placer que vivir. — susurro.Ryan, se aleja de la cama, solo para tomar una toalla de mano que ha humedecido varias veces para limpiarme,