Quiero decirle que se detenga… no, me gustaría decirle que se detuviera o tener las ganas de hacerlo, pero, la verdad es que deseo saber que más va a hacer. Quiero saciarme del malestar que siento y como lo dijo él antes de que sea un desconocido, es preferible que sea él.
Sin embargo, tengo miedo. Porque con solo pensar que él es la mejor opción, es un síntoma que me estoy doblegando a cosas que no debería aceptar. Porque por mucho que pasen cosas, no debería ser buena con él.— Si acepto que lo hagas, si dejo que tomes el control, es para quitar esas sensaciones desagradables de la droga y no porque quiera que me toques y mucho menos que folles conmigo. — le digo con frialdad.— Entiendo. — susurra Ryan alejándose de mí completamente.Su actitud, me toma por sorpresa. después de todo, no me esperaba esta respuesta de su parte. Pero, realmentCon seriedad, lo observo fijamente y me alejo de su agarre para caminar como puedo hacia el baño donde me quedo por varios minutos debajo de la lluvia artificial, pero, ni siquiera eso me calma.Por mucho que quiero calmar el malestar, este parece concentrarse en lo más profundo de mí. Negándome a darme la paz que tanto necesito, porque realmente necesito liberarme de tanta tensión.— No seas terca, Day. Si esa droga aún no ha sido regulada con los antídotos de aquí, es porque es muy fuerte. Solo dime lo que te he pedido, así, podre ayudarte. — dice Ryan sin abrir la puerta.— ¡Prefiero comprarme un vibrador que hacer eso! — grito con molestia.Ryan ya no golpea la puerta, si no que, la destruye completamente rompiendo está en varios pedazos. Sorprendida, miro a mi alrededor e incluso, intento gritar, pero, su mano cubre completamente mi boca, dejándome sin
Aunque no me siento feliz por lo que he hablado con Ryan y lo que hemos experimentado, no puedo pensar en eso en estos momentos, porque sus besos y toques son tan satisfactorio que no es posible para mí pensar en otra cosa que no sea esta.Las sensaciones que han despertado con el afrodisiaco se ha intensificado en un mismo punto, de tal forma que siento que voy a morir. El malestar que desde un principio sentí, me sonríe como si se hubiese hecho amigo con algo reprimido en mi cuerpo, porque parece algo conocido que agradece ser sentido aunque fuera por pocas horas.Ryan, continúa tocando de tal forma que siento como algo entra en mí, tensionando mi cuerpo e incluso, me obliga a morder la almohada porque la sensación es tan grande que me es imposible no gemir.— Recuerda contener las ganas de gemir tan fuerte, lo que menos queremos es que confirmen lo que estamos haciendo, esposa.— Eso es tu culpa. — di
Después de calmarme un poco, entro a la ducha donde el enojo me invade por dejar que él me tocara y también, por ponerme en un riesgo innecesario del que apenas salí sin mayores consecuencias negativas.— No puedes ser así de tonta. A partir de ahora, antes de escaparte, debes sacar mucho dinero para no tener problemas de protección o donde quedarme. — susurro.Comprendiendo que debo aprender de mis errores, me termino de duchar y salgo, para colocarme una ropa perfectamente doblada sobre la camilla que ya está seca y limpia. De inmediato, me ruborizo por lo que pudieron haber visto o escuchado y esa vergüenza aumenta al recordar que desde que llegué, me la pasé gimiendo.— Espero que nadie haya tomado fotografías o videos, porque si eso se divulga, no podré mirar a mis amigas siquiera por la vergüenza que siento en estos momentos.Alguien toca la puerta y yo
Me quedo mirando fijamente la escena, ya que, por mucho que dijo que había hecho, no lo creí capaz de hacer algo así. Por eso, retrocedo. Ya que, si ha hecho esto, es capaz de matar a cualquier hombre con el que intente tener sexo, justo como lo mencionó antes.— Tranquila, cariño. No temas por lo que él pueda hacerte, ya que, tiene mucho dolor en su cuerpo para hacerte daño. — dice Ryan sonriendo, sin moverse de la cama donde está sentado.‘Él es quien me causa temor, ¿Cómo puede ser así de violento con una persona y sonreír como si nada hubiese hecho?’ me pregunto mentalmente.— No le volveré a hacer daño, señora. Yo he aprendido mi lección.— ¿Señora qué?— Señora Volkova.Ahora mismo, siento mucho miedo por lo que Ryan puede hacerme si lo hago enojar, pero, debo m
No me siento bien, aunque quiero pensar que no es mi culpa y que no es buena idea que piense en eso, las palabras de Ryan se repiten en mi mente recordándome lo tonta que fui por dejar de lado mi seguridad.Algunas personas a mi alrededor, hablan entre sí y yo me siento en riesgo al no ver a alguien conocido, que pueda consolarme o por lo menos, decirme que no es mi culpa. Que el intento de abuso y las quemaduras de esa persona, no son mi culpa.— Señora, por favor…— No, no se me acerquen. — digo en medio del llanto.— Entienda que…— Quiero a mi padre. Quiero hablar con mi padre. — digo sentada en una esquina del pasillo donde gimoteo si alguien intenta acercarse a mí.Varias personas se mueven rápidamente y solo dejo que se acerquen a mí cuando escucho la voz de mi padre en uno de los teléfonos.— Day… — dice mi padre con voz ago
Dos días despuésNadie ha venido a visitarme y no lo hacen porque no sepan dónde estoy, si no, porque mis visitas están tan restringidas que solo la psicóloga es quien viene a hablar conmigo sobre cómo me siento y como debería enfrentar la situación vivida.Molesta, me quedo mirando la única ventana de la habitación, donde aunque lo intentara no podría escaparme, porque tiene barrotes y estoy en un piso demasiado alto para saltar y vivir para contar la historia.Así que, como un animal en una jaula de oro, espero que la muerte venga a mí, porque no soy capaz de acelerarla. Las guardaespaldas, intentan hablarme, pero, no me siento cómoda hablando con ellas, porque al final, son espías del enemigo.Por eso, aunque estoy muy aburrida, no hablo con ellas y desde ayer he dejado de comer, porque este tipo de vida donde tengo escoltas hasta para ir al baño, no
El chofer, sube a mi lado y me da una sonrisa nerviosa, es evidente que no se siente cómodo conmigo a su lado, pero, prefiero que él se sienta incomodo a yo estar al lado del hombre que brillo por su ausencia durante estos días.Aclaro, no es que me interese verlo, si no, que he deseado enfrentarlo y preguntarle si ha amenazado a mi padre para que él actúe tan extraño, pero, él durante estos días me ha ignorado completamente.Ahora, ni siquiera quiero reclamarle, porque estoy segura de que es así. Solo eso explicaría porque mi padre ha actuado tan diferente desde que él apareció en mi vida. Por lo que, preguntar y que me mienta es innecesario.— ¿Estas cómoda, esposa?— Lo estaría si no estuvieras aquí. — susurro.— Oh, siempre tan dulce. Mi esposa es muy dulce conmigo, incluso, podría decir que soy el hombre má
Me quedo en silencio, después de todo, de nada vale preocuparse por algo que aún no sé si va a hacer. Por lo que, me quedo en silencio viendo por la ventana, porque seguir comprando es innecesario.Como lo dijo, llegamos a un edificio y somos llevados hasta la azotea donde hay un helipuerto con un helicóptero esperándonos. Preocupada, miro a Ryan deseando que no salga con alguna novedad, pero, él se ve tan tranquilo que no sé qué va a hacer o decir.— Vamos a subir al helicóptero, esposa— ¿Dónde está el piloto?— ¿No te gustaría que fuera yo? —pregunta Ryan sonriente y de inmediato, me quedo en mi lugar.Ryan comienza a reírse, como si mi reacción fuera graciosa. Pero, ni siquiera al verlo burlándose me muevo. No confío en este hombre, por lo que, no voy a subirme a un helicóptero piloteado por é