Antes que Braulio llegara a la casa con Antonella, Elena le marcó a Annie a la oficina.
—La trepadora ya debe estar por llegar.
—Pensé que se demoraba una semana más.
—Adelantó en viaje y le avisó a Braulio apenas hasta anoche, por eso no te avisé antes. Annie debes estar muy alerta con mi sobrino, ese mujer es una resbalosa, y ya sabes cómo son los hombres de sinvergüenzas que se dejan llevar por cualquier falda que se mueva bonito. Y Braulio no lo dice de frente, pero estoy segura que él quiere ver a Rodrigo casado con esa buscona.
—Por supuesto que estaré muy pendiente de Rodrigo, no dejaré que esa muerta de hambre pase ni un minuto a solas con él.
—Me gustaría que hoy vinieras a almorzar con nosotros.
—Iré encantada.
Rodrigo volvió a sentir el perfume de Scarlet en la ropa de Jr. y como sab&iac
Al medio día Rodrigo y Annie llegaron juntos a la casa para almorzar. En la sala ya estaban Elena, Braulio y Adelaida que también había ido a acompañarlos.—Bien, como ya estamos todos pasemos a la mesa. —Dijo Elena. —Aún faltan Antonella y Jr. —Agregó Braulio:—Perdón, se me olvidaba que tu ahijada había llegado. ¿Pero ella por qué no ha bajado?—Estaba atendiendo a Jr. —Dijo la elegante mujer mientras bajaba las escaleras con el niño agarrado de la mano—. A los niños hay que prestarles el tiempo que necesitan para hacer sus cosas. ¿Verdad Rodrigo?—Por supuesto. —Ella se acercó y le dio un beso en la mejilla.—Qué alegría verte de nuevo Rodrigo.—Igualmente Antonella, me alegra mucho verte. —Annie y Elena se miraron. Rodrigo abrazó a Jr.&
No habían pasado diez minutos cuando Israel salió del edifico como un huracán con ganas de llevarse todo por delante del coraje que cargaba. Michael y Annie estaban anonadados.—¿Tan rápido regresaste? —Dijo Michael, Annie agregó:—¿Si te dio la información?—No, el miserable ese pretendía que me besuqueara con él y no lo acepté.—Lo sabía. —Dijo Michael—. Sabía que es un resbaloso. Annie le dijo:—Pero el trato era que si tu venias a verlo, él nos daba esa información.—Pues no le importa y desea ver arruinada a mi familia. Frank es una maldita rata de alcantarilla.—No puedo creer que Frank sea capaz de jugar tan sucio. ¿Ahora qué haremos?—Solo debemos unir fuerzas, intentar que los rumores acerca de los altos ejecutivos de S&B paren, y co
Cuando Rodrigo regresó a la oficina vio la llamada de Ernesto, entonces le marcó.—Dime Ernesto.—Señor, lo llamé porque su padre llevó a su hijo a la casa del conde y lo dejó allá por un casi una hora, pero ya lo regresó a su casa.—¿Viste con quien dejó al niño?—No señor.—Gracias Ernesto, me avisas cuando lo vuelva a llevar.Al otro día en la mañana Scarlet se despertó sintiéndose enferma, Rocío había ido a terminar de limpiar.—¿Qué y tiene señorita?—Me siento débil, me duele el vientre y la cabeza.—¿Será que le va a venir la menstruación?—Ya tengo días menstruando y no se me quiere pasar.—Entonces debe ser eso, hoy le voy a preparar un almuerzo bien nutritivo
Rodrigo salió como el viento sin detenerse del edificio de su empresa y busco su auto. Pocos minutos después se encontraba estacionado frente a la casa del Conde.Apagó el auto y antes de bajarse se quedó inmóvil frete al volante pensando en lo que estaba a punto de hacer. Su corazón comenzó a palpitar más rápido; sintió necesitar más aire y aspiró todo lo que cabía en su pecho. De pronto una dualidad interna se manifestó con pensamientos y sentimientos contradictorios; estos lanzaban mensajes como:“Si entras a esa casa todo acabará, deberías intentar recuperarla, conquistarla; si a ella le interesa el dinero ¿qué más da? para eso tengo bastante, puedo comprarla para mí. ¡¿Pero qué tonterías estoy pensando!? No puedo volver a revivir esta fantasía, tarde que temprano sé
Afuera Rocío le entregó el niño a Ernesto.—Es mejor que lo lleves a su casa. —Jr. le dijo a Rocío.—No quiero dejar a mi mamá.—Lo sé, pero tú no debes escuchar esa discusión que hay entre ellos. —Ella miró a Ernesto.—Llévalo, no vale la pena que se quede oyéndolos.—Si, por supuesto.Adentro había todo un campo de batalla donde Scarlet no tenía ninguna posibilidad de ganar. Ella gritando a Rodrigo a todo pulmón agregó:—Seré una zorra, pero jamás trataría tan mal a mis hijos. —Rodrigo rió con cinismo y le dijo:—Si claro, solamente crecerán sabiendo que su madre trabaja de puta en un bar.—No te la vengas a tirar de decente, si te lo pasas metido en los bares buscando putas para acostarte con ellas, perro desg
Raiza llegó a la casa de los Salvatierra con los niños y algunas maletas.Braulio y Rodrigo escucharon desde la biblioteca el revuelo que había en la sala. Raiza estaba llorando contándole a Elena que había decidido dejar a Willy.—Tiene a otra mujer tía.—¿Pero estás segura?—Si tía, le revisé el celular y conseguí varios mensajes obscenos de esa mujer.—Willy resultó ser un sinvergüenza. —Braulio y Rodrigo llegaron a la sala. Entonces Elena a propósito le dijo a su sobrina.—Sí, seguro Willy anda con una pérdida. Porque eso es los que les encanta a los hombres. —Braulio tomó la indirecta.—¿Lo dices por mí?—No hermanito, lo digo por algunos necios que no quieren fijarse en las que si son damas de verdad, en cambio las resba
Scarlet fue trasladada a la clínica, Braulio y Rocío fueron detrás de la ambulancia. En la sala de emergencias el doctor cuando vio que ella tenía una hemorragia le preguntó a Braulio:—¿Sabe si ella está embarazada?—No, la verdad no lo creo.—De todos modos le haremos una ecografía, porque parece que está teniendo un aborto.Braulio miró a Rocío con cierto asombro en su rostro, pero no le dijo nada. El doctor le realizó a Scarlet la ecografía, y ellos observaban curiosos de saber el resultado.Rocío porque conocía la historia de Rodrigo y Scarlet, Braulio porque era un diablo viejo, y nadie le sacaba de la cabeza que entre ella y su hijo hubo algo, y pensaba dentro de sí que si ella estaba embarazada, había una alta probabilidad que ese niño fuera su nieto.—Si está en estado de
Scarlet necesitaba contarle a alguien de su embarazo, entonces le marcó del celular de Rocío a Gema y le pidió que fuera en cuanto pudiera.—Mamá, Scarlet está hospitalizada.—¿Y eso por qué?—No me dijo, pero quiere decirme algo.—Me gustaría ir a verla.—Mejor mañana mamá, Scarlet quiere decirme algo a solas.—Entonces ve a ver que necesita esa pobre muchacha.Braulio se fue después que Rodrigo a la oficina y dejó que pasara un rato, luego lo buscó para enseñarle unos papeles, aunque no era necesario que él los revisara, pero quería verle la cara y observar su actitud.Lo consiguió distraído pegado al ventanal, solo con la expresión de su cara se notaba su preocupación. Braulio que no tenía pelos en la lengua dejó las carpetas sobre el esc