Annie comenzó a sospechar que Rodrigo se estaba acostando con Scarlet y eso le molestaba; entonces buscó a Andrés para sacarle información, ya que se suponía, él conocía todos los movimientos de Rodrigo.
—Dime una cosa Andrés, ¿qué sabes de esa tal Scarlet, la has visto?
—Sí, sí la he visto.
—¿En verdad se parece a Ángela?
—Bastante.
—¿Bastante, solo eso, creí que era igual?
—A Rodrigo le pareció que es más bonita. —Annie se puso como una culebra.
—¿Acaso a Rodrigo le gusta la prostituta?
—Ella le gusta a todos, es muy hermosa, pero Rodrigo no pretende tocarla.
—¿Y tú cómo lo sabes?
—Porque quería que se acostara con Israel y conmigo, pero yo no quise, Israel si aprovechó.
—Entonces Rodrigo no desea estar con ella.
—No que yo sepa, aunque se le van los ojos cuando la ve, se nota que le gusta en serio esa mujer.
—O sea que puede que si quiera acostarse con ella.
—Bueno, es
El viernes Rodrigo fue a la casa a buscar sus cosas e irse para a Miami tal y como lo había hecho las últimas semanas. Elena fue a su habitación y llamó a su puerta.—Rodrigo soy yo.—Pasa tía. —Ella entró, Rodrigo se estaba quitando la corbata y ella le dijo.—¿Entonces te irás de nuevo?—Si tía, sabes que debo estar con Jr.—Sabes, tu padre y yo hemos estado pensado, no te lo habíamos dicho antes porque ya casi ni vienes a la casa, pero hace días estuvimos conversando y llegamos a la conclusión de que fue un gran error de nuestra parte no haberte apoyado con recibir a esa mujer en esta casa.—Se llama Scarlet.—Bueno si, Scarlet. En fin, lo que quiero decir es que recapacitamos acerca del asunto y queremos apoyarte, estamos dispuestos a recibirla, al fin y al cabo es una empleada más, haremos de
Por un rato siguieron hablando cosas, sobre todo ella no paraba de contarle algunas anécdotas, Rodrigo solo seguía lo que ella decía, mientras, observaba detalladamente su rostro juvenil, su sonrisa, sus ojos brillantes como esmeraldas, su cabello suelto, se veía tan hermosa. Para ese momento ya no se parecía en nada al de Ángela, para Rodrigo era Scarlet, la mujer que en pocas semanas y sin intención alguna despertó en él las esperanzas y las ganas de seguir viviendo, de seguir adelante sin Ángela. Aunque no estaban juntos ella se había convertido en su nueva compañera. Antes de su llegada él andaba solo por un camino lleno de espinas cargando una pesada cruz, de pronto Scarlet salió de un lado del camino y decidió ayudarlo a cargar el pesado madero de la profunda tristeza que sentía. Los sentimientos que Rodrigo había desarrollado hacia ella eran una mezcla de amor, pasión, admiración y agradeciendo porque simplemente era
Cuando la fiesta terminó todos se retiraron a descansar, Scarlet quiso ducharse, entonces puso a llenar la tina y se sumergió en ella cuando ya estaba llena. Pese que ya era de madrugada y la jornada del día había sido larga, Scarlet no tenía ni una gota de sueño, la causa de su desvelo era Rodrigo y lo que estuvo a punto de suceder en la terraza.Minutos después salió de la tina, tomó la toalla y se secó, luego que se puso la ropa de dormir se fue a la cama, allí continuó pensando en él.“Creo que estoy confundiendo las cosas, anoche sentí que Rodrigo me quiere —Ella se puso los dedos sobre sus labios y cerró los ojos—. Estuvo a punto de besarme; siento que lo amo, pero estoy consciente que no puedo aspirar nada con él, ante sus ojos soy una prostituta, eso me lo demostró con ese contrato, en este momento siento que me arrepiento
Como un par de buenos amigos charlaron un rato degustando el postre. La verdad no se dieron cuenta a qué horas terminaron de comer, tenían puesta toda su a tensión el uno sobre el otro. Como habían puesto las cartas sobre la mesa, y se habían confesado sus sentimientos, comenzaron abiertamente a mirarse con ternura, amor y anhelo. Rodrigo de pronto se quedó mirándola con sus ojos enamorados y le dijo: —Nunca pensé encontrarte. —Le agarró la mano—. No dudes de mi amor Scarlet. — Ella agachó por un momento la mirada, después conectó sus ojos con los de Rodrigo. —No dudo de tus sentimientos, solo te pido que nos demos un tiempo para conocernos más, sobre todo quiero que me conozcas, que sepas bien quien soy. —Pero siento que te conozco de toda la vida, ya te dije, no me importa el pasado, solo anhelo un futuro para los dos. —Rodrigo le insistió tanto que Scarl
La semana de fin de año, Elena y Braulio estaban entusiasmados porque Jr. vendría a casa por algunos días, aunque ella no estaba muy conforme, pues quería que el niño se quedara en casa. Rodrigo le confesó a Scarlet la oposición que había hecho su familia en cuanto a que ella usurpara el lugar de Ángela. Ellos estaban en el parque con Jr. paseando al perro. Mientras el niño jugaba con la mascota, ellos se sentaron en una banca. —Comprendo a tu familia, a mí también me pareció que era una locura hacerme pasar por tu esposa. —Mas sin embargo lo has hecho mejor de lo que creí, de verdad parces que fueras su madre, y no me refiero que te parezcas a Ángela, sino que le das tanto amor, no sabes cuánto le agradezco al cielo por lo que haces por mi hijo. —Bueno, Jr. en verdad se gana el cariño de cualquiera. —¿Aún te parece que es una locura? —Creo que es algo extremo, pero lo hiciste para darle felicidad a tu hijo, eso es enormemente justific
Por la tarde el portero llamó a la casa anunciando que afuera estaba el señor Israelí Salvatierra.—Sí que pase. —Dijo Regina. Después con entusiasmo le informó a Rodrigo:—¿No te imaginas quién está por entrar?—Ni idea, ¿de quién se trata?—Tu primo Israel. —Los ojos de Rodrigo se pusieron como un par de platos.—¿Y a qué viene? —Preguntó con cierto tono de molestia pensando en Scarlet.—Me imagino que debe saber que tu estas aquí y viene a saludarte.—Si a lo mejor. —Él pensó en sus adentros:"Conozco muy bien a mi primo, seguro viene a verla a ella, porque para verme a mi puede hacerlo en México".El timbre sonó, Regina iba a abrir pero Rodrigo no la dejó:—Deja, yo voy. —Cuando abri&oac
Por la noche Scarlet tenía mucha tristeza, sus temores e inseguridades acerca de su relación con Rodrigo se habían agudizado, por ello sentía ganas de cortar la relación antes de que todo se hiciera más difícil para ambos, tenía claro que las cosas que Rodrigo pensaba que ella había hecho con los hombres durante el tiempo que trabajó como bailarina serían un gran tropiezo para que su relación perdiera avanzar sin percances.La verdad Scarlet no se sentía segura de que Rodrigo en verdad pudiera superarlo como lo aseguraba, no lo conocía del todo, pero si sabía el carácter que poseía, que era volátil y que se enojaba con facilidad. Su experiencia con él en Los Ángeles hablaba claramente de lo que él pensaba de las mujeres que trabajaban como lo hacía ella de bailarina nudista, y, aunque no dudaba de su amor, si dudaba qu
Elena mandó a decorar el jardín de la casa como si se fuera a realizar una fiesta infantil, quería recibir a Jr. con mucha alegría y mandó a llamar a todos los niños de la familia.Cuando Rodrigo y Jr. llegaron ya los estaban esperando en el jardín; casi todos los Salvatierra habían asistido y hasta algunos vecinos, incluyendo a Marina Ibáñez, la eterna amiga de Elena y llevó consigo a uno de sus nietos. Ella entró con su típico talante alegre y escandalosa saludando a todos los presentes. La dama caminaba con cierta dificultad.—¿Qué te sucedió? —Preguntó Elena.—Es que mis rodillas cada día las tengo más lesionadas.Cuando entraron el niño abrazó a Braulio.—Hola abuelito.—¿Cómo ha estado mi nietecito consentido?—Bien, el abuelo Alberto