—No sé por qué a ratos se me olvida la clase de mujer que eres.
—¿Te molesta que te recuerde las cosas como son?
—La verdad soy un idiota, por momentos he llegado a creer que puedes cambiar y convertirse en una buena mujer, y justo cuando más lo estoy creyendo sales y me dices esas cosas así de forma tan descarada, no tienes escrúpulos.
—Ya te dije que no me importa lo que pienses de mí, no tenemos arreglo ni que yo cambie. Aquí el único arreglo seria no volvernos a ver nunca.
—El arreglo es que tú decidieras cambiar.
—¿Cambiar qué? —A Scarlet le comenzaron a bajar lágrimas—. ¿Acaso olvidaste la porquería de contrato que me hiciste firmar? ¿Y qué hay de la noche que pretendías que Israel me hiciera el amor delante tuyo? ¿O
La discusión acabó, Rodrigo bajó a la biblioteca y se fumó un cigarrillo mientras calculaba que Scarlet sacaba algunas de sus cosas para la otra habitación. Dejó pasar casi una hora y subió a dormir. Cuando llegó observó el lado de la cama donde Scarlet dormía, sintió pesar por el matrimonio que ahora tenía, no podía percibir ni en sus sueños un futuro con ella, reconocía para entonces que él había cometido muchos errores difíciles de reparar, por un momento recordó algunas cosas que dijeron mientras discutían:‹‹Si lo que pretendías era apartarme de ti haciendo eso lo lograste. ››‹‹A pesar de las cosas que hice para alejarte de mí no pude evitar enamorarme, te quiero y no me i
Willy llegó a la oficina de Braulio y le dijo:—Le tengo una buena noticia suegro.—¡Qué bueno! ¿De qué se trata?—Me acabo de enterar que Renato Alcázar regresa a México este fin de semana.—Eso es algo bueno, claro, depende de si él accede hablarconmigo.—Pues sí, pero vale la pena intentarlo.—¿Hoy iras con nosotros a almorzar?—Sí, ya hablécon Raiza hace un rato.—¿Ya se arreglaron?—Hemos aclarado muchas cosas, pero ya sabes querido suegro como son las mujeres cuando quieren hacerse a rogar.—En eso te doy toda la razón.—Bueno, yo iré a buscar a los niños al colegio y me voy directo al casa, así puedo hablar
Rodrigo buscó a Scarlet para hablar con ella del asunto con Elena, la consiguió sentada en la mesa de lectura que había en su habitación.—¿Qué sucedió con mi tía, por qué le pegaste? —Ella sin voltear a verle la cara respondió:—Ella me pegó primero.—Sí, ella te pegó primero, pero aun así no debiste pegarle, me lo hubieras dicho a mí y yo me habría encargado.—¿Te habrías encargado de qué?—En esta familia las cosas se resuelven hablando, no dándole golpes a los demás.—Ella me atacó, me insultó, me dijo cosas horribles de mi hijo y me pegó, ¿qué se supone que debía hacer?—Ya te dije que con golpes no... Te agradezco que esto no se r
Ella anonadada se quedó en silencio, entonces él se le acercó y se sentó a su lado, con una voz apacible le dijo:—Vi lo que Elena y mi esposa te hicieron, Jr. también lo vio todo, durante el almuerzo el niño intentó defenderte, pero todos le hicieron caso omiso, incluyendo a Rodrigo. —Ella tragó saliva con rabia—. Perdone que te lo diga, pero tu marido prefiere creerle a Elena, mejor dicho, todos le creen aesavieja. —Scarlet se quedó callada, entonces él prosiguió:—Sabes Scarlet, me identifico mucho contigo, también he sufrido las humillaciones y rechazos de esta familia. Durante años he sido humillado y pisoteado hasta por mi propia esposa. Solo por el hecho de yo no pertenecer a su clase social ella me humilla. Y Elena ni hablar, Rodrigo me mira por encima de sus hombros. Braulio, estoy seg
Antes de irse a la oficina, Rodrigo habló a solas con Jr. acerca de lo que había sucedido con Elena y Scarlet. No le quedó duda alguna, Elena y Raiza estaban mintiendo, Jr. era un niño, y lo que dijo tenía precisión con las cosas que su familia pensaba Scarlet. Entonces le dio un beso en la frente y le dijo:—Jr. quiero que tú mamá esté feliz y tranquila. En esta casa con mi tía Elena eso no será posible, tu madre ha querido quedarse para que tú estés tranquilo, pero con lo que pasó debemos irnos a vivir a otra parte donde nadie la moleste a ella ni a tu hermanito.—Sí papá. ¿Pero por qué tía Elena odia a mi mamá y a mi hermanito?—No sé si la odia o qué será, pero si nos vamos a lo mejor eso nos ayude a todos a estar más tranquilos, y tu hermanito
Luego Israel le dijo a su familia:—Ahora no cabrá duda alguna que el hijo que Scarlet espera no es mío.—Para aclararlo todos tendrán que enterarse de tu qye Michael y tu son esposos.—Si mamá, Michael y yo decidimos hacerlo, creo que Scarlet y Rodrigo pueden ser felices si la familia los apoya.—¿Y de dónde salió ese chisme de que Scarlet y tu… ya sabes.—No lo sabemos, pero eso es mentira, ella tampoco es prostituta, no lo fue nunca, todo eso hay que aclararlo. Tengo que hablar con Rodrigo, ahora mismo voy a verlo en su oficina y le contaré todo.—Rodrigo se pondrá feliz.—Sí, estoy seguro que después de esto las cosas serán más fácil para su matrimonio.Rodrigo aprovechó un momento a solas para hab
El viernes en la mañana las muchachas estaban aseando las habitaciones como de costumbre, y Albani entró para limpiar la de Antonella.—Con permiso señorita Antonella, ¿puedo comenzar a limpiar su habitación?—Por supuesto, ya casi voy a salir así que puedes empezar. —Antonella estaba mirándose en el espejo de pie, después se fue a al cómoda y sacó sus joyas. Poniéndose los pendientes, miró a la muchacha a través del espejo, ella estaba ordenando la cama, entonces le dijo:—Albani, ¿es verdad lo que escuché?—¿A qué se refiere señorita?—Que Rodrigo y Scarlet están durmiendo en habitaciones separadas.—Si es cierto, están recién casados y ya andan de malas. Claro, hoy a la señora Elena con su
Antonella anonadada también se levantó y lo siguió.—¿Qué sucede Alejandro? Te veo triste, ¿acaso conoces a Scarlet?—Sabíade su existencia, no imaginé que estuviera casada con el mismo hombre que me quito a Ángela.—¿Acaso eres su pretendiente?—Prefiero no hablemos más del asunto.—No Alejandro, dime la verdad. Si estásinteresado en Scarlet yo puedoayudarte, ella y Rodrigo no se la están llevando bien, y ya sabes que estoy interesada en él, y necesito quitarla del camino para lograr casarme.—Ya te dije que no quiero hablar del asunto.—Tú y yo podemos unir fuerzas y hacer que se divorcien.—Está preñada de Rodrigo ¿no lo comprendes?—Ella p