Alejandro se encontraba muy inquieto porque no sabía nada de Ana Julia. Había ido al apartamento de Chaustre porque necesitaba hablar con alguien esa noche, y después llegó Antonio porque él lo había mandado llamar.
—¿Qué te ha dicho el detective?
—No ha encontrado ni un rastro de la mujer, al parecer la policía eliminó los registros de ella y su familia de la clínica, la están protegiendo.
—Maldición. ¿Y quién será ese fulano esposo que tiene?
—El detective está buscando en los registros públicos a todas las mujeres con ese nombre, sobre todo ha estado buscando en los libros de actas de matrimonio.
—Pues dile que se apresure, la paciencia se me está agotando. Quiero tenerla conmigo en cuanto antes.
Chaustre le di
Por otra parte Rodrigo había asumido con demasiada facilidad que Scarlet era su esposa, y en su mente él ya estaba construyendo un hogar y una familia con ella; parecía que ya se le había olvidado todo lo que había pasado. Tenía la firme creencia de que todo se arreglaría, que las cosas torcidas se volverían derechas de algún modo que él mismo no se ponía a pensar cómo ni cuándo; y estaba demasiado esperanzado con la llegada de ese otro hijo que le devolvería la alegría.Para que su tía y su hermana se calmaran un poco y dejaran en paz a Scarlet, les dijo que se la llevaría lejos, que no las molestaría por mucho tiempo con su presencia; sin saber que darles esa información empeoraría las cosas, porque para ellas ahora no se trataba de salvar su fortuna o librarlo de una trepadora, ahora se trataba de retenerlo a él en
Rodrigo regresó a la casa paras almorzar, cuando ingreso al complejo donde vivía, a varios metros de distancia vio el auto de Juan Carlos que se dirigía hacia la salida, Rodrigo siguiendo las reglas del lugar condujo despacio y no tenía pensado verle la cara al otro que considera su rival.De pronto Juan Calor sacó la mano y le hizo señas a Rodrigo, quería hablar con él, Rodrigo en contra de su voluntad bajó la ventanilla de su auto.—¿Qué quieres?—Quiero que hablemos.—Me parece que no es el momento ni el lugar._Si deseas voy a tu casa ya mismo.—Mejor hablemos aquí. —Ambos estacionaron los autos y bajaron a hablar frente al parque. Rodrigo se acercó a él.—Ahora sí, ¿qué me quieres decir?—Q
—No sé por qué a ratos se me olvida la clase de mujer que eres.—¿Te molesta que te recuerde las cosas como son?—La verdad soy un idiota, por momentos he llegado a creer que puedes cambiar y convertirse en una buena mujer, y justo cuando más lo estoy creyendo sales y me dices esas cosas así de forma tan descarada, no tienes escrúpulos.—Ya te dije que no me importa lo que pienses de mí, no tenemos arreglo ni que yo cambie. Aquí el único arreglo seria no volvernos a ver nunca.—El arreglo es que tú decidieras cambiar.—¿Cambiar qué? —A Scarlet le comenzaron a bajar lágrimas—. ¿Acaso olvidaste la porquería de contrato que me hiciste firmar? ¿Y qué hay de la noche que pretendías que Israel me hiciera el amor delante tuyo? ¿O
La discusión acabó, Rodrigo bajó a la biblioteca y se fumó un cigarrillo mientras calculaba que Scarlet sacaba algunas de sus cosas para la otra habitación. Dejó pasar casi una hora y subió a dormir. Cuando llegó observó el lado de la cama donde Scarlet dormía, sintió pesar por el matrimonio que ahora tenía, no podía percibir ni en sus sueños un futuro con ella, reconocía para entonces que él había cometido muchos errores difíciles de reparar, por un momento recordó algunas cosas que dijeron mientras discutían:‹‹Si lo que pretendías era apartarme de ti haciendo eso lo lograste. ››‹‹A pesar de las cosas que hice para alejarte de mí no pude evitar enamorarme, te quiero y no me i
Willy llegó a la oficina de Braulio y le dijo:—Le tengo una buena noticia suegro.—¡Qué bueno! ¿De qué se trata?—Me acabo de enterar que Renato Alcázar regresa a México este fin de semana.—Eso es algo bueno, claro, depende de si él accede hablarconmigo.—Pues sí, pero vale la pena intentarlo.—¿Hoy iras con nosotros a almorzar?—Sí, ya hablécon Raiza hace un rato.—¿Ya se arreglaron?—Hemos aclarado muchas cosas, pero ya sabes querido suegro como son las mujeres cuando quieren hacerse a rogar.—En eso te doy toda la razón.—Bueno, yo iré a buscar a los niños al colegio y me voy directo al casa, así puedo hablar
Rodrigo buscó a Scarlet para hablar con ella del asunto con Elena, la consiguió sentada en la mesa de lectura que había en su habitación.—¿Qué sucedió con mi tía, por qué le pegaste? —Ella sin voltear a verle la cara respondió:—Ella me pegó primero.—Sí, ella te pegó primero, pero aun así no debiste pegarle, me lo hubieras dicho a mí y yo me habría encargado.—¿Te habrías encargado de qué?—En esta familia las cosas se resuelven hablando, no dándole golpes a los demás.—Ella me atacó, me insultó, me dijo cosas horribles de mi hijo y me pegó, ¿qué se supone que debía hacer?—Ya te dije que con golpes no... Te agradezco que esto no se r
Ella anonadada se quedó en silencio, entonces él se le acercó y se sentó a su lado, con una voz apacible le dijo:—Vi lo que Elena y mi esposa te hicieron, Jr. también lo vio todo, durante el almuerzo el niño intentó defenderte, pero todos le hicieron caso omiso, incluyendo a Rodrigo. —Ella tragó saliva con rabia—. Perdone que te lo diga, pero tu marido prefiere creerle a Elena, mejor dicho, todos le creen aesavieja. —Scarlet se quedó callada, entonces él prosiguió:—Sabes Scarlet, me identifico mucho contigo, también he sufrido las humillaciones y rechazos de esta familia. Durante años he sido humillado y pisoteado hasta por mi propia esposa. Solo por el hecho de yo no pertenecer a su clase social ella me humilla. Y Elena ni hablar, Rodrigo me mira por encima de sus hombros. Braulio, estoy seg
Antes de irse a la oficina, Rodrigo habló a solas con Jr. acerca de lo que había sucedido con Elena y Scarlet. No le quedó duda alguna, Elena y Raiza estaban mintiendo, Jr. era un niño, y lo que dijo tenía precisión con las cosas que su familia pensaba Scarlet. Entonces le dio un beso en la frente y le dijo:—Jr. quiero que tú mamá esté feliz y tranquila. En esta casa con mi tía Elena eso no será posible, tu madre ha querido quedarse para que tú estés tranquilo, pero con lo que pasó debemos irnos a vivir a otra parte donde nadie la moleste a ella ni a tu hermanito.—Sí papá. ¿Pero por qué tía Elena odia a mi mamá y a mi hermanito?—No sé si la odia o qué será, pero si nos vamos a lo mejor eso nos ayude a todos a estar más tranquilos, y tu hermanito