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Un mes después.Abigail abrió los ojos, estaba al lado de su esposo, quien dormía.Sonrió, era increíble estar junto a èl. Cuando recordó todo lo pasado, se sorprendió de que al final hubiesen luchado tanto por estar juntos.Ella besó su frente, luego salió de la cama.Estaban en EL Cairo y pronto iban a volver a casa, hoy era su último dìa ahí.Cuando su esposo abrió los ojos, y no la encontró, corrió a la ducha, admirando su perfecta figura que alteraba todos sus sentidos.Entró en la ducha y la abrazó, besando sus labios y su piel.—Es nuestro último dìa aquí, Denver, quería que fuese eterno.Èl sonriò.—Mi amor, te prometo que volveremos pronto, ¿sì?Ella colgó sus manos en su cuello y asintió.Por la noche, fueron al último lugar que les faltaba visitar, iban con un grupo de turistas y un guía.Había entre ellos muchas parejas recién casadas.Subieron a un auto y llegaron hasta el desierto de Frafra.Apenas llegaron, Abigail estaba emocionada, tomó fotos con la cámara que su espo
Anya parecía muy tensa, Denver y ella se alejaron un momento.—No lo sé, tal vez, solo estoy un poco loca y celosa, pero, hace unos días, ocurrió algo.Flashback:«Aquel día Anya y Emerson llegaron de la fiesta de cumpleaños de Betty.Emerson había bebido suficiente, estaban muy felices, y aun cuando llegó, Emerson bebió un poco màs.Para ese momento, Johana ya estaba en casa, porque dijo que no tenìa a donde ir, le habían negado el trabajo en Yakamoz de Chicago y, por si fuera poco, estaba sin un lugar donde quedarse.Anya vio bien que se quedara en la mansión, después de todo era un lugar enorme, y siendo amiga de Abby, pensó que era confiable.Pero, aquella noche, cambió repentinamente de parecer.Todo ocurrió cuando Anya, que esperaba a su marido en la habitación, no lo vio llegar, decidió bajar a buscarle, creyendo que se había quedado dormido en el minibar de la mansión.Pero, cuando llegó hasta ese salón, lo que vio la dejó helada. Johana estaba intentando besar a su esposo, ac
—¿Johana? ¿Qué pasa?Johana limpió sus lágrimas.—Nada, estoy muy emocionada, feliz por ti.Abby sonriò, pero se sintió extraña. Más tarde, Johana se marchó.Abigail pensaba en una forma de contarle a Denver, haciendo algo emocionante para él. Quería que se sintiera orgulloso, que fuera un día de fiesta.Pronto sería la fiesta de cumpleaños de Denver, quería aprovechar ese momento.Al día siguiente, Abigail de nuevo se encontró con Johana, le contó sobre sus pensamientos.—¿Y qué has pensado para decírselo?—Bueno, pensé en llevarlo a una cena en un hotel, darle un regalo, no lo sé, tal vez un zapatito de bebé o una sonaja, cosas así, que sea tierno, cenar juntos, ya sabes algo muy romántico.Johana sonriò.—Entonces, hagámoslo, Abby, será algo hermoso, déjame ayudarte a planearlo.Abby estaba tan feliz. Johana quedó en ayudarle a elegir todo para esa noche especial.Cuando Abby se fue del departamento de Johana, el semblante de la mujer cambió.Se echó a llorar.—¿Cómo alguien puede
Mattias se puso frente a Abby, y mirò al hombre.—¡No nos hagas daño! ¿Quieres dinero? Daremos todo el dinero que quieras, pero, por favor, no nos hagas daño.—¡Cállate! Mejor camina afuera de este maldito lugar, o los dos terminarán muertos.Abby y Mattias salieron de ahí, apuntados por ese hombre.—Mattias…—Tranquila, estaremos bien —dijo el hombre.El sujeto lanzó unas llaves al suelo, y empujó a Matt.Abby se contuvo para no gritar, tenìa mucho miedo.—Lancen sus teléfonos al suelo, ¡ahora!Tuvieron que obedecer, pues eran apuntados por esa arma, ahí no sabía nadie cerca.—Suban al auto, tú, vas a conducir —dijo refiriéndose a Mattìas—. Si intentas algo, mataré a la chica.Mattìas tomó las llaves, asintió asustado.Subieron al auto. Abby era apuntada durante todo el camino, tenìa mucho miedo.Mattias condujo, el corazón estaba taladrando en su interior. Temía por Abby, ella estaba embarazada, temía por su amada esposa, y su bebé.Pronto, llegaron hasta una bodega.El hombre bajò
—¡Abigail no me traicionó! Aquí algo está mal, debemos llamar a la policía.—¡Denver, no! —exclamó Johana—. No creo que sea necesario hacer eso.Denver negó. Tomó su teléfono, llamó a la policía.Mandy estaba muy nerviosa, leía las cartas una y otra vez.—¡Es imposible! Matt no abandonaría a su bebé, además, ahora esperamos otro.—¡Te abandonó, Mandy! Mejor resígnate —dijo Johana.Mandy sollozó, Denver entró y la abrazó.—Calma, ya viene la policía.Johana estaba muy nerviosa.«Debo calmarme o me van a descubrir», pensó.Al cabo de un rato llegó la policía, Emerson y Bradley también llegaron.—Hermano, ¿qué pasó?Denver estaba pálido. Emerson tuvo miedo, se acercò a èl. Escuchó todo lo que decían.—Mi esposa no me abandonó, está embarazada. Además, lo que dice esta carta no es cierto; algo malo está pasando.La policía revisó las cartas, les preguntó sobre las letras. Nadie pudo mentir, era evidente que estaban escritas por ellos.—Señor, lo sentimos, las cartas parecen estar escritas
Abigail iba en esa camilla, todo daba vueltas en su mente confusa, abrió los ojos, y sintió esa mascarilla en su rostro.—Por favor… —no pudo decir nada, todo se volvió penumbras a su alrededor.Emerson estaba al lado de su hermano, estaban desesperados.—¡Él habló de secuestro! Lo juro.Los oficiales no decían nada, estaban muy inquietos.Mandy estaba abrazada a Anya y a Betty, lloraba sin control. Recién le habían dicho que estaba de nuevo embarazada, ella planeaba decírselo a Mattias, ahora no podía imaginar una vida donde no estuviera su esposo. Estaba tan feliz, últimamente, que nunca pensó que algo desgarrador pudiera suceder.Un oficial se acercò a ellos.—Llamaron del hospital, dicen que hay dos personas que recién ingresaron con el nombre de Mattias Carrigan Hill y Abigail Hank.Denver sintió que el corazón enloquecía, por lo menos ahora sabìa algo sobre ellos.—Al parecer tuvieron un accidente de tránsito, viajaban juntos en un auto.Las alarmas de Denver se dispararon, pero
Mattias abrió los ojos, no reconoció nada de ese lugar, no entendía qué pasaba.El doctor estaba revisándolo.—¿Podría darme la fecha?Mattìas habló y el doctor se quedó perplejo. La fecha que èl señalaba era de hace casi tres años.Cuando le hicieron ver su error, èl estaba asustado.—¡Llamen a mis padres o a mi esposa Vania! —exclamó.El doctor le pidió que se calmara.—Llamaré a su esposa —dijo el médico, haciendo que el hombre por fin se calmara.Matt recargó su cabeza en la almohada.«Todo lo que recuerdo fue esa pelea con mis padres y Vania, quería divorciarme, pero, han pasado años de eso, ¿qué me está pasando?», pensó desesperado.De pronto, esa mujer entró por la puerta. Mandy corrió a su lado.—¡Matt! ¿Cómo estás, mi amor?Los ojos de Mattias se abrieron enormes, casi rio.—¿Es una m*****a broma? ¿Quién eres tú? ¡Ella no es mi esposa! —exclamó desesperado y asustado.—¿Qué dices, Matt? Soy tu esposa, ¿te has olvidado de mì?Mattias se quedó perplejo, tragó saliva.—¿Tú er
El corazón de Abby latió con un miedo voraz; no entendía que era lo que pasaba.—¿Qué dices, Matt? Mi hijo es del hombre que amo, y ese es Denver, creo que, estás muy confundido.Matt dio un paso atrás, en el pasado creyó que Abby solo lo amaba a èl, por sobre todas las cosas, pero ahora, parecìa que estaba en un mundo diferente.—Yo…—Matt, ven conmigo, no estás bien —dijo Denver al notar cómo el hombre estaba descolocado, y tocaba su cabeza.Ambos salieron de ahí. Denver asintió mirando a su esposa, como si le dijera que se calmara.Pero, ella simplemente no podía estarlo, llamó a Mandy.***Denver y Matt caminaron por los amplios jardines del lugar.—¿Qué es lo que pasa contigo, Matt? Sé que estás demasiado ofuscado, pero, esto, es demasiado. Aunque no recuerdes bien, Abby y yo nos amamos, vamos a tener un hijo y tú amas a Mandy.—¿Y por qué Johana, siendo la gran amiga de Abby, dijo que ella y yo planeamos escapar, y que el hijo que lleva en el vientre es mío?Denver se quedó perp