Capítulo 5

Liam y el Conde se reunieron con los padres de Rous en su casa, y les explicaron toda la situación por la que el joven estaba atravesando, el señor Ricchi algo molesto les dijo:

—¿Por qué nunca me dijeron que Liam era el heredero del Patriarca?

—El heredero era su padre pero murió el año pasado.

—Era de suponer que cuando su padre muriera él sería el Patriarca.

—Faltaba mucho, además mi sobrino no pensaba regresar, solo que las circunstancias de ahora lo obligan.

Rous y Liam se miraban y el joven no sabía cómo calmar la molestia del señor Ricchi que dirigiéndose a él le dijo:

—Estoy decepcionado de ti Liam, creo que no ha sido del todo sincero, ¿Que más debo saber?

Liam miró a Rous y sin mucho ánimo dijo:

—Me quieren obligar a casarme con una mujer del clan Gotdianst.

Rous sobresaltada dijo:

—¿Qué estás diciendo?

—Me quieren obligar, pero no lo aceptaré.

El señor Ricchi le pregunto:

—¿Y qué se supone que harás al respecto?

—Quiero pedirle que me deje casarme con Rous esta misma semana.

El conde sorprendido agregó:

—¿Liam te has vuelto loco? —No tío, ellos no me van a obligar a casarme con una mujer que ni conozco, señor Peter si usted me da su aprobación me casaré con su hija este fin de semana.

La boda fue aprobada y el siguiente fin de semana Liam y Rous se encontraron en el altar de la luna para contraer nupcias. La ceremonia inició, y no era una boda bajo la luz de la luna como como se tenía previsto, pues se habían adelantado varias semanas, entonces lo hicieron en un espacio abierto decorado con muchas flores de distintas especies y de color blanco porque era el color favorito de la novia. La mayoría de personajes importantes de la manada y compañeros de universidad de los novios habían asistido. Todo marchaba como era esperado, Rous tenía sus ojos llenos de felicidad y sus padres estaban muy orgullosos de ella, el Sacerdote de la luna precedía la ceremonia y ellos hicieron los juramentos y promesas. Faltaba poco para que ellos se convirtieran en esposos cuando de repente fueron invadidos por un grupo de hombres del oráculo de los Gotdianst, y el Máximo iba con ellos y tenía puestas sus investiduras de sumo sacerdote del clan con las cuales llamó mucho la atención de todos los que estaban presentes.

El Alfa de la manada y los demás líderes de inmediato lo reconocieron y fueron con él.

—¿Qué sucede que nos invaden de esta manera? están irrespetando el territorio del clan de los Licántropos.

El Máximo le respondió con voz autoritaria:

—Ustedes son los que están inmiscuyéndose en los asuntos de los Gotdianst casando a nuestro Patriarca con una de sus jóvenes cuando él ya tiene a su prometida elegida por el oráculo.

El alfa se quedó mirando a Peter Ricchi y le dijo:

— ¿Qué significa esto? ¿Estas casando a tu hija con el Patriarca de otro clan?

Peter no supo cómo responder y miró mal a Liam; entonces el Conde con voz diplomática intervino:

—Señores, están llamado mucho la atención, mejor vamos a un lugar privado a discutir el asunto.

Ellos se fueron a la mansión del Conde y se encerraron en estudio, él los mandó a sentarse. Mientras tanto Liam se quedó con Rous que estaba histérica con lo que le sucedía

El Alfa se dirigió al Máximo:

—Bien, ahora que estamos fuera de los oídos del publico quiero entender cómo es eso que ese joven es su Patriarca.

El Máximo le respondió:

—Él está en proceso de nombramiento, y además tiene apartada una doncella como Matriarca, ustedes practican casi las mismas costumbres con sus príncipes y saben lo que eso significa.

—Sí, eso lo tengo claro, lo que no entiendo es que hace su príncipe viviendo en esta manada por tantos años.

—Eso es confidencial.

—Estaba en mi manada, y exijo saber exactamente lo que hacía aquí lejos de la protección de su padre.

El Conde agregó:

—Estaba conmigo recibiendo educación.

El Alfa con cólera le dijo:

—Eso no es un asunto de pasar por alto, usted debió informarme de que ese muchacho era un príncipe.

El Máximo ya se estaba empezando a preocupar y pensaba en el modo de calmar al Alfa, entonces le dijo:

—Quiero que hablemos a solas, sé que entenderá después de que oiga lo que le voy a decir.

Nadie sabe lo que el Máximo le dijo al líder de la manada, pero el comprendió la situación y suspendió la boda.

En la manada todos estaban murmurando y se regó la voz de que el novio era el Patriarca de otro clan, aunque no tenían claro de cual.

Rous al ver el desastre en el que se había convertido su boda, estaba encolerizada y se fue al camerino, allí se arrancó el velo de novia y se quedó mirándose al espejo. Después estalló ira y lanzó por todas partes lo que había sobre la cómoda.

Liam fue a donde ella estaba y cuando entró a la habitación, vio que todo estaba hecho un desastre con las cosas que ella había tirado por todas partes descargado su frustración. La encontró pisoteando un racimo de flores que había tumbado de una mesa. Liam intentó calmarla, pero ella no paró y seguía desquitándose con los pocos pétalos que aún se veían intactos; entonces él se sentó y la dejó que terminara de descargarse.

Al rato ella se fue al otro lado de la habitación y se mantuvo callada por un rato dándole la espalda a Liam. Él esperó un momento, después se levantó de la silla y fue donde ella estaba e intentó tocarla pero Rous lo esquivó y se apartó de él; Liam no sabía cómo abordarla, entonces le dijo:

—¿Quieres que me vaya? —Ella tardó un tiempo en responder, pero al fin dijo:

—¿Eso es lo que estás deseando verdad?

—No, ¿Por qué piensas eso? —Rous sollozando le dijo:

— ¿Te casarás con ella? — ¿Acaso he dicho que me casaré con otra que no seas tú? —Ella con ira le dijo:

—Nunca me dijiste que tenías una prometida.

—No la tengo, debes creerme, no tenía idea de que esto iba a suceder.

—Siempre me ocultaste que eras un príncipe y que tenías una prometida, eres un mentiroso.

—Rous te juro que yo jamás tuve intención de mentirte, pero no podía decirte que era un príncipe, jamás creí que esto iba a suceder; creí que nunca regresaría a mi clan. —Ella lo miró con decepción y le dijo.

—Lárgate y cásate con ella, al fin y al cabo es una procesa igual que tú.

Liam la agarró como a un muñeco de trapo y le dijo:

—¿Ya vas a empezar otra vez con tus malditos celos? Solo eso me faltaba.

—¡Si tanto te molesto lárgate con ella! —Liam alzó la voz.

—No me parece justo que me celes con una mujer que jamás he visto en mi vida.

—No te preocupes, dile a ellos que te la traigan con un vestido de novia.

—¿Por qué eres tan ridícula?

—Si claro, resulta que estás comprometido con otra y yo soy una ridícula.

Liam se fue hacia la puerta:

—Mejor me largo de esta m****a antes que te dé por transformarte en lobo.

—¡Si lárgate, y no vuelvas!

—Si eso es lo que quiere la niñita, pues eso haré.

***

El Conde se había quedado con el Máximo y Liam llego donde estaban ellos y la rabia que tenía se notaba en su mirada, y le dijo al sacerdote con altanería:

—¿Con qué derecho interrumpe mi boda?

—Usted es el Patriarca de nuestro clan, no puede casarse con ella.

—Dicen que soy el Patriarca pero no me respetan como tal, nunca vi que alguien se atreviera a faltarle el respeto al abuelo Liam de esa manera.

—Nuestro deber es conducirlo de manera correcta, usted tiene el deber de casarse con la mujer que le ha dado el oráculo.

—No lo haré, acepté ser el Patriarca, pero no me casaré con esa mujer, así que piensen en lo que van a hacer.

—Ese es su deber por el designio de los dioses, y debe cumplirlo.

—Me casaré con la mujer que amo les guste o no, y no intenten impedírmelo, no se entrometan en mi vida personal.

—Con una mujer lobo no puede asegurar la línea Patriarcal.

—Ya les dije, no me casaré con esa mujer, y no me provoquen, si lo hacen iré al consejo de clanes y les contare toda la verdad, les diré que no soy el hijo de Arturo, así que busquen otra solución.

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