Liam logró convencer Rous y reanudaron la relación. Ella fingió que se iría de viaje con su amiga Britney por unos meses para que sus padres no supieran que se iba a vivir con Liam estando él a punto de casarse con otra. En Chicago buscaron una linda casa en las afueras de la ciudad donde había una comunidad de lobos. Cuando se estaban instalando en su nuevo hogar, era más los besos que se daban que lo que hacían ordenando sus cosas.
—Gracias. —Le dijo Liam a Rous abrazándola.
—¿Por qué me das las gracias?
—Por darme la oportunidad de tenerte a mi lado, siento que estoy recuperando el control de mi vida.
—¿Ha sido difícil tu nueva vida?
—No es tan malo, tengo prestigio, poder, respeto, dinero...
—Si, lo que más te ha gustado siempre.
Al caer la tarde todos regresaron a sus casas, y Liam estaba molesto con su prometida que se había portado como todo una patana, y la acompañó junto a sus padres al auto pero él no prendía ir a la mansión con ellos. El tío Wiliam le dijo: —¿A dónde vas que no vendrás con nosotros? —Tengo algunos asuntos tío, más tarde llegó. —Liam tenía en mente pasar la noche con Katherine aprovechando que Rous pensaba que el estaría en la misión con la familia. Liam llego al apartamento de su amante con una actitud seductora y le llevó unas flores. —¡Hay que galán! —Le dijo ella recibiendo el ramo. Liam la ojeó de arriba-abajo, ella se había puesto un sensual vestido rojo que le llegaba más arriba de las rodillas un par de sandalias muy altas y excitantes y se había dejado suelto su largo cabello de color oscuro. —Para una deliciosa mujer como tu todas las flores del mundo. —¡Gracias! —Respondió ella con una sonrisa coqueta. Ella cerr
Al otro día la familia tenía un desayuno especial en honor a la pareja, Liam llegó antes que Mariem y allí se mantuvo con sus tíos hasta que al fin llegó la hermosa prometida. Ella saludó a su papá como toda una niña consentida, después a sus tíos y a Liam casi lo dejó de último y sin que los demás lo notaran lo miró de arriba abajo y con su mirada le decía lo poca cosa que era para ella. Durante el desayuno ella pareció estar en otra parte, y apenas probó dos bocados y tardó milenios masticándolos. Después dejó el plato y su madre le dijo: —¿De nuevo vas a dejar el desayuno? —Mamá. —Tienes días así. —Ya déjala debe ser los nervios de la boda, a mí me pasó igual. —Dijo la tía Roy. Mariem miró a los gemelos y con una sonrisa burlona levantó una
Liam meditó por algunos segundos lo que ella dijo, y después le respondió: —Digamos que ahora yo soy el hombre más importante del clan, y ese anillo lo llevará en su mano mi verdadera esposa el resto de su vida. Mariem posó sobre él una mirada penetrante, entonces Liam le dijo: —No sé por qué pero me recuerdas a alguien con tu mirada de serpiente venenosa. —¿A quién te recuerdo?—Le dijo ella con sarcasmo. —No lo sé, sólo intento recordar, pero matas con esos ojos verdes. —Quiero mi anillo. —Ya te dije que no te lo daré. —No es tuyo, ¿por qué eres tan miserable? ya te quedaste con todo el dinero de Arturo y el de Rosmery, ¿No te basta? —¿Piensas que me quedo el anillo por ambicioso? Estás equivocada, me lo quedo por lo que representa, y no lo voy a dejar en manos de una mujer que no significa nada para mí. —Eres un imbécil, ese anillo me pertenece a mí. 
Él puso a correr el CD y comenzó a sonar The Scientist de Coldplay, y Mariem no podía contener la risa por lo absurda que era esa situación, él intentaba mantenerse serio pero ella lo estaba arrastrando con su risa encantadora que lo hacía olvidarse de todo alrededor y le sonreía mientras contemplaba lo hermosa que era. Entonces la tomó del brazo para bailar, Mariem le dijo: —Espera déjame terminar este último trago. —Ella dejó la copa en una mesa y comenzaron con un paso muy suave. Liam la miró a los ojos y le dijo: —Tienes una mirada hermosa. Ella riéndose le respondió: —Hace unos días tenía la mirada de una serpiente. El con timidez agrego: —Bueno, cuando andas enojada la pones así. Ella sonrió algo tímida y agachó su mirada y continuaron bailando, de pronto él sintió la necesidad de abrazarla, fue como una fuerza interna que lo impulsó y de sopetón la besó en la boca,
Cuando llegó a la puerta de la suite él suspiró profundo como para agarrar valentía y entró, pero ella no estaba entonces se acostó y se puso a leer un libro que había en la mesita de noche de Mariem. Minutos más tarde ella llego y traía consigo un recipiente de helado, y con cara de molestia le dijo: —¿Por qué te largaste? —Necesitaba salir. —¿Tanto te Asusté? —No me Asusté. —A mí me pareció que sí. Ella se fue al recibidor y abrió el ventanal y allí comenzó a comerse el helado. Los últimos días Liam no había descansado bien y estaba rendido, entonces se durmió con el libro encima y la lámpara encendida. Mariem regresó a la habitación y quería hablar de lo sucedido, pero prefirió dejarlo en paz. Por la mañana Liam despertó faltando aún varios minutos para el amanecer, y la vio dormida y su rostro se veía como el de un ángel que se había escapado de los mundos superiores; él no se contuvo y acarició su cara y
A Liam le temblaban los labios de la rabia. —No los tienes, no eres nadie. Él se fue a la habitación y regresó con el celular, y abrió el buzón de mensajes y le dijo alzando la voz. —Quiero que me expliques esta m****a. Mira lo que dice tu amiguita la zorra: “Debes perder tu virginidad con otro y después cuando le llegues a él, no tendrá excusas porque ya no serás la mujer pura y casta que él no desea deshonrar.” —Y mira el siguiente: “¿Ya estas lista para ir a putear?” —Hay pero mire lo que dijo la niña de papá. “Si, me arregle como una prostituta callejera.” “Ya me recomendaron un sitio llamado las palmas, y que unos papis como para hacer películas porno con ellos. Mariem lo mataba con la mirada y dijo: —¿Por qué revisaste mi celular? No tienes derecho. —Y tú no tienes derecho a salir en busca de tipos. —Si lo tengo.
Por la noche estaba agotado del largo día que había pasado y se fue a descansar en su nueva suite, él se quitó la chaqueta y los zapatos y bebió un vaso de agua, después se duchó y se fue a la cama, y recostado sobre el espaldar encendió la televisión, el intentaba entretenerse pero tenía fuertes deseos de ver a Mariem, más sin embargo tenía muy claro que ya habían consumado el matrimonio y en cualquier momento la magia sucedería y los anillos se entrelazarían. Más tarde se dejó dominar por su deseo de verla y se cambió de ropa y fue a la suite de Mariem; ella no estaba por ninguna parte, él se percató que el portal estaba abierto, entonces salió afuera y la encontró nadando en la piscina privada, ella cuando lo vio se acercó a la orilla y no dijo ni una palabra, solo con su mirada le demostró el interés que tenía en él, entonces Liam se sentó en el borde y metió las piernas dentro del agua con el pantalón puesto. Ambos parecían un par de adolescentes en etapa de galanteo. M
Las horas transcurrían y Mariem se le hacía una eternidad cada minuto que pasaba. Después de medía noche el anfitrión invitó a un grupo de ejecutivos a jugar pocker en una de sus casas, Liam que era un jugador experto se animó a ir. Cuando llegaron ya habían otros caballeros jugando, y estaban algunos conocidos de Liam y él les presentaba a su esposa. Ellos estaban de pie conversando con algunos empresarios acerca del negocio de las minas de diamantes, entonces uno de ellos les habló de uno de sus socios: —Ya se los voy a presentar, voy a traerlo que está en el otro salón. El grupo continuó conversando de negocios y Mariem junto con otra de las esposas estaban sólo escuchando lo que ellos decían, después el hombre llegó con su socio, era Carl Escarccella, quién estaba muy sonriente; cuando Mariem