Pero aquella no fue la única historia que escuchamos, más tarde Dylan nos contó cómo sus ahora muy presentes abuelas lo han puesto entre la espada y la pared arrinconándolo a decidir entre una u otra. – Al despertare hoy la abuela Inés me ha propuesto ir al cine en la tarde luego de visitarte, pero después durante el desayuno la abuela Elena me ha invitado a una pista de Go-Karts que hará su gran apertura hoy, lo peor de todo es que acepte ambas invitaciones sin darme cuenta de que serían el mismo día, y no puedo dividirme en dos para cumplir con ambas, y... y ahora no sé qué hacer. No quiero que faltar con ninguna de mis abuelas, pero tampoco puedo estar en dos lugares a la vez – Dylan hundió la cara en las mantas de la cama de Chloe desinflándose lentamente, a lo que Chloe riendo suevamente le acaricio la nuca. – Temo jovencito que tienes una difícil decisión por delante – Mami, en serio no sé qué hacer, no quiero decirle que no a ninguna de las dos. Antes no tenía ninguna abuela
– Ya Chloe– se quejó mi hermana, desde su lugar, mal sentada en el sillón junto a mi cama – para de dar vueltas, me estas mareando. – Lasciami in pace, sorella – le reclame, sin dejar mi paseo.*(Déjame en paz, hermana)Llevaba una semana en el hospital y tres de esos días había estado encerrada en la habitación, si no salía de allí luego comenzaría a caminar por las paredes, mi hermana rodo los ojos y volvió a su revista. En estos días, aprovechaba cada momento libre para escaparse a mi pieza y relajarse un poco, el hospital había estado muy activo luego de que un accidente en el centro de la ciudad mantuvo a muchos de los doctores en el área de emergencias, y mi hermanita no había sido la excepción; otros que habían estado muy activos estos días eran los medios, de la que volvía a ser blanco, gracias a mi larga estancia en el hospital y lo hermético de la situación ocurrida con Guillermo, no sabía como pero de alguna forma los Gales habían logrado mantener toda la información refer
– Estas muy callada esta mañana – ¿Porque lo dices? – Alce una ceja ante su pregunta cuando Chloe quito la mirada de su computadora para mirarme por unos segundos – Es solo tu imaginación – negó volviendo a sus asuntos. – Comienzo a arrepentirme de haber traído tu computadora, has estado toda la mañana pendiente de ella y te has olvidado de mi – la vi arrugar el ceño ante mis palabras y por un segundo fui consciente de lo increíblemente ridículo que había sonado aquello, pero ya era demasiado tarde para devolver mis palabras. Chloe me miro aguantando la risa a duras penas. – Lo siento amor, tienes toda la razón – su respuesta tan cariñosa era casi sospechosa, pero verla cerrar la computadora y dejarla a un lado resultaba aún más, regreso a la cama junto a mi – ¿Qué quiere hacer? – me sonrió, acercándose a mis labios. – Solo recuéstate a mi lado y descansa – la encerré entre mis brazos, girándola rápidamente pegando su espalda a mi pecho – no necesitas sobre exigirte demasiado, ya
Tras un par de declaraciones más, las preguntas que abogado fiscal me hacían notar lo bien que se había preparado para atacar este asunto desde múltiples puntos, no mencionando únicamente un episodio en el que Guillermo perdió el control, si no también mencionando su carácter temperamental y la mala manera en que solía tratar a los empleados con un menor rango a él, incluso todas aquellas palabras despectivas dirigidas a las mujeres que solían trabajan en la empresa, y que con tanta naturalidad pasaban muchas veces desapercibidas por el resto, pero que delataban un carácter controlador, maquiavélico y sin remordimientos muy similar al de un sociópata sin embargo al intentar matar había traspasado todo limite. Todo aquello había mantenido en silencio a la defensa por un largo tiempo, sin embargo, el muy bastardo del abogado defensor era un hueso duro de roer y no se detendría fácilmente. Cuando fue su turno de interrogar fue poco a poco convenciendo a la defensa de mi recelo contra G
– Toc Toc – Lau asumo su cabeza, sonriéndome ampliamente, yo no podía estar más feliz por recibir visitas, más aún cuando era de mi amiga que con sus locuras solía alegrarme el día, o al menos distraerme del encierro – Chloe esta imposible allá afuera, toda esa prensa esta vuelta loca esperando por una aparición tuya.– Pensé que no vendrías – me acomodé en la cama recibiéndola con una gran sonrisa – Y ni menciones el tema de la prensa – rodeé los ojos – Prometí no salir de aquí hasta que se fuesen, y eso fue hace dos días. – Auch – dramatizo mi amiga – Bueno al menos ya me tienes aquí – abrió sus brazos sonriéndome coquetamente – Te llame esta mañana expresamente para avisar que vendría ¿Lo olvidas? – Claro que no, ya te extrañaba – estire los brazos esperando recibir un abrazo de su parte, el cual no tardó en llegar – Estos días en el hospital me han hecho pensar mucho en nuestros días de universitarias, cuanto extraño este tiempo cuando vivíamos las tres juntas y nos cuidábamos m
– Déjeme darle el en hora buena abogado – sonreí serena sin darle a mi voz mayor expresión que la neutra – es el único argumento decente que ha presentado hasta ahora – afirme – Lastima que sea un diagnostico sin validez desde hace unos ocho o nueve años, le explicare – apoye mis manos sobre la mesa frente a mi cruzando mis dedos, había hecho esto incontables veces que podía recitarlo casi de memoria – Tenia 16 años, mi hermano acababa de morir en un accidente de tránsito del que yo logre salir ilesa gracia a él, fue un golpe demasiado fuerte como para recuperarme tan fácilmente, pero lo hice gracias a mi hijo y jamás volví a mirar atrás. Aquel diagnostico dejo de ser válido hace más de ocho años y si no me cree tengo muchos otros registros y diagnósticos médicos que lo comprueban. – Algo más abogado – lo miro la jueza bajando la vista hasta él – No más preguntas su señoría. – murmuro regresando a su lugar, desde donde Guillermo me miraba con los ojos encendidos en odio y rabia, tan
– Recuerda lo que prometimos – Chloe tomo mi rostro entre sus manos obligándome a mirarla a los ojos – Por supuesto que si amor – la acerque a mí para besarla, seguía sin entender cómo es que Chloe había terminado como testigo o como había hecho para salir sin que los guardias dispuestos para cuidarla lo notaran, pero no me quejaba, estaba feliz con ella a mi lado. Para mi pesar Chloe se alejó de mi con una sonrisa, y antes de que dijese nada mis ojos conectaron con sus amigos que ahora que se acercaban con rapidez al abogado que llevo el caso de nuestra parte.– Oye Chloe, esa que le acaba de saltar encima al abogado no es una de tus amigas – señale con mi nariz hacia ellos, y Chloe al voltear sonrió para tomar mi mano y arrastrarme con ella hasta donde ellos estaban. – Ven, los presentare – Aunque me costaba trabajo distinguir a las amigas de Chloe, había encontrado el truco desde la última vez que las vi en el hospital. Ambas amigas habían ido donde estaba el abogado seguramente
– Bueno, eso sí que suena a Chloe– Recién cuando me pidió matrimonio fue que empezamos a tener citas más allá de las exhaustivas horas en su oficina – me congelé en ese momento pensando por un segundo que eso sonaba como algo más de lo que sabía Chloe había querido decir, y claramente no era el único que lo pensó así cuando vi la mirada que se la pelirroja le lanzo a su otra amiga. – No es lo que estás pensando – grito de pronto Chloe notándolo – Me refería a las horas que pasábamos trabajando en la oficina en general – intento defenderse mi inocente chica, pero definitivamente había arrojando una imagen mental a mi cabeza que sería difícil de olvidar pensé riendo mientras tomaba otro sorbo de mi cerveza.– Tu lo dijiste – alzo las manos su amiga declarándose inocente.– Solo quiero dejar en claro que fue Chloe quien quería mantener todo lo de nuestra relación en secreto. – Eras mi jefe y todavía lo eres, algo como lo nuestro solo hubiese generado rumores y habría terminado entorpe