En cuanto llegó Úrsula, Rebeca y sus padres la invitaron a comer pizza, ya que era uno de los placeres de Rebeca y tras haber pasado meses sin comer comida de ese tipo, sus padres decidieron complacerle ese pequeño gusto por aquel único día, así que todos se reunieron en torno a la mesa para comer pizza y un rato después para cantarle las mañanitas a Rebeca, quién apago las velas del pastel cuando todos acabaron de cantar, para enseguida darle la mordida y partirlo a continuación para comenzar a repartir una gran rebanada de pastel a todos, para Rebeca aquel fue uno de sus mejores cumpleaños.
- Te amo Rebeca – le volvio a repetir Úrsula a Rebeca cuando se encontraban a solas en la habitación tumbadas en la cama, mientras Úrsula le miraba a los ojos grises que le gustaban tanto – te amo y me gustaría saber una cosa ¿te quieres casar conmigo? – le soltó si más.Rebeca se quedó inmóvil y sin aliento por la repentina propuesta de matrimonio, jamás pensó que Úrsula fuera a prHubo un largo silencio cuando Úrsula termino de decir estás palabras, Rebeca estaba segura de que sus padres explotarían en cualquier momento al procesar lo que acababan de escuchar de voz de Úrsula, sus ojos se comenzaron a llenar de lágrimas y Úrsula no podía soportar más escuchar a su desbocado corazón.-¿Por qué tienes miedo? – le pregunto Úrsula a Rebeca mirándola a los ojos mientras le limpiaba las lágrimas con la yema de sus dedos casi fríos – ¿Por qué temes a tus padres? Ellos te aman sobre todas las cosas.Aquél argumento no tenía discusión, era cierto, tan cierto como el escuchar de aquella noticia y relación, que les tomaba por sorpresa ¿les dio pavor saber que su hija era gay? No, realmente a ellos no les dio miedo su orientación sexual, pero si un poco de miedo el hecho de que quisiera casarse tan pronto con Úrsula, una mujer que acababa de conocer, pero que al mismo tiempo está misma le había dado ánimos durante su enfermedad, acercándose a Rebeca en el momento m
Se casarían el sábado cinco de marzo pasado el medio día, con una reunión pequeña y sencilla solo para los familiares cercanos de Rebeca.No hablaron sobre como irían vestidas pero Úrsula le dio dinero a Rebeca para que eligiera algo que le gustara, esta se negaba a aceptarlo, pero al final lo tomó al escuchar las razones que le dio Úrsula.Días más tarde de que acordarán la fecha de la boda, Rebeca, su madre y su hermana la acompañaron a comprar su vestido, estaba tan emocionada de que en tan solo unos pocos días ella se estaría casando con la mujer que amaba. Rebeca eligió un vestido sencillo en color blanco con estampado de flores azules con toques amarillos, el cual era entallado de la cintura, pero ya pasando el talle era suelto y le caía unos pocos centímetros más debajo de la rodilla, Rebeca se miró ante el espejo y le gustó lo que miró, su cabello castaño claro ya estaba poca cosa más largo, aún no le caí al hombro pero pronto lo haría o quizás para el día
Úrsula la miró a los ojos y se dejó llevar por el lento y suave movimiento de Rebeca que seguía el compas del vals, Úrsula creía que estaba en el cielo por primera vez, el rostro de querubín que tenía delante de ella era la prueba de que el cielo podría estar en cualquier parte siempre y cuando tuvieras amor, el amor podía todo y la muerte lo estaba comprobando, era feliz muy feliz justo en ese momento y desde que conociera a Rebeca, Úrsula se dio cuenta de que nunca podría romper lo que tenía con esa hermosa mujer.Tras su baile la comida fue servida y el alcohol comenzó a fluir casi como el agua en un río, pronto los invitados estuvieron ebrios, bailaron ya sin pena alguna y cuando parecían no poder más sus mujeres e hijos se los llevaron a casa, la fiesta termino pronto, justo como Úrsula lo había planeado, incluso hasta Augusto se había embriagado y parecía feliz, sonreía casi sin el menor motivo, para al final cuando estaban a punto de marcharse se puso a llorar.-Te haz
-¡Yo nunca debo, ni puedo hacer nada! ¡yo siempre he estado vagando sola por la tierra! sola, sin ninguna compañía, emoción o sentimiento alguno – le respondió molesta – ella me ha hecho sentir todo lo que nunca jamás en toda mi existencia había sentido. Todos ustedes, los de allá arriba son amados y vistos de una manera hermosa y conviven con ellos sin que los humanos se den cuenta, pero en cambio a mí – dijo llorando – ellos me han hecho con la imagen más horrible y sólo ella me ha visto con ojos de amor, con ojos de verdad, porque ella me mira tal y como soy y yo la amó como nunca jamás imaginé podía hacerlo.-Espero no vayas a sufrir en el futuro. Tu deber era vagar por el mundo sola, sin tener en cuenta los sentimientos de quienes te rodeaban.-¿Por qué lo dices? ¿acaso va a morir? – reviso su lista con gran miedo y ansiedad - ¿Por qué no querías que amara? ¿Por qué has sido diferente conmigo?-Tú al igual que yo, sabes que ella va a morir en algún momento de esta vida
Al día siguiente por la mañana Rebeca llamó a sus padres y estos obviamente no le negaron a su hija que fuera a la librería, justamente ese día el chico que había estado allí no iría, había renunciado el viernes y sus padres no le dijeron nada para no preocuparle, ni para darle molestias y ya se las arreglarían.Úrsula le acompañó, viajaron en taxi hasta la casa de los padres de Rebeca y antes de que Úrsula se fuera, se despidieron con un beso, quedando Úrsula de ir por ella para de allí dirigirse de compras.Aquél día no se le hizo tan largo a Rebeca y de alguna manera comer otra vez con su familia le hizo sentir que solo había ido a casa de Úrsula por dos noches, pero al verse la mano izquierda con dos anillos le hacía sentirse extrañamente feliz y al mismo tiempo pensar en Úrsula y extrañarla a horrores como siempre.Sus padres no tuvieron necesidad de preguntarle cómo se sentía ahora su vida de casada, su rostro decía que estaba más que feliz y Úrsula tenía
Rebeca se dio cuenta de que Úrsula había cerrado los ojos y los apretaba con fuerza para no verse, Rebeca sonrió al ver la actitud de su esposa, su postura era rígida que parecía que la iban aventar de un precipicio, Úrsula se le figuro a Rebeca como a un infante a quien lo obligan a lavarse los dientes o darle un beso a alguna vieja desconocida.-¡Vamos! Abre los ojos Úrsula – la insto con cariño, como quién la habla a un niño.-No, no puedes obligarme.-Claro que si. Soy tu esposa y me quieres, por ese motivo tú, te miraras en el espejo.A Úrsula le sorprendió la astucia de su mujer, no cabía duda de que era inteligente y tendría que cubrirse muy bien o si no Rebeca la descubriría y no quería perderla, Rebeca sabía el poder que ejercía sobre ella, sin más Úrsula abrió los ojos pero no se miró a ella misma, en su lugar miro a Rebeca en el espejo que estaba situada a su lado abrazándola con una bella sonrisa en su rostro, Úrsula sabía que podría quedarse toda su existenc
Cuando terminaron de comer, levantaron los trastes sucios de la mesa y los lavaron, una vez terminar se dirigieron a la sala para ver las fotografías, Rebeca estaba impaciente porque Úrsula las viera, una vez allí ambas tomaron asiento y Rebeca le tendió el sobre a Úrsula quien lo tomo para enseguida mirar las fotos también embelesada, Rebeca se miraba hermosa, no pudo evitar sonreír feliz, eran las primera fotografías que tenía y tendría que ponerlas en la casa, comprar algunos portarretratos para colocarlos y darle más aspecto de hogar.-¿Te gustan? – le preguntó a Úrsula.- Como no podrían gustarme, si sale la novia más bonita – dijo sonriéndole – habrá que comprar algunos portarretratos para poner las más bonitas, obviamente todas están bonitas porque estás tú, pero hay unas que son más.Úrsula metió de nuevo las fotos en el sobre y las dejo sobre la mesa, rodeó a Rebeca con los brazos y se dejó caer de espaldas en el largo sofá con Rebeca encima, que sonrió por la pequ
Los meses fueron pasando relativamente entre lentos y otros demasiado rápido para Rebeca y Úrsula, que cada día que pasaba se sentían más cómodas la una con la otra, había más confianza entre las dos y se contaban todo lo que les pasaba día con día, aunque Úrsula tuviera que inventarse una historia diferente a diario.El mes de septiembre llegó y se acercaba rápidamente el cumpleaños de Úrsula y Rebeca estaba pensando en que debía hacer para aquél día tan especial, Úrsula ya no estaría sola nunca más, ella era su esposa y como tal tenía que hacer algo para ella.Para ese momento Rebeca hacía tres meses que había comenzado a trabajar en una pequeña editorial, dejando la librería de sus padres para dedicarse hacer algo de lo que había estudiado, aún no tenia un cargo importante pero por algo se empezaba y Úrsula le apoyaba en todo, era feliz y todos sus chequeos sobre el cáncer habían salido limpios sin nada de que temer por el momento.Para Úrsula aquél cinco de septie