Capítulo 28

Buscamos la felicidad pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa sabiendo que tienen una.

François Marie Arouet Voltaire.

De alguna manera había logrado esconder el tiempo suficiente su mano de sus doncellas y en algún momento dado, cuando le pidió a Clara que le trajese su "zapato alto gris" y a Meredith le pidió su vestido azul rey, pudo colocar un poco de base en su mano y esparcirla uniformemente en poco tiempo.

Al volver, ella estaba fingiendo maquillarse.

—¿Es este, señora?—Meredith trajo un vestido azul muy bonito que no había visto en su vida. Asintió fingiendo conocerlo.

También apareció Clara con unos zapatos altos blancos, ya traía una nota en la mano.

—Lo siento, señora. No hay ninguno de color gris, lo único parecido es este—leyó.

Adara aplaudió una vez.

—¡Es este! Lo siento, me habré confundido de color por las luces el otro días. Gracias Clara—Miró a la otra mujer por encima del hombro, que ya estaba en su espalda, comenzando a ponerle el vestido azul—. Y a
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