Desnudo, Liam estaba desnudo, como Dios lo trajo al mundo. El maldito beta moja bragas, estaba desnudo enfrente de ella. No podía ni moverse, su mente estaba en blanco y su mirada no volvió a subir después de ver lo que tenía entre las piernas. Fracasó cómo persona, como omega santa y casta.
— ¿Hola? — saltó después de escuchar la voz de Liam —, ¿Qué estás haciendo aquí?
— Vine a limpiar la habitación — murmuró, sintiéndose confundida —, ¿Qué estás haciendo tú aquí?
— Me iba a dar un baño — respondió, tomando una toalla —. Puedes limpiar mientras esté en el baño, no habrá problema alguno con eso.
— Lo siento — se dio la vuelta —. Si hubiese sabido que estabas aquí, no hubiera entrado. Estoy invadiendo tu espacio personal — se tapó los ojos —. No se lo digas al jefe y menos a Martha.
— No se lo diré a nadie, puedes estar tranquila — escuchó como los
— ¿Cómo te sientes? —preguntó Liam, acariciando su cabello negro.— Estoy bien — murmuró, haciendo círculos con su dedo en el pecho del beta —. No creí que tendría el valor de hacerte eso… ahora no sé en dónde meteré la cabeza.— Pues no la meterás en ningún lado — rió, entredientes —. Te aseguro que mañana estarás muy bien.— Estoy muy avergonzada contigo — gimió, ocultando su rostro en el pecho del otro —. No me detuviste.— ¿Me ves con cara de que no disfruté lo que hice contigo? — apartó el rostro de la omega de su cuerpo —. No sabes lo mucho que he disfrutado eso y más aún al saber que alguien podría entrar y descubrirnos.— Eres muy malo —volvió a ocultar su rostro —. Lo que acaba de pasar… fue algo loco y que por alguna extraña razón me gustó.— No pasa nada— la posicionó en la cama —. Te haré sentir bien, déjame todo a mi, ¿Sí?— No...
— ¿Qué es lo que me estás ocultando ahora? — sus miradas se encontraron —, ¿Qué es lo que tratas de decirme? ¡Habla!— No es nada, olvídalo — le dio la espalda —. Se te hará tarde para trabajar.— ¡Estoy hablando contigo! — golpeó su espalda —, ¡¿Por qué mierda me haces tanto daño?! ¡¿Es divertido para ti?!— ¡Que te tranquilices, maldita mujer! — la empujó haciéndola caer al piso —, ¡No te diré! ¡Si tienes tantos deseos de saber, pregúntale a Liam!— ¿Me estás mandando con el sujeto al que le juraste odio eterno? — preguntó, llena de sarcasmo —, ¿Por qué eres tan miserable conmigo? ¿Te hice algo malo en el pasado como para que me trates de esa manera?— Es para protegerte, amor — quiso tocarla, pero ella se alejó —. Es por tu bien, te lo juro.— Nada de lo que haces es por mí bien — suspiró —. Me iré a trabajar, nos vemos por ahí si es que aún deseas que sigamos siendo
Dos años más tarde.— ¿Se puede saber por qué tienes esa cara? — preguntó Liam, desviándose tal y como Nathan le indicó.— Porque mi dinero se sigue perdiendo con esos investigadores de mierda que contraté — contestó, aburrido —. Estoy harto de toda esta mierda, ¿Cómo puede ser posible que una jodida omega desaparezca de la noche a la mañana?— Debido a que su padre te ha robado mucho dinero — respondió, antes de darle una mirada cansada —. Se ha sabido mantener bien escondido, puede que hasta se hayan mudado de casa, residencia, hasta incluso se hayan cambiado de nombres y apellidos.— No me digas eso — gimió, dejándose caer de golpe en el asiento —. Me moriré dentro de cinco años si no la encuentro y la marco.— ¿Por qué no la marcaste cuando la tuviste en esa fiesta?— Era una omega muy seca, demasiado orgullosa como para dejar que un desconocido como yo, esté con ella de una manera sexual la misma noche que se conocen.
Nicole estaba mirando todo el paisaje, no había duda alguna de que era una mierda la vida que estaba viviendo. Había visto a su hermano merodear por ahí, pero no tenía conocimiento de lo que había estado haciendo. Sus sentidos se pusieron en alerta al verlo ser llevado a la fuerza, hacia el área restringida.— ¿Qué estás mirando? — preguntó Martha, colocándose detrás de ella, asustandola —. Oh, ese es tu hermano.— ¿Por qué mi hermano es llevado a ese lugar? — preguntó, asustada —, ¿Hizo algo malo?— Tu hermano debió de haberle hecho algo a la omega del jefe — Nicole frunció el ceño —. A la chica que vino a buscar la comida.— Entiendo… ¿Ella está bien?— Lo está, sólo fue algo leve, pero sabes que el jefe no tolera que toquen lo que es suyo y tu hermano de seguro andaba de coqueto con ella o que se yo — eso no le gustó escucharlo —. No me mires así, es la verdad.— Entiendo — murmuró.— Llévale la comida y trata de hacerte amiga
El día de la boda llegó y todos estaban más que listos y corriendo de un lado a otro en busca de las cosas para la novia y el novio que se habían marchado a terminar unos asuntos.Fue en busca de la comida de Booke, para ver si podía comer algo y también porque con ella era con la que más hablaba.— Hola — entró en el momento que salía del baño —, ¿Por qué aún no estás lista? ¿Pasó algo con tu vestido de novia?— No me quiero casar — sus ojos se llenaron de lágrimas —. El día de mi boda debía de ser el mejor de todos, pero siento que en cualquier momento voy a morir.— El señor Nathan no es un mal hombre — puso la bandeja en sus piernas —. Ya verá que todo estará bien, que nada malo le pasará con él, ¿Sí?— No entiendes — se tapó el rostro con ambas manos —. No quiero casarme de esta manera.— ¿Le tiene miedo? ¿Teme que en algún momento se enoje y le haga algo?— Sí — sollozó —. Quiero estar con mis hermanas.— Ya estarás con ell
— Continúa, por favor — pidió la omega, dejando caer su espalda en el sofá —. Eso se siente increíble.Liam le quitó el vestido, dejándola desnuda, no sin antes asegurarse de que sus piernas no salieran más lastimadas de lo que ya estaban.Prosiguió a besar y lamer su cuello sin dejar marcas, logrando que Nicole se sintiera extasiada por la sensación de placer que estaba sintiendo.Bajó su mano por su cuello hasta detenerse en su parte íntima en donde sus dedos se abrieron paso entre sus labios vaginales, entrando de imprevisto. La espalda de la omega se arqueó y sus dedos entraron aún más sin poder evitarlo.— Deja de moverte — besó su mentón —. No quiero que llegues al orgasmo tan rápido.— Es que me has tomado por sorpresa — entrecerró los ojos —. Bésame, por favor.— Lo que mi reina pida — rió, entre dientes, antes de besarla como tanto pedía.En ningún momento sus dedos salieron de su interior, siguió masturbándola y pe
El tiempo siguió pasando normal, Nicole aún seguía siendo dura en su promesa de darle una buena lección a Liam que no le quedará otra más que buscar su perdón. Sí, eso era lo mejor. El camino hacia la oficina del señor Nathan era algo extenso, por lo que tuvo que esquivar un par de personas a la vez para poder llegar rápido y con la comida de la nueva jefa.Tocó la puerta y esperó a que Booke le diera la orden de pasar.— Siéntate conmigo — palmeó el asiento a su lado —. Aquí me aburro mucho cuando estoy sola, lo cual es todo el tiempo desde que llegué a esta casa.— Lo siento, pero ya sabe como es el señor Nathan — dijo, apenada —. Es una persona muy estricta y le gusta que las personas sigan sus reglas.— A él lo único que le gusta es que yo las siga como si fuera su maldita esclav
Después de un largo día en el trabajo pudo descansar como se debía, no sin antes tomarse el tiempo de hacer sus tareas y salir de eso.Ni siquiera podía usar su teléfono en su presencia y ni hablar de la computadora que compró cuando inició, hacía sus tareas en el trabajo con ayuda de Martha, pero ella cada día estaba más cansada debido a su edad.— Hermana — Nicolás tomó su mentón y le dio un mordisco —. ¿Cómo estás?— Pues ahora estoy haciendo tareas —preguntó, extrañada por la pregunta tan formal —. ¿Qué deseas de mí?— Un poco de atención —se encogió de hombros —. Te he dejado estar sola en la universidad, no te he molestado con nada… ¿No crees que me merezco un premio?— No…— Yo digo que sí —hizo que se sentara de manera recta en la silla, mirando hacia el frente —. El día de hoy, revisé las cámaras de seguridad de la casa —el cuerpo de Nicole se tensó —. Vi algunas cosas que me llamaron mucho la atención.— Esto…