Samanta se mantuvo callada el resto de la consulta, el médico le sugirió tomarse un par de días más para tomar una decisión definitiva.
Salió del box rápido, como si le asfixiara ese lugar, Daniel le siguió unos pasos más atrás, le pidió las impresiones de la ecografía al doctor, estaba emocionado por ese niño, lo que dijera haría irritar a su esposa.
- Sam no camines tan rápido…- le pidió.
- ¿ Por qué no? ¿Temes dañe a tu precioso hijo?- le preguntó sin mirarlo a los ojos.
- ¡Me preocupas tú!-
- No discutiré contigo en la calle…- le decía cuando la figura de una mujer se puso en su camino, elevó la vista y se quedó helada.- Tú…-
- Señora Braun…- habló la desconocida.
- Se&n
La herida de Daniel debió ser tratada en pabellón, la bala no había salido de su cuerpo y la única forma de detener la hemorragia interna era encontrando el vaso dañado.Eso le explicó el médico, Sam se comunicó con los padres de Daniel para comentarle el incidente.- ¿ Mi hijo ya salió de pabellón?- preguntó su suegro al llegar.- No. La bala no salió y temen se mueva.-- ¿ Quién les disparó? ¿ Los asaltaron?- preguntó Magnolia.- No. Fue Lisbeth….- confesó.- ¿ No la habían detenido? Se supone estaba en la cárcel.-- Logró libertad condicional…-- ¿ Cómo supo estaban en la clínica?-- Debió seguirnos…- Sam se masajeaba las sienes, tenía miedo, no esperaba que Daniel se arriesgara de esa forma por protegerl
Daniel despertó con un fuerte dolor de cabeza, el techo de la habitación no era el de su mansión, movió sus dedos y sintió un oxímetro resbalar.Tenía cables conectados en sus hombros y otro en cerca de la costilla derecha. De a poco recordó porque estaba en ese lugar. Giró su cabeza al otro lado de la recamara y vio a su madre en el sillón dormitando.En el fondo, esperaba encontrarse con otra persona.Tenía un vendaje en el lado derecho de su pecho, al intentar sentarse le dolió y la mascarilla de oxígeno en su rostro se movió.Magnolia despertó por el sonido de queja de la persona que yacía en la cama clínica.- Hijo…-- Mamá… ¿ Dónde está Sam? ¿ Está bien? ¿ El niño?- la preguntas se disparaban sin su control.- Samanta se fue a la m
- Nada, un hijo no resolverá nuestros problemas.- quería alejarse, Daniel estaba forzándola a pegarse a su nariz.- No es por los niños que no quiero el divorcio, yo… te amo… ¿ de verdad ya no sientes nada por mí?- Daniel se había quitado la mascarilla de oxígeno, la punta de su nariz estaba fría.-- Daniel… no estás bien… -- Me duele el hombro… pero siento que mi corazón duele más cuando te escucho… ya no sé qué más hacer para que me aceptes…- Daniel cerró los ojos, estaba mareado y comenzaba a faltarle el aire.Samanta se apresuró a tomar la mascarilla y reposicionarla en la cara de su esposo.- Respira profundo… no te la quites, aún estás mal…- lo obligó a apoyarse en el colchón.- Siento tocar ese teme ahora, hablemos de eso
Samanta se fue de la clínica directo a la mansión. Ahí le esperaba su hermana menor.- Jess ¿ No deberías estar en la compañía?- le preguntó tratando de ocultar su preocupación.- Quise saber del estado de mi cuñado antes de ir ¿ estabas con él verdad?-- Sí. Hoy amaneció con fiebre, el médico le revisó y agregó más tratamiento.-- ¿ Eso es muy grave?-- No, sólo alarga su estadía en la clínica. ¿ Lucas ya se fue al colegio?- le consultó al mayordomo.- Sí señora, la bebé está en su cuna, le acabamos de alimentar.-- ¿ Mi suegra dónde está?-- Le dejamos dormir hasta más tarde, se veía muy agotada.-- Entiendo.-- ¿ Sam comiste algo?-- No todavía.- respondió,
Antes de regresar a su casa, Jesse fue a visitar a su cuñado, esa tarde los médicos autorizaron su traslado a la unidad de intermedios, dónde permitieron visitas de otras personas de la familia.Jesse fue antes de que su hermana llegara.Daniel se veía sorprendido de su visita.- Jesse…- se veía perplejo.- Te ves peor de lo que imaginé…-- Gracias por el cumplido.- Sam me comentó que estuviste con fiebre.-- Sí, pero ya me siento mejor.-- Gracias…-- ¿ Perdón?- pestañeo rápido.- Gracias por protegerla de Lisbeth.-- Ella te lo contó-- Y que está embarazada.-- ¿ Eso también?-- No le diré a nadie… -- ¿ Vienes a reclamarme por eso?-- No. – movió su cabeza.- Quería verte, debes recuper
Jesse deseaba creer en su versión, pero estaba hirviendo de celos, la imagen de esa mujer en su sillón, tomándole del cuello y restregando sus labios contra los de él le daban nauseas.- Yo quería bañarme… no debiste entrar sin avisar.- fue lo único que logró usar a su favor.- Eso no es una negativa- sonrío.- Hueles bien… - puso la punta de nariz en el medio del escote y aspiró su aroma. La respiración de Ariel le generó un cosquilleo en el estómago.- Después podemos bañarnos juntos…- le miró con ojos llenos de lujuria.- Ariel… - sus manos no le respondían, deseaba alejarlo, seguía dolida por lo que presencio.- Sólo quiero estar contigo- le dio un beso en el centro del pecho- te extrañé tanto…- bajó hasta su ombligo d&a
Sam y Jesse no alcanzaron a cruzarse en la clínica.Cuando llegó a la nueva habitación en intermedio de Daniel, su hermana ya se había marchado.- ¿ Te sientes mejor?- le preguntó Sam a Daniel.- Sí, gracias por preguntar, los antibióticos me han hecho efecto.-- Eso es bueno.-- Sí, entre menos tiempo tenga que estar aquí, seré feliz. Vino tu hermana a verme, no esperaba su visita.-- Ahora se llevan bien, deberías estar conforme con eso.-- Lo estoy, sólo que no consigo acostumbrarme.- se río.- ¿ Cómo están los niños?-- Todo bien, Lucas llegó de clases, Helena se comporta con su abuela.-- Es una niña muy tranquila.-- Muy diferente a Lucas.- recordó Sam- Ese niño, no dejaba de llorar si no permanecía pegada a él.-- Los niños suele
Samanta recordó en aquel momento la conversación con su hermana. Jesse por primera vez se ponía de lado de su cuñado.Lisbeth ya no era un peligro y Daniel era diferente.- Daniel…-- Sé que hablar de eso en estos momentos, es complicado, pero no soportaré la espera.- le interrumpió su marido.- Aún te amo Daniel, sigo enamorada de ti…pero me volví desconfiada, fueron muchos años viviendo de un amor no correspondido, me cuesta internalizar que sientes lo mismo.- Sam no se atrevía a mirarlo a la cara, por eso seguía de espaldas.- Sam… ¿ puedes mirarme? No me des la espalda- se sentó despacio.- Estoy avergonzada, no me atrevo a verte a la cara.-- Sam… si no me miras, bajaré las barandas y te traeré hasta aquí.-- ¡ Está bien!- se giró hacia él, con las mej