Jesse y sus acompañantes llegaron antes de las siete de la tarde.Esperaba encontrar un ambiente más tranquilo que él que dejó, pero era peor de lo que imaginó. Samanta estaba en el dormitorio y Daniel preparaba la cena, nunca había visto al gran presidente cocinando así que pestañeo un par de veces para entender que era real.- ¿ Por qué pones esa cara Jesse? ¿ Piensas que no sé cocinar?- le preguntó el observado presidente.- ¿ Por qué no compraste una pizza por delivery?-- No es un buen alimento para una mujer que está amamantando, Sam sigue muy delgada.- respondió cortando una verduras con mucha facilidad.- ¿ Dónde conseguiste todo esos ingredientes?-- Lo encargué por un servicio de delivery. ¿ Lucas donde está?-- Se fueron a duchar con Ariel, jugaron en la cancha y los
Jesse se despidió de su hermana y cuñado desde el pórtico.- Espero puedan hablar…- susurró agotada-- ¿Cómo conseguiste entradas?- le preguntó Ariel desde atrás- Ese lugar siempre está agotado.- Tengo mis contactos, era una emergencia.-- ¿ Qué estás planeando Jesse York?- levantó una ceja pensativo.- Nada malo, sólo quiero que Sam recupere su sonrisa verdadera.-- El aire entre ellos se sentía enrarecido, ¿ discutieron?-- No exactamente, decidimos venderle nuestra parte de la empresa, Daniel no está totalmente de acuerdo.-- ¿ Por qué?-- No le quise preguntar, pero debe tener sospechas.-- ¿ Sospechas de qué?-Jesse entró y se aseguró que Lucas no estuviera escuchando.- Que mi hermana lo va a dejar.- murmuró muy bajit
- ¿ Qué?- el cuerpo de Ariel la inmovilizó contra la pared.- Voy a besarte, si no deseas…puedes detenerlo.-- Dijiste que no tendríamos sexo… si no…- un pequeño beso le interrumpió.-- Dije que no tendría sexo contigo si no eras mi novia, no que no te besaría.-Sus ojos la mantenían hipnotizada, que fuese tan elocuente con sus intenciones le congelaba aún más. Jesse cerró lo ojos y levantó la barbilla para aceptarlo, entreabrió sus labios y el basquetbolista no perdió el tiempo, sentía que la comería, le abrazó con tanta fuerza que le hizo despegar los pies de la alfombra.La lengua de Ariel se movía en su cavidad estimulándola a mantenerse unida a él, su cuero cabelludo hormigueaba y sus brazos perdían fuerza a medida que el beso se hacía m&a
Daniel le tomó la mejilla y le besó la boca, le miró unos segundos a los ojos- Tus labios se están congelando…-- Un poco…-- ¿ Me dejas entibiarlos?- le decía con su nariz pegada a la de ella.-- Mmhh…- no articulaba palabras de forma coherente, la ebria debía ser ella, aunque sólo probo un sorbo de la lata.-Sintió la calidez de los labios de Daniel traspasarse a los de ella, el aliento de cerveza, no le pareció desagradable, el hombre la abrazó y la empujó hacia la arena.Besarlo en una playa era inaudito, ella tenía los dedos congelados, la diferencia de temperatura con la de su esposo era totalmente opuesta, poco a poco sintió que su piel tomaba el mismo calor, sobre todo cuando la mano de Daniel se metió bajo su sweater y apretó su pecho sobre la copa.-- Dan… aquí… es…-- ¿ No tienes la fantasía de hacerlo en la playa bajo el cielo estrellado?-Sam se río en voz baja.- Cuando era una adolescente…-- ¿ Puedo continuar si lo hacemos en otro lugar? –- “ Quizás sea… la última vez
Daniel despertó en una cama vacía, la buscó en la otra almohada y la mujer con la que pasó la noche ya no estaba.Se sentó asustado y saltó de la cama.- ¡ Sam!- le buscaba por la habitación.- Daniel.- le contestó Sam saliendo de la ducha.- ¿ Qué pasó?Le miró sin comprender su expresión de alivio al verla, estaba más incómodo con su falta de ropa. Daniel la abrazó de improviso.- ¿ Dan estás bien?- le preguntó aplastada contra su pecho- Ahora sí… ahora sí…- masajeaba su espalda en círculos.- La ducha está desocupada, debemos volver con Jesse, hoy le toca ir a la compañía.-se apartó avergonzada.- ¿ Por qué no me despertaste para bañarnos juntos?-- Sinvergüenza.- le dijo roja hasta el pelo.Quería estar lista para decirle su secreto.Bajaron a desayunar juntos, Sam le envió un mensaje a su hermana para que no se preocupara y supiera que llegarían temprano. Su plan era aprovechar la casa vacía para decirle que recuperó la memoria y su decisión sobre el divorcio.Jesse intentó disimu
Daniel estaba pálido, el análisis del chico era exhaustivo, no dudaba de su capacidad.- Es ilegal revisar los exámenes de otros.- le recordó Daniel.- Lo sé, por eso Jesse se los dio a su compañero de casa, no saldrá de acá, sólo queríamos que supieras la verdad.-Samanta sacó un sobre y se lo entregó.- ¿ Qué es esto?- aún no se recuperaba del shock.- Supongo que este juego de la familia perfecta debe terminar, si ya sabías que recuperé la memoria ¿ por qué no dijiste nada?-- Esperaba que tú me lo dijeras…- su vista se nubló por la impresión. Eran los papeles de divorcio.- ¿ Dónde los encontraste?-- Mi dormitorio, el que tenías como bodega supuestamente.-- ¿ Por qué esto ahora?-- Lo único que cambia de ese acuerdo,
- ¿ Sus madres están enteradas de esa tontería?- les gritó el hombre mayor.- Lo sabrán, también lo del divorcio.-- ¿ Sigues empeñada en esa tontería?-- Lo siento suegro, pero es algo que decidí mucho antes del accidente, no seguiré viviendo en una mentira.-- ¿ Pensaste en cómo afectará esto a los niños?-- Helena es una bebé, Lucas es listo, no dejarán de ver a su padre, por lo que no será un problema.-- Los niños necesitan vivir con sus padres.-- No es necesario.-- ¡ Samanta!- le gritó furioso su suegro- Helena es prematura, ¿ cómo piensas mantenerte?-- Puedo cuidar de mis hijos perfectamente, Helena está cada vez mejor, su desarrollo psicomotor está normal y no descuidaré su crianza.-- Si lo haces por esa Lisbeth, ella est&aa
- ¡Papá! ¿Cómo sigue el abuelo?- fue lo primero que preguntó el niño cuando entró, la puerta estaba abierta y no le provocó extrañeza encontrar a su padre con sólo una toalla en la cintura.- El abuelo debe quedar hospitalizado y hacerse exámenes, su corazón necesita una revisión.- le explicó al niño su padre.- ¿No está muerto? ¿no me estás mintiendo papá?- le exigía saber el niño.- No está muerto, pero si muy delicado.-- ¿ No puedo ir a verlo?- Lucas se veía asustado.- No hijo, sólo los adultos podemos entrar.- le dijo Samanta.- Papá, dile que lo quiero mucho.- le pidió Lucas.- Se lo diré, te lo prometo.- Esas palabras eran las que no decía a sus padres hace mucho tiempo, debería ser tan espontáneo y sincero