Quiero que sea mi tío

La matriarca de las chicas York

Ariel estaba asombrado por la mansión de los Braun, sabía que era una familia adinerada, pero no esperaba tal extensión.- Bienvenidos a casa señores.- les saludó al mayordomo.- Hola Sebastián ¿ agregaste dos puestos más a la mesa?-- Sí señor, también preparé las tres habitaciones como me pidió.-- Gracias Sebastián.- le dijo Sam.- ¿ Puedes llevar al señor Summer a su dormitorio? Así podrá dejar su equipaje y descansar un rato antes de la cena.- Iré a nadar a la piscina.- Jesse quería relajarse un rato.-- ¿ No saludarás a tu querida madre primero?- le habló su mamá, venía desde el jardín.- Hola mamá… pensé estabas en la reposera…- le saludó Jesse con un abrazo.- Escuché el auto y pensé eran ustedes, ¿ cómo estás Sam?- Se fue a saludar a su hija mayor y yerno.- Bien mamá ¿ cómo estuvo tu viaje?-- Increíble, les traje muchos regalos, siento no poder suspenderlo, debiste estar muy atareada.-- No te preocupes mamá, Helena y yo supimos manejar la situación.- le dijo su hija.- ¿ D

La verdad de Jesse

Durante la cena, su madre no quitó los ojos del moreno compañero de su hija.- ¿ En qué quieres especializarte en tu carrera?- le preguntó Isabel.- Traumatología deportiva.-- Eso tiene mucho potencial.- le alabó la mujer mayor.- “ La veo muy interesada, creo que le gusta Ariel”- pensaba Jesse bebiendo la sopa.- ¿ Quieres seguir en el mundo del basquetbol?- le preguntó Daniel.- Sí, quiero formar un equipo capaz de enfrentarse a cualquiera en el mundo.- explicó el joven.- Deberías felicitarme por mi error Jesse, gracias a mí tienes un compañero de casa tan encantador- se felicitaba su mamá.-Jesse sólo la miró y siguió en lo suyo, si respondía, no dejaría de alabarse en lo que quedaba de jornada.- ¿ Cómo vas con la empresa Jesse ?- les interrumpió

Es mi hermana mayor

Ariel escuchaba mordiéndose los labios de la rabia.- “ ¿ Por qué saliste con ella? ¿ No dijiste que hoy saldrías con tus amigos¨?”- le preguntó mi hermana al adolescente.- “ Porque estoy aburrido, ya conseguí todo lo que quería de ti, terminemos”- le dijo a mi hermana.- “ ¿ Por qué?”-- La verdad, es que te mentí, nunca te ame, sólo quería acercarme a tu familia, deseaba ser el amante de tu hermana mayor, por eso te use para llegar a ella.-- “¿ Samanta? ¡ Está casada! Y es mayor qué tú! ¡ No es de ese tipo de mujeres!-- Quería intentarlo, siempre fuiste tan complaciente, que debo agradecerte, pude comprarle muchos regalos a mis otras pretendientes.- se vanaglorio en su cara.Jesse, descuidó sus estudios, comenzó a faltar a sus leccione

Sola en casa

Sentía los ojos azules del hombre en espera de su respuesta, pero seguía con sus pensamientos confusos.- No soy curiosa, no quiero saber…- se cruzó de brazos y se obligó a mirar por la ventana de su lado.- Te ves más tranquila ¿ es por lo de mi hermana?-- No es por eso.- no lo miraba a la cara porque descubriría que mentía.-- Hoy llegaré tarde, celebraremos el triunfo con mis compañeros de equipo.-- ¿ Irán a un bar?-- Sí. –- Lo merecen, jugaron bien.-- Es extraño escuchar un cumplido de tú parte.- le sonrío.- El equipo de la universidad es bueno, creo lo sabes.-Jesse dejó a la gata fuera del canil, le sirvió leche en su plato y se fue a clases. Estaba intranquila, sentía que Samanta no actuaba como siempre. No quería alertar a Daniel, no sabía cual sería su reacción.Lo que era concreto es que su hermana recuperaba la memoria, no estaba triste por ello, pero la reacción que tendría al notar que le traicionó aceptando la propuesta de Daniel era indescifrable. Antes de entrar

Ya no puedes arrepentirte

Con el brazo la levantó y puso sobre sus piernas mirando hacia el frente, estaba tan mareada con sus besos que no pudo pelear para evitarlo. Jesse tenía la sensación de conocer esos labios de antes, le estaba dejando sin aliento.- Ariel…déjame respirar….-le rogaba contra su boca.-- No quiero…- le dijo tocando con la punta de su lengua la de ella. Eso fue suficiente para dejarse llevar otra vez.El sabor de esa lengua era conocido, igual que el calor abrazador que emanaba, indudablemente eran compatibles, la abrazaba desde atrás, le levantó la camiseta, masajeo su pecho, el estímulo de sus dedos pellizcando el pezón y el juguete en su interior la tenía aturdida.- Jessy… ¿ Estabas jugando sola?- le mostró el pequeño control remoto rosado, lo había encontrado.- No… te burles… Mmmm- apretó los labios intentando tragarse el gemido, Ariel había aumentado la intensidad del vibrador en su vagina, estimuló varios puntos sensibles.- Sólo estoy yo…- le dio un beso en la boca.- …Puedes grit

Haré lo que quieras Jesse

Ariel lo estaba disfrutando, imaginó que la piel de sus senos era suave pero la realidad era mucho más. Por más que Jesse le presionaba a continuar, él seguía a su ritmo, probando cada centímetro de su cuerpo.La chica se retorcía bajo sus caricias, Jesse no recordaba que un hombre le tratara con tanto esmero, no podía seguir tan pasiva, ella también quería verlo perder el control.Le obligó a tomar su lugar en la cama, puso su trasero hacia la cara de Ariel y se concentró en masajear el miembro erecto del joven. Su forma era perfecta, sabía que sería imposible introducirlo por completo por su longitud, así que lo masajeó en la base y la punta la metió en su boca, la mucosa de sus mejillas se encargaron de chupar la zona más sensible del pene, tenía un ligero sabor salado para nada desagradable.- ¡ Jesse! ¡No tienes… que…! Haa…- el calor de esa cavidad y la lengua de la chica lo estaba haciendo ver estrellas, el ya excitado miembro se engrosaba más dentro de la boca de ella, temía po

¿ Que respondes a mi ofrecimiento?

La alarma de su celular, sonó como lo programado a las seis am, Jesse movió su mano para silenciarla, extrañamente le dolió el cambio de posición.Estaba dentro de la cama, su habitación ordenada, tal como la recordaba del día anterior, algo no calzaba de esa escena.Todavía seguía dormida, tenía clases a las nueve de la mañana, podía dormir media hora más, pero no le calzaba lo que veía en su dormitorio, cerró nuevamente sus ojos y se cubrió con la sábana hasta la cabeza, de repente se sentó asustada. Ella no durmió como siempre en esa cama, había un hombre con ella, tampoco estaba tan ordenado.Se revisó la ropa interior bajo la camisa de dormir, estaba limpia pero tenía moretones y el roce de la camisa en sus pezones le daba cosquillas, los observó y estaban hinchados.Su zona genital le dolía, ellos habían tenido relaciones en esa cama.- ¿ Dónde está Ariel?- se preguntóEl joven le había limpiado, cambiado la ropa de cama y vestido con una camisa de dormir. No sintió cuando este