Es entonces que pienso en todo el sufrimiento que he experimentado, las noches sin dormir, el estrés y miedo vivido por no saber cuándo la muerte vendrá por culpa de sus negocios ilegales y su terrible forma de tratar a las personas.
‘Deberías dejarlo aquí. Que lo asesinen y tú sigue con tu vida como puedas.’ Me dice mi mente.— ¡Eva, no te atrevas a dejarme, maldita sea! — grita Arnold.— Yo…— ¡No me hagas esto, maldita sea! — grita Arnold y yo reacciono quitándome el cinturón e incluso mi ropa para amarrarlo a la antena metálica y así, hacer una cuerda improvisada para que Arnold suba.— ¡Sabía que ibas a traicionarme, maldita sea! ¡Que tonto he sido! — dice él mientras ato todo.Así que, antes que diga algo más, lanzo la cuerda improvisada y me asomo, temiendo que sea mConozco mis capacidades y sé que no me quedaré mucho tiempo colgada, en especial cuando mi resistencia no es muy buena. Así que, intento mirar hacia abajo, pero eso solo me da vértigo.— No, por favor, no. — digo y la sensación de vacío en mi estómago, el mareo en mi cabeza y mis dedos dándose por vencidos, me hacen experimentar un miedo muy grande.Aunque quiero gritar, cubro mi boca porque no quiero delatar mi ubicación, ya que, al caer puedo herirme, pero si grito voy a morir y no será por la caída, si no, por los disparos que recibiré de los hombres que buscan a Arnold.‘Por favor, Dios, no dejes que algo malo me pase.’ Me digo mentalmente.Sin embargo, aunque mi cuerpo se detiene, no es por llegar al suelo, por eso, abro los ojos de inmediato, encontrándome los ojos brillantes y divertidos de Arnold quien niega un poco.Debo reconocer que e
Intento procesar lo que acaba de decirme, porque no considero que hable en serio, pero, Arnold, no solo me demuestra ello, si no que, está molesto porque he puesto en duda algo que me ha dicho.— Dime que estás bromeando.— No, hablo en serio.— Tú no puedes detener el auto, nos estábamos marchando por algo. — digo pero él me ignora mientras toma su teléfono y escribe cualquier tontería.‘No va a moverse, eso me pasa por abrir mi maldita boca.’ Me digo mentalmente.El desespero me invade y por eso, pienso en salir del auto y correr a la embajada o cualquier lugar, pero como toda cosa que intento abrir para escapar, está cerrada.— Entiendo que no quieres moverte, pero no puedes obligarme a lo mismo. Así que, ten la gentileza de abrir la puerta, así tengo la oportunidad de salvarme…— ¿Oportunidad de salvarte? Lo &uacut
Esa es la causa de todos los problemas, estamos dándole demasiada importancia a esto. Pero, ¿Cómo no voy a darle importancia si me ha dejado en claro que solo muerta me libraré de él y yo no quiero morir?— No me parece justo esto. — digo con molestia.— Eva…— Descubrí que nada de lo que yo haga me librará de una muerte que no merezco y tú quieres que no le dé importancia. Arnold, ¿acaso no comprendes que me has cortado las alas y ahora yo debo vivir con el dolor de saber que moriré en esta prisión.— Es una hermosa prisión, Arnold. Creo que eso debería ser suficiente, ¿no lo crees? — pregunta Arnold y yo niego.— Aunque sea llena de lujos, sigue siendo una prisión donde el peligro abunda, Arnold y la verdad, no es cómodo para mí saber que la exclusividad que me exiges, tú no me
Sin duda, ahora quiero golpearme por no haberme marchado cuando Arnold dijo que me llevaría a un lugar seguro. Porque si yo me hubiese quedado en silencio cuando dijo eso, yo estaría a salvo de su locura y la de la familia o conquista de Shelvy.‘Ya era suficiente con la locura y el peligro que experimenté con Shelvy, ¿Por qué fui tonta de desconfiar de él al punto de causar que quiera demostrarme que no estaba huyendo si no preparándose para el verdadero contraataque?’ me pregunto mentalmente molesta.— Vamos a morir. — digo con temor.— No seas tan pesimista.— Es un tanque de guerra, Arnold. Aunque tu auto es muy bueno, un tanque de guerra cambia las cosas.— Te equivocas.— Sí, como digas. Pero, si quieres ganar, lo mejor es que te marches a un lugar seguro antes que esto se vaya al demonio. — digo angustiada.— Ese es tu problema
Mi corazón se acelera y yo confirmo que mi mente no está bien, porque no puedo sentir algo por mi secuestrador cuando sé cuál es mi destino desde que él me escogió.‘No te aceleres, traidor corazón. Yo no puedo ser tonta solo porque ha demostrado que es capaz de defendernos de algo así.’ Me digo mentalmente.— ¿Qué te he hecho? Arnold, tú ya no eras normal desde antes de conocerme. Así que, que no me culpes por lo que seguramente te acompaña desde siempre. — digo con seriedad y Arnold sonríe.— Te equivocas, Eva. Nunca le había dado tanto a alguien, contigo he sido muy paciente y tolerante, porque ante la intención de dejarme, te habría asesinado si no me importarás.— Oh, que bueno eres mintiendo. — digo negando un poco, mientras comienzo mi caminata.— No te estoy mintiendo. — di
Una persona normal, le gritaría por ser un completo pervertido, lo golpearía y amenazaría con denunciarlo, pero, no podría hacerlo, porque al final, él es el jefe de la mafia y no puedo dañarlo cuandoPero, al menos se molestaría por hacer esto, debería hacer un drama, llorar si es posible y demostrarle que no estoy de acuerdo con lo que ha hecho, pero, ¿Por qué siento satisfacción? ¿Por qué me gusta que no haya buscado a otra mujer cuando yo no tenía intenciones de entregarme a él de forma sexual?‘Estoy loca. Le doy demasiada importancia a mi secuestrador, cuando debería buscar una forma de convencerlo para que no me asesine cuando se aburra de mí.’ Me digo mentalmente.— No soy el único afectado, Eva. Sé que sientes algo por mí, pero, parece que tienes miedo.— Todos tenemos miedo a algo, Arno
Está seguro de eso, Arnold cree que si lo dejo, me hará falta cuando la realidad es que aunque ha sido una experiencia extraña y única, yo puedo dejarlo ir. He dejado en mi pasado muchas cosas, podré dejarlo a él.— ¿Es eso lo que te dices siempre que quiero dejarte? ¿Es lo que te dices para poder dormir? — pregunto curiosa.— ¿Quieres que te lo demuestre? ¿Quieres saber que se siente tenerlo todo y después perderlo? Porque eso puedo hacerlo por ti, si es lo que deseas. — dice Arnold y yo no sé a qué se refiere, pero, tengo miedo.— Arnold…— Lo tienes todo conmigo, Eva. Pero, no quieres verlo y no lo vas a ver nunca si sigues así. Por eso, ahora que todo es una mierda y ves a lo que me enfrento mientras tú solo estás en la habitación odiándome…— Y dándote espectác
Mi petición no parece agradarle siquiera un poco. Por eso, me toma del brazo y me lleva hasta la habitación donde me había dejado.‘No debiste salir, ahora la poca felicidad que te ha dado al aceptar que estes lejos de él se ha ido.’ Me digo mentalmente.— Es más controlado.— ¿Qué dices?— Sobre la droga… allá está en todas partes, pero, es controlado.‘Oh, entonces no está tan molesto porque interrumpí lo que era un culto de iniciación o algo así, porque llorando no estaba por las personas que yacían muertos frente a él.’ Me digo mentalmente mientras él se quita la ropa y entra a la ducha.Arnold es descarado, se está bañando en la casa de las personas que asesinó. Actúa como el descarado que es y aunque me siento incomoda con ello, no lo molesto cuando puedo marcha