La debilidad del Alfa
La debilidad del Alfa
Por: Odunkun
Prólogo

Porque nadie puede saber por ti. Nadie puede crecer por ti. Nadie puede buscar por ti. Nadie puede hacer por ti lo que tú mismo debes hacer. La existencia no admite representantes.

Desde que tengo uso de razón solo recuerdo que mi vida ha estado dedicada a servir a la familia del Alfa.

No recuerdo a mis padres, ni tan siquiera sé si tengo hermanos. Siempre he vivido aquí, igual hasta nací aquí...

Me llamo Basura o ese el nombre que todos aquí dicen cuando quieren algo de mí.

Hoy es un día importante para el Alfa, se que tiene una reunión con alguien muy importante y de eso depende el futuro de la Manada.

Se que la Manada se llama Luna Roja, y que todos los integrantes son lobos, o lo serán cuando cumplan los dieciocho años.

Pero lo que de verdad me intriga es saber cuando yo también me convertiré en una de ellos, quizás solo quizás entonces las cosas cambien para mí.

Pero el problema es que desconozco mi edad, supongo que aún no tendre la edad adecuada o quizás si. Pero entonces porque yo no tengo un lobo como los demás...

Todas esas preguntas llenan el vacío de mis días, días que para mí siempre son iguales y siempre lo serán.

Se que moriré de la misma manera en que viví.  No estoy triste simplemente no conozco otra cosa mejor.

Supongo que no la ha de haber al menos para mí,o al menos para alguien de mi condición.

Los golpes se han convertido en algo habitual, tan habitual que ya es raro si no los recibo. Da igual si es de la Luna o del Alfa, su hijo al principio no me pegaba pero a medida que creció se volvió igual que ellos.

Por lo que supongo que aquí el problema debo de ser yo.

No soy lo suficiente buena y no hago las cosas como debería hacerlas.

Me quedo quieta o me escondo cuando el dolor ya es insoportable, me recuerdo a mí misma que solo es un día más.

Miro mis pies descalzos y veo una astilla clavada, desde cuándo llevará ahí?

Ni siquiera he sentido dolor, levanto mi pie y puedo ver como está muy roja alrededor.

Necesito sacarla de mi interior antes de que la fiebre se apodere de mi cuerpo. No estoy segura de poder soportar otra de esas fiebres.

La última vez ellos, decían que estuve al borde de la muerte.

Nunca antes habían llamado a un doctor y nunca más volvieron a hacerlo.

Nadie sabe que existo y nadie jamás lo sabrá.

Esa es la regla más importante, y la única que jamás podré incumplir.

Si llegara a hacerlo no sé cual podría ser mi castigo, palizas? Días enteros sin comer? Eso ya suele suceder a menudo.

Así que no soy capaz de imaginar cuál sería el castigo. Pero tampoco tengo motivos ni ganas para desafiarlos.

Esta es mi vida y esto es lo que soy.

Basura como la que tiran.

Quito la astilla de mi carne y vendo mi pie con un trozo  de tela vieja.

Me tumbo en mi camastro y cierro los ojos y por una vez me permito soñar con algo...

Hoy voy a hacer algo solo por diversión. Voy a encontrar algo para hacer que sea sólo para mí y no me preocuparé por lo que debería estar haciendo. Voy a aprender a hacerme sentir bien y disfrutar de la vida al máximo. Con esas palabras resonando en mi mente me quedo dormida. Quizás nunca me atreva a hacerlo pero esa sensación llena de calidez lo más hondo de mi corazón.

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