En total han nacido nueve niñas, entre ellas está Mía, la hija del beta de Adam, mi hija y otras seis niñas más dentro de la Manada. Esto no me gusta nada, Amalia está apunto de llegar, ella debe de saber algo. Pero dentro de mi yo también se algo, esto no es algo bueno, ni algo normal. Está noche será la Luna azul, esto es no es algo normal porque la luna azul ocurre cuando dos lunas llenas ocurren en un mes, en la segunda luna llena, una noche sólo una vez en cientos de años. La magia de una luna azul tiene el poder de revelar muchos secretos. Tendremos que esperar a que llegue Amalia, ojalá y ella tenga una respuesta o al menos crea que yo estoy totalmente equivocado. Y nada extraño pasará esta noche. De momento solo he hablado de este tema con tres personas, esas tres personas son en las que más confío en este mundo. Emily, mi madre y Aurora. No me pareció bien ocultar algo que quizás pueda ser transcendete. No lo sabe nadie más, ni siquiera Adam y menos las familias de la
“El amor es un verdadero acceso de fiebre, con la diferencia de que ésta comienza con frío y termina con ardor, mientras que el amor sigue el camino contrario.” Dieciocho años después... Dieciocho años parece poco pero no lo es, antes mi tiempo pasaba lento y en penumbras. Pero eso cambió el día que encontré mi nueva vida. Ser un elfo casi mortal ha hecho que disfrute cada momento de mi vida como si fuese el último. Mi madre no se ha cansado de buscar o investigar para que yo pueda recuperar mis años perdidos. Nunca le dije nada, no quise romper su ilusión. Pero poco o nada me importa que me devuelvan los años robados. Los concedi gustoso y gracias a eso mis amigos han creado sendas familias. Desde la llegada de Emily a nuestro pueblo muchas cosas han cambiado y todas gracias a ella. Si no hubiese sido por su insistencia nada habría cambiado en nuestro mundo. Ahora hemos abierto las puertas a otros seres mágicos y aunque todavía somos recelosos nuestras relaciones con otras
Desde que ellas tienen recuerdos siempre han estado juntas. Las nueve brujas de la Manada, como algunos las llaman a sus espaldas. Todos creen que ellas desconocen la profecía pero no es así, Diana fue la primera en descubrir la carga que se cernía sobre sus espaldas y aunque no pudo recabar toda la información descubrió bastantes cosas. Hace tan solo unos días que Diana cumplió los dieciocho, no estaba nerviosa por la estúpida profecía sino más bien por saber si ella también portaba una loba ej su interior como sus amigas. Ella no era como ellas, su padre era un elfo y su madre una loba. Cuando llegó la noche salió al jardín de la casa, solo permitió la compañía se su madre y la de sus dos mejores amigas, Mía y Marye. Sintió su corazón pesado por no haber compartido ese momento tan íntimo con las otras seis restantes, pero con ellas les unía un lazo aún más especial. Cuando la luna estuvo en lo más alto sus huesos empezaron a quebrar y después de unos minutos de sufrimiento
Quinientos años habían pasado allí encerrados, quinientos malditos años. Tres eran los prisioneros, tres hombres que lo habían tenido todo y por su arrogancia y oscuridad lo habían perdido todo. Hermanos de sangre se hacían llamar, en los tiempos que aún disfrutaban de su libertad. Cuando más poder tenían, cuando el mundo se postraba a sus pies aquellas malditas nueve brujas los habían privado de su libertad. Condenados a una prisión en la que el tiempo no parecía correr. Era extraño en el tiempo que llevaban allí no habían envejecido ni un solo año. Se prometieron a sí mismos que si un día conseguían escapar se vengarían de esas malditas brujas. El mundo caería de nuevo a sus pies y está vez no habría nadie para detenerlos. Se conocían desde niños, los tres habían sido abandonados en un pueblo de humanos. Sus primeros años fueron duros, nadie quería quedarse con un huérfano y menos con tres. El día que se conocieron apenas habían cumplido los seis años y desde ese día se
Los tres hombres lobo, conocidos por su fuerza y astucia, lograron escapar de la prisión del olvido donde fueron encerrados tras una serie de atentados contra la vida de muchas personas. Aunque, lo que ellos desconocían es que su prisión se había desquebrajado cuando las nueve brujas se habían vuelto a unir. Aún consumidos por la rabia y con el deseo de conquistar el mundo, trazaron un plan de dominación. Lo primero que hicieron fue bajar al pueblo, estaban rodeados de humanos, cosa que le extraño. Jarek se aventuró a pensar que quizás en esos quinientos años que habían pasado recluidos los hombres lobo podrían haber sido exterminados. Pero antes de aventurarse a formular su hipótesis a sus hermanos decidió primero asegurarse. Ese mundo era demasiado extraño, notaron como la gente los miraba extraño y a menudo lo señalaban comenzando a reír. En ese momento se dieron cuenta de que su vestimenta estaba llamando demasiado la atención. Se fijaron en el escaparate de una ti
Jarek, Denzel y Ajax no pudieron concentrarse durante la película, aquél aroma realmente los estaba volviendo locos. Entonces por qué ellas no reaccionaban? Cuándo la película terminó ellas abandonaron la sala a toda prisa entre risas. Intentaron salir tras ellas, pero una masa de gente se interpuso en su camino. Cuando al fin consiguieron salir no había ni rastro de aquellas tres chicas. Durante días las buscaron por todo el pueblo y no fueron capaces de encontrar su rastro. Estaba claro que ellas no vivían allí, pero dónde lo hacían entonces? Los días pasaban y el dolor de sus lobos se hacía insoportable. Necesitaban dar con ellas y aunque portaban un hedor a brujas que odiaban con todo su ser, su vínculo de compañeros era más fuerte que el odio que podían llegar a sentir. Una tarde su jornada laboral acabó demasiado pronto, por lo que decidieron explorar el bosque, era una tarde calurosa por lo que al ver un gran lago decidieron darse un baño. Cuál fue su sorpresa al enc
Después de esa primera cita en grupo se sucedieron muchas más, tanto que aquellos Alfas malditos terminaron por olvidar su plan de someter al mundo y sobre todo de acabar con las brujas. Conocer a esas tres lobas, brujas o lo que fueran. Les había devuelto una esperanza que solo habían llegado a experimentar en la niñez. La calidez dentro de sus corazones, aunque no se habían aceptado y no habían sellado el vínculo. Estaban seguros de que darían sus vidas por ellas. Habían pasado seis meses desde que habían conseguido escapar de aquella prisión y su vida en el pueblo humano no estaba mal. Pero las tres lobas les habían pedido mudarse a la Manada para estar más cerca de ellos. Jarek, Denzel y Ajax no estaban del todo convencidos. Sabían que los padres de Mía eran los Alfas de la Manada y entrar allí y someterse al mandato de alguien no era agro algo que les agradará. Hasta que aquel maldito día llegó, las chicas les dieron un ultimátum o se mudaban a la manada o rompían su lazo.
Los tres Alfas no comprendían como un ser así había podido escapar junto a ellos, en todos los años que estuvieron allí encerrados no vieron, ni escucharon a nadie más. Jarek tuvo una idea pero llevarla a cabo le costaría tener que pedirle ayuda a Diana, sopesó su decisión por una parte estaba su orgullo y por otra parte ella no era cualquier persona ella era su compañera. Por primera vez en toda su vida decidió que no pensaría en él, esta vez confiaría en su compañera. Busco a Diana y comenzó a explicarle sus dudas: ---Si vosotras tenéis ese libro en vuestro poder, allí debe de aparecer algo, ellas eran demasiado listas para no dejar un registro de quienes fueron encarcelados y que crímenes cometieron. Diana dudo por unos instantes, quería creer que su compañero había cambiado pero una parte de ella le decía que quizás solo la estaba utilizando para alcanzar sus planes. Jarek vio la duda instalada en los ojos de Diana y aunque se sintió dolido pudo entender a su compañera. -