Los tres hombres lobo, conocidos por su fuerza y astucia, lograron escapar de la prisión del olvido donde fueron encerrados tras una serie de atentados contra la vida de muchas personas. Aunque, lo que ellos desconocían es que su prisión se había desquebrajado cuando las nueve brujas se habían vuelto a unir. Aún consumidos por la rabia y con el deseo de conquistar el mundo, trazaron un plan de dominación. Lo primero que hicieron fue bajar al pueblo, estaban rodeados de humanos, cosa que le extraño. Jarek se aventuró a pensar que quizás en esos quinientos años que habían pasado recluidos los hombres lobo podrían haber sido exterminados. Pero antes de aventurarse a formular su hipótesis a sus hermanos decidió primero asegurarse. Ese mundo era demasiado extraño, notaron como la gente los miraba extraño y a menudo lo señalaban comenzando a reír. En ese momento se dieron cuenta de que su vestimenta estaba llamando demasiado la atención. Se fijaron en el escaparate de una ti
Jarek, Denzel y Ajax no pudieron concentrarse durante la película, aquél aroma realmente los estaba volviendo locos. Entonces por qué ellas no reaccionaban? Cuándo la película terminó ellas abandonaron la sala a toda prisa entre risas. Intentaron salir tras ellas, pero una masa de gente se interpuso en su camino. Cuando al fin consiguieron salir no había ni rastro de aquellas tres chicas. Durante días las buscaron por todo el pueblo y no fueron capaces de encontrar su rastro. Estaba claro que ellas no vivían allí, pero dónde lo hacían entonces? Los días pasaban y el dolor de sus lobos se hacía insoportable. Necesitaban dar con ellas y aunque portaban un hedor a brujas que odiaban con todo su ser, su vínculo de compañeros era más fuerte que el odio que podían llegar a sentir. Una tarde su jornada laboral acabó demasiado pronto, por lo que decidieron explorar el bosque, era una tarde calurosa por lo que al ver un gran lago decidieron darse un baño. Cuál fue su sorpresa al enc
Después de esa primera cita en grupo se sucedieron muchas más, tanto que aquellos Alfas malditos terminaron por olvidar su plan de someter al mundo y sobre todo de acabar con las brujas. Conocer a esas tres lobas, brujas o lo que fueran. Les había devuelto una esperanza que solo habían llegado a experimentar en la niñez. La calidez dentro de sus corazones, aunque no se habían aceptado y no habían sellado el vínculo. Estaban seguros de que darían sus vidas por ellas. Habían pasado seis meses desde que habían conseguido escapar de aquella prisión y su vida en el pueblo humano no estaba mal. Pero las tres lobas les habían pedido mudarse a la Manada para estar más cerca de ellos. Jarek, Denzel y Ajax no estaban del todo convencidos. Sabían que los padres de Mía eran los Alfas de la Manada y entrar allí y someterse al mandato de alguien no era agro algo que les agradará. Hasta que aquel maldito día llegó, las chicas les dieron un ultimátum o se mudaban a la manada o rompían su lazo.
Los tres Alfas no comprendían como un ser así había podido escapar junto a ellos, en todos los años que estuvieron allí encerrados no vieron, ni escucharon a nadie más. Jarek tuvo una idea pero llevarla a cabo le costaría tener que pedirle ayuda a Diana, sopesó su decisión por una parte estaba su orgullo y por otra parte ella no era cualquier persona ella era su compañera. Por primera vez en toda su vida decidió que no pensaría en él, esta vez confiaría en su compañera. Busco a Diana y comenzó a explicarle sus dudas: ---Si vosotras tenéis ese libro en vuestro poder, allí debe de aparecer algo, ellas eran demasiado listas para no dejar un registro de quienes fueron encarcelados y que crímenes cometieron. Diana dudo por unos instantes, quería creer que su compañero había cambiado pero una parte de ella le decía que quizás solo la estaba utilizando para alcanzar sus planes. Jarek vio la duda instalada en los ojos de Diana y aunque se sintió dolido pudo entender a su compañera. -
Apenas despuntaban las primeras luces del alba cuando llegaron al pueblo, no escucharon nada extraño y tampoco divisaron a nadie por las calles. Caminaron despacio pero en estado de alerta. Recorrieron el pequeño pueblo varias veces y no consiguieron dar con ese demonio. "Y si se habían equivocado" Justo cuando iban a abandonar aquel lugar una bruma negra comenzó a materializarse delante de ellos. Unos segundos después un hombre con unos pequeños cuernos sobre su frente los miraba con asombro. Cerro sus ojos y abrió su boca, Jarek tuvo un mal presentimiento y lanzo a todos fuera del alcance de ese ser. De un momento a otro ese demonio escupió un líquido verde de su boca, consiguiendo alcanzar el brazo de Jarek, lo que había escupido ese demonio debía de ser algún tipo de ácido porque la chaqueta del chico comenzó a deshacerse de inmediato. Jarek se quitó la chaqueta lo más rápido que pudo pero no pudo evitar que ese líquido verde lograra tocar su piel, por lo que de un mome
Jarek se recuperó bien de sus heridas pero su orgullo quedó tocado, no aceptaba que su marca no la hubiera hecho realmente él. Estaba claro que estaban unidos eso no lo podía negar, pero se sentía frustrado ya que hubiera deseado realizar esa acción por si mismo y no solo por la magia de Diana. Habían pasado varias semanas desde el enfrentamiento con el demonio, y no habían vuelto a tener noticias de él por lo que pensaban que estaría tramando algo escondido en lo más profundo del mundo. Ese día decidió enfrentar a la pequeña loba y aclarar las cosas de una vez por todas. Le había enviado un mensaje con el móvil y la había citado en la plaza de la manada a las doce en punto. Desde allí irían a comer a su casa, desde hacía poco se había mudado solo, con la esperanza de que Diana quisiera compartir su vida con él. Así que lo tenía todo preparado y estaba seguro de que nada podría salir mal. Una vez terminaron los entrenamientos, se dirigió directo hasta su casa. Tomo una ducha
Beltharax paso la mayoría de esas semanas intentando recuperar su poder, esas malditas brujas casi consiguen acabar con él. No había sido capaz de percibir que ellas tres tuvieran esa cantidad de poder en su interior. Pero lo que si supo de inmediato es que ellas tenían algo que ver con aquellas nueve brujas que lo condenaron una vez. Está vez llevaría a cabo su venganza. Para llevar a cabo tal propósito tuvo que descender hasta lo más profundo del inframundo y llevarse consigo a la bruja más oscura que el mundo había sido capaz de conocer. No sé fiaba de las brujas y nunca lo haría pero necesitaba de una en estos momentos. Debido a su alto rango no fue difícil sacar de allí a esa bruja. El único problema es que una vez fuera de su celda su poder despertaría y con ello el mundo se veria sumergido en la más profunda oscuridad. Ni siquiera lo pensó, necesitaba saciar sus ansias de venganza y lo que le pasara al mundo y a sus habitantes a él le daba igual. Por lo que una vez hubo s
Todos en la Manada llevaban días sin dormir, habían organizado innumerables partidas de búsqueda, y ninguna había dado su fruto. Nadie en toda la Manada conocía la ubicación de la prisión del olvido, ni siquiera los tres Alfas malditos recordaban donde se encontraba. Cuando los muros de la prisión cayeron ellos aparecieron directamente en el bosque. Por lo que la búsqueda estaba resultando más que complicada. Las chicas estaban inmersas en sacar información del libro de las nueve brujas, se sentían frustradas ya que la única que parecía encontrar lo que buscaban era Diana. Y esta vez Diana no estaba para ayudarlas, es más llevaba desaparecida demasiado tiempo. Philip había vuelto al reino de los elfos con la esperanza de que su madre pudiera ayudar en la búsqueda de Diana. Jarek a estas alturas estaba desquiciado, no soportaba ver a nadie y a menudo se metía en problemas. La última pelea le había costado la reclusión en su casa hasta nueva orden. Y en algo en su interior l