MarthaAl final la Nonna cocino unos canelones que estaban divinos, Diego ayudó a la Nonna a cocinar y nos acompañó en la mesa, conoció a la recién llegada y por supuesto también ayudó a la Nonna a cocinar.estamos todos sentados en la mesa charlando animadamente, tanto que se nos pasó el rato y se hizo muy de noche.—Yo creo que es mejor que no te vayas hoy o que por lo menos Manuel te acompañe —ofrece la Nonna.—No se preocupen por eso— nos sonríe ella aún sentada— llegaré bien.—No está bien que te vayas sola— opine acariciando mi gran estómago.—Martha tiene razón, no es lo ideal— añade Isolda, pero Jessie no quería incomodar.—No deberías andar sola por el bosque— le advierte la Nonna.—En serio, estoy bien —sonríe algo avergonzada.—Pero irte sola no me gusta, no estoy cómoda muchacha —se lamenta la Nonna —. No deberíamos dejarte de ir así, pero si tú quieres irte está bien. Solo deja que Manuel te acompañe o si te sientes más cómoda Isolda— señala la Nonna.—Podemos acompañarla
MarthaTenía al menos dos días en esta nueva casa y me sentía incómoda, aquí no había recuerdos de Gio y eso me entristece enormemente, sin embargo, tomé valor y me terminé de mudar.Necesito intentarlo, comprobé que la ciudad tenía todo empapelada con la cara de Georgino y Filippo y era lo más importante para mí, que si le veían por allí nos ayudarán a decirles que está escapando de un fantasma, tenía que saber que podía volver a mí, esa tarde me encontraba extrañamente inquieta cuando mi celular sonó, eran un número local y eso me extraño.—Buenas ¿quién habla? —Mire, extrañada el aparato un momento.—Stiamo parlando dell'ospedale San Miguel, sei Monique Castelló? —Preguntan del otro lado de la línea.*Estamos hablando del hospital San Miguel, ¿es usted Mónica Castello?—Sì, sono io che parlo, e tu cosa vuoi? — Indague, pensé en la Nonna, pero me hubiera llamado Manuel.*Si, soy yo—Sono l'infermiera responsabile della salute di Gio Santori e Filippo Mancini— me informan ma de maner
Gio A la mujer embarazada se le doblaron las rodillas, cuando estaba a punto de caer el chico que venía detrás ellas la toma en sus brazos como si fuera una pluma y eso no me gustó. La señora de tercera edad asustada se acercó a ella y le tomó el pulso se veía bastante desmadejada, yo la verdad que todavía no sabía que hacer o como procesar todo esto, sé lo que me dijo Filippo, pero no sé qué hacer, me acerqué a ella por instinto. Sus ojos grises me vieron dolidos por no recordarla, no la culpo por eso. —Es mejor que la llevemos a una habitación —sugiere quien la atrapó y ahora la tiene entre sus brazos y me gustó menos que antes. —¡No, no! —la verdad es que no sé de dónde salió ese negativa ¿qué dije? —Sólo quiero saber cuándo despierta— todos me miraron extrañados —no me miren así, es por mí que está así. Y solo quiero saber cuándo despierte y que está bien. Rápidamente la Nonna salió a pedir una cama extra para la habitación, está era bastante grande y nos podíamos apañar los
MarthaPodía oír gente murmurando acerca de mí, pero me sentía cómoda estando dormida, descansando lo que en semanas no he hecho, desde que Gio me sacó de la villa arrastras hace un mes y todo por esa persecución que le montaron a Gio no he estado bien.A costa de que pueda parecer egoísta, no me parece nada justo que tengamos que pagar nosotros una pérdida de memoria, al menos volvió, él me prometió volver y cumplió, pero no recuerda esa promesa.No sé si podamos volver a construir nuestros recuerdos, va a ser duro de hacer, será una de las cosas más difíciles que tenga que hacer, pero qué haré encantada. Porque es él.No sólo es la memoria o que no me recuerde, es mucho más que eso lo que me afecta. Todo este tiempo he trabajado mi confianza con él, es más que ese hombre despiadado del que todos hablan, es un gran hombre por mucho que él quiera decir que no lo es, que lo vean cruel o que sea frío; así lo verán muchos, yo no solo le veo esa faceta nada más tiene muchas más y espero p
GioMe gustaba conversar con Martha, me gustaba que fuera totalmente diferente a lo que pensé que sería, tan poco es que sé qué tipo de mujer me gusta, ella es tímida, pero es inteligente, no teme preguntar ni responder ninguna de mis preguntas.Se quedó dormida luego de batallar contra el sueño, se quedó durmiendo en mi pecho y como un completo acosador me quedo observándola el resto de la madrugada, oliendo su fragancia afrutada.A la Nonna la había convencido para que se fuera a casa antes de que Filippo despertara, le dije que yo cuidaría de Martha o Monique cómo le dicen en el hospital. Según me dijo la Nonna yo mismo le mandé a hacer esa identidad, Martha Winkeljohann ya no existe. Es por eso que tuve que crear todo en identidad, al parecer no solo le hice papeles como permiso de conducir si no también título, partida de nacimiento, historial médico y muchas otras cosas más.La enfermera que me estuvo manoseando en un buen rato mientras me revisaba no le dije nada, no me importa
MarthaNos dieron el alta al mismo tiempo y nos fuimos directo a la nueva casa, la Nonna me había dicho que no era una de las casas de seguridad, está la compró ella.En cuanto llegamos a casa y vi que Diego salió corriendo a recibirnos, en especial a Gio; sentí que un poquito de mi corazón se alegraba y el resto se entristecía porque sabía que Gio estaba fingiendo. Cuando la verdad es que no lo reconocía, sin embargo, lo abrazo cálidamente y me sentí un poco más tranquila.Gio le siguió con la pantomima un rato más. Así que sí, con miedo y una loca idea de que Diego nunca se diera cuenta que Gio no lo recuerda.—Bueno mi amor, Gio va a tener que descansar— no quería que pasará mucho tiempo y se diera cuenta.—¿Te sientes bien? —le pregunta mi pequeño —cuando yo me enfermo mami me hace una rica sopa.—Estaría encantado de probar la sopa de mami— respondió este y sabía que era mentira, pero no puedo evitar que mi corazón latiera más rápido por eso.—Mañana puedo hacerla —me ofrecí cuan
GioMe sentía un poco extraño cuando llegamos a la casa donde nos dejó el tal Manuel, nos dejaron solos Isolda, la Nonna y Manuel se fueron a la villa de la nonna.Pensé que era uno de esos lugares de seguridad de los que tanto me estaba hablando Filippo y luego entendí que no, no me parece conocida ni remotamente porque la casa es totalmente nueva ni siquiera Martha sabe a veces dónde están algunas cosas.Me habló de la cabaña y me entró una curiosidad enorme por conocerla y que el niño dijera que quiere ir era perfecto, así no me mostraba tan insistente, así como ella no quería presionarme a mí yo no quería presionarla a ella.—¿A dónde vas mañana? —le pregunté sin dejar de masajear sus pies que al mirar su reacción supe que lo hacía bien— dijiste que tenías algo que hacer ¿se puede saber qué es?—Hace casi 3 semanas estuvimos en Estados Unidos, halla supimos que íbamos a tener niña, yo quiero que mi doctor me revise y saber si todo sigue igual de bien— me explica sin tapujos.—Wow.
MarthaEstaba bastante nerviosa y no sabía el verdadero porqué sin embargo traté de tranquilizarme y me fui con Gio al hospital para ver a la bebé.—¿Estás bien? —me pregunta viendo mi rostro de vez en cuando sin quitarle atención al camino— te ves nerviosa.Pensé que no podría manejar, pero lo hace a la perfección solo lo guie al hospital.—Creo que sí, estoy algo nerviosa, me pongo así antes de una cita con el doctor— no era del todo una mentira, pero no podía explicar el resto.—Espero este todo bien, para que no te angusties más— le sonreí de manera afable, pero no contesté.Llegamos al hospital y me pareció lindo que quisiera distraerme en el ascensor.—¿Siempre has venido al mismo doctor? —me pregunta en cuanto las puertas del elevador se cerraron.La noche anterior hable en una llamada corta a Tina diciéndole que lo había encontrado, no le di todos los detalles, pero la dejé más tranquila.—Sí, excepto cuando estuvimos en Estados Unidos, allí me vio una doctora que descubrió qu