122. Me vi en tu espejo
Gio
Ahora que tengo a ciencia cierta de saber cómo es esa felicidad de la que mamá y la Nonna hablaban vivo plenamente, todo gracias a Martha, el miedo de perderla es enorme, aun así, la hice mi mujer, la traje a vivir conmigo y le di mi anillo.
El anillo que guardaba con tanto recelo en la caja fuerte y se lo di porque sé que ella lo va a cuidar mejor y dárselo a la siguiente generación de Santori que venía en camino.
El anillo también la marcaba como mía y no me daba pena admitirlo.
No quise comprarle uno nuevo, sentía qué sería más simbólico, así la historia de mis padres haya terminado trágicamente sé que mis padres se amaron de verdad y quería eso. Quería simbolizar eso, con ese anillo esperaba lograrlo. Cuando la vi desnuda ante mí solo pude tomarlo entre mis brazos y hacerla sentir la mujer más feliz del mundo.
La besé despacio, acaricie todo su cuerpo lentamente. Tenía mucho miedo de hacerle daño a ella o al bebé, pero sabía que era casi imposible. La doctora dijo que podíamos