Capítulo 114
Esta vez nadie le ofrecería un millón de dólares para que se marchara. Solo desaparecería por completo, convertida en una rata de alcantarilla que no podría salir a la luz.—Lo admito. Puse los papeles entre los documentos para que los firmaras —confesó Isabella, arrastrándose para abrazar las piernas de Lorenzo entre lágrimas.

Al escuchar su confesión, la furia de Lorenzo estalló y la apartó de una patada.

Isabella gimió de dolor y continuó llorando:

—Pero fue Marisela quien me pidió que lo hiciera. Ella no te ama, quería divorciarse de ti, pero tú te negabas, así que recurrió a mí.

—Lorenzo, créeme, no te lo oculté por maldad. Marisela me prohibió decírtelo. Soy su amiga, tenía que ayudarla.

—¡Mentira! ¡Marisela me ama! ¡Jamás buscaría divorciarse de mí! —rugió Lorenzo.

—¡Tú fuiste quien provocó todo esto, tú planeaste que firmara! ¡Los papeles de divorcio son nulos, no los reconozco!

Lorenzo estaba furioso. No podía esperar hasta mañana. Entró directamente en la habitación de Isabell
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP