—Nunca he sido bueno para perdonar aquellos que me traicionan — dice el Alpha mirando a la joven que tiene ante sus ojos — Y menos a los que intentan alimentarse de los habitantes de este pueblo — truena sus dedos y suspira —  Pero por ustedes podría hacer una leve excepción — se centra ahora en el padre de la joven, toma una posición en cuclillas para mirar de cerca a sus ojos — Si se inclinan ante mí, y juran servirme para siempre prometo perdonarles la vida, incluso les doy alojo en mi manada — le propone a ambos, el hombre en su mente opina que eso sería la mejor opción para seguir vivos.

—Padre, no lo hagas, yo no seré parte de esa manada — la joven le suplica a su padre que no acepte aquella proposición que le ha realizado el Alpha.

—¿No quieres vivir? — la joven ha llamado toda la atención del lobo.

—Jamás formaremos parte de tu manada, eres cruel, no tienes sentimientos, asesinas a los de nuestra especie, haces tratos con nuestros enemigos que son los vampiros, yo nunca podría vivir en la misma manada que vives tu — al Alpha le parece interesante la joven, es la primera mujer que le habla con tanto desdén, la mayoría de las personas suplican por sus vidas, en cambio ella hace lo contrario, prefiere morir antes que formar parte de la manada, lo cual le agrada al Alpha.

Mira con asombro a la chica, pero detrás de aquella mirada asombrada hay una muy malévola, podrá estar fascinado con su valentía, pero eso no quita el hecho de que lo está desafiando, y al desafiarlo lo provoca a hacer una crueldad.

—Hija, cállate — le pide su padre a la joven, ella sabe muy bien cuan despiadado es Loan, no tiene remordimiento a la hora de cometer sus asesinatos.

—No, déjala que continúe hablando, me agrada lo que dice — toma una silla y se sienta frente a ella a esperar lo que seguirá diciendo — Te escucho, desahógate conmigo, di todo lo que opinas de mi — enciende un cigarrillo y espera a que la joven hable.

—No, no digas más nada... — la mirada escalofriante del Alpha lo hace callar de inmediato.

—Espero no vuelvas a interrumpir, quiero escuchar lo que tu hermosa hija piensa de mi ¿Tienes miedo de que por hablar la mate? — Muestra una sonrisa burlista — Responde — el hombre baja la mirada por no poder mantenérsela al Alpha.

—Disculpe, no volveré a interrumpir — está aterrerado, sabe que él podría matarlos en cuestiones de segundos.

—Deja de pedirle disculpas a esta b****a de lobo, prefiero que nos mate a que tengamos que servirle — el padre de la muchacha tiembla, presiente que en cualquier momento Loan le arrancará la lengua por su forma irrespetuosa de hablarle, aunque no formen parte de su manada todo lobo debe dirigirse ante un Alpha con respeto, y ella hace lo contrario.

—Tu hija es bastante… sincera, personas así es que busco para tener en mi manada ¿Cómo te llamas? — ella siente ira, odio y resentimiento por él.

—No es de tu incumbencia.

—¡Hija, basta! — Loan se acomoda mejor en su asiento para mirarlos a los dos, la chica lo ha cautivado, su valentía de encararlo lo tiene fascinado.

No todos pueden captar la atención del Alpha, y menos de la manera en que lo hace ella, muchos han buscado la forma de impresionarlo y de que les permitan ser parte de su manada, pero Loan no deja que cualquiera entre allí, es un lobo receloso, precavido y desconfiado. Cuida muy bien de los suyos e incluyendo de la población que habita el pequeño pueblo, ningún lobo puede tocar a los habitantes, ni mucho menos un vampiro, su pueblo y su manada son sagrados para él, y quien se atreva a cruzar el límite será castigado de la peor forma, ver como son devorados los familiares por él.

—Tengo una gran curiosidad ¿Por qué crees que soy cruel? — luce tranquilo e indefenso.

—Porque haces sufrir a tus víctimas, juegas con ellos antes de matarlos, les haces creer que tendrán una oportunidad de vivir y no es cierto — eleva su ceja — Estuve presente el día que asesinaste a mi tío, lo hiciste frente a nosotros, frente a sus hijos y no te importó el como ellos se pudieran sentir al ver a su padre morir desgarrado por ti — termina su cigarrillo.

—Entiendo, me odias porque asesine a un miembro de tu familia y tu tuviste que mirar — se quita su chaqueta de cuero — Deberías de agradecerme, por lo general suelo matar a los familiares, ustedes salieron ganadores al yo haberlos dejado vivir — eso llena de más ira a la joven.

—Maldito, eres como una plaga, tu eres la plaga en nuestra especie — Loan muerde su labio inferior, es algo que suele hacer cuando siente necesidad de asesinar.

—Sabes algo pequeña — camina en dirección a ella y acaricia su rostro — Sí, soy cruel — la hace ver a su padre — No tienes idea de cuánto podría llegar mi nivel de crueldad — ella empieza temblar y su padre a llorar — Y yo te daré una demostración — se aleja de su lado y camina ahora al lado del padre de la joven, ella abre sus ojos y se mueve en la silla desesperada por hacer algo e evitar la desgracia que está a punto de ocurrir.

—¡A él no, por favor! — Loan sonríe con sadismo.

—¿No? Mira — uno de los hombres de Loan la obliga mirar a su padre — Te mostrare lo cruel que puedo ser — su mano va tomando forma lobuna — Observa como acabo con la vida de tu padre, y aparte te obligare a servir para mí por el tiempo que yo quiera, así tendrás otro motivo más para odiarme, preciosa — con sus garras le arranca la garganta, ella grita por ver a su padre agonizar, la desesperación de no poder hacer nada para salvarlo la consume por dentro, mira al asesino de su padre y lo maldice una y otra vez — No vuelvas a desafiarme belleza, porque cada vez que lo hagas iré tras uno de tu familiares, y los asesinare de distintas formas, recuerda que soy muy cruel, y si no tuve compasión con mi padre cuando le arranque sus extremidades, menos lo voy a tener por otro que no tiene valor para mi ¿Entendiste? — aquella confesión de que había asesinado a su propio padre la dejó sin palabras ¿Cómo alguien podría matar a aquel que lo engendró? Se pregunta una y otra vez — Se los advertir, debieron inclinarse ante mí.