—¿Qué hace ella aquí? —pregunta Justin, claramente recuperado del shock inicial.
—Justin... —dice su padre severamente— ¿Qué manera esa de referirte a tu novia?
Mis ojos se abren. Pensé que ellos...
—¿Qué parte de que Anabelle no es mi novia no entiendes tú? —le responde y luego mira a Anabelle—. ¿A qué demonios estás jugando?
—¿Si se dan cuenta como cambió no? —pregunta esta con cara de víctima—. Y todo por culpa de Danielle
—¡¿Qué?! —casi grito.
—Tenía la esperanza de que t
—¿Estás bien? —le pregunto a Nathan.Después de recibir una llamada suya en la que sonaba un poco alterado, no dude en verlo.—No —responde abrazándome—, no lo estoyLe devuelvo el abrazo y él se aferra a mí con fuerza.—¿Qué pasa? —se separa de mí.—Mamá quiere que haga las paces con el señor que dice ser mi padreSuspiro y le señalo una banca vacía a las afueras del campus. Ambos nos sentamos uno junto al otro pero ninguno dice nada.—No quieres hacer las paces con él —afirm
—Practica las fracciones Holly, mañana haremos énfasis en ellas —le digo a mi pequeña alumna mientras recojo mis cosas.—Soy un asco con las fracciones Danielle—Sólo tienes que tener un poco más de paciencia con ellas —le digo sonriendo.—¿Y para qué hacerlas? Son una mierda—Ese vocabulario, Holly —la reprende su madre, entrando a la habitación.Holly responde haciendo una mueca de desdén y luego marchándose de allí. Su madre suspira.—Lo siento —le sonrío a modo de tranquilizarla.—Sólo
Estoy acostada en mi habitación mirando el techo…Mi teléfono no para de vibrar sobre mi pequeño escritorio, pero no lo respondo. Porque sé quién es… Justin. No ha parado de llamar en todo el día y yo no he respondido a ninguna de sus llamadas.Definitivamente no era así como planeaba pasar nuestro primer aniversario.Se suponía que iríamos a cenar, luego volveríamos a su departamento y con suerte conseguiría que hiciéramos el amor. Pero toda esa expectativa se había ido al desagüe después de nuestro pequeño incidente en su departamento.¿Por qué tuve que arruinarlo todo esa noche? ¿Por qué no simplemente deje el tema? No, ten
Mi boca se abrió. Quería decir algo pero mi cerebro parecía no estar funcionando porque parecía que no podía hablar.Justin estaba justo frente a mí, sosteniendo el pequeño estuche de terciopelo aun sin abrir e inclinado como estaba; llamó la atención de algunas chicas que se dirigían a sus habitaciones ¿Y cómo no? definitivamente no todos los días alguien hacía propuestas de matrimonio justo enfrente de nuestra residencia.Pero yo seguía sin hablar ¿Dónde demonios estaba mi voz?—¿Danielle? —preguntó Justin luego de lo que pareció una eternidad.Seguramente su rodilla dolía y de nuevo abrí los labios pero
Mi corazón late con fuerza mientras Justin desliza su mano derecha por mi mano izquierda y acaricia el pequeño anillo en mi dedo. Una sonrisa ha permanecido en nuestros rostros desde que el juez anunció que ante la ley éramos marido y mujer.—Esto es realmente fantástico —dice alegremente—, tu siendo mi esposa—Danielle Drake, no está tan mal —señalo sonriendo.—¡Demonios, si! Valió la pena trabajar duro por esto todas esas semanasMe giro y veo su perfil. Él está conduciendo, no sé a dónde ya que insistió en que sería una sorpresa, sólo sé que lleva un largo rato conduciendo. Me despierto sobresalta. Creo que he tenido una pesadilla. Tomo una profunda respiración intentando tranquilizarme y me tapo los ojos con mi mano izquierda.Una sonrisa aparece en mi rostro y me olvido por completo de la pesadilla mientras observo la banda dorada alrededor de mi dedo.Nos casamos ¡Nos casamos! No dejo de repetirme eso en la mente y aun así no parece real. «Créelo Danielle, es verdad. Tienes una virginidad perdida y un dolor entre las piernas que lo prueban».Muerdo mi labio y siento mis mejillas arder al recordar lo que sucedió anoche. Yo siendo mimada, besada, abrazada y acariciada por Justin. Estando completamente desnuda.Tomo una bocanada de aire y estrujo las sábanas que cubren mi desnudez. Una peque&n40.
—Creo que deberíamos salir un rato —digo mirando su hermoso cabello.Se ve dorado con los rayos de primera hora de la tarde cayendo sobre él.—Mmm —se queja besando mi cuello—. ¿No podemos simplemente quedarnos en la cama?Sonrío sin poder evitarlo.—Hemos hecho eso desde que llegamos cariño. Ya mañana regresamos y yo sigo tan pálida como cuando llegue —Justin levanta su cabeza.—Me encanta acariciar cada centímetro de tu piel pálida —muerdo mi labio.—Creo que te gustaría más acariciar mi piel bronceada —sonríe presionando su cuerpo contra
Él muerde su labio, lo que hace que me retuerza en mi lugar. Justin alza una mano y desliza un dedo por mi cuello.—Si quiero desnudarte aquí ¿Puedo? —trago nerviosamente y asiento.Un atisbo de sonrisa se asoma por sus labios.—Y si luego quiero llevarte afuera y hacerte mía ¿También puedo? —asiento de nuevo—. Estás muy callada —dice frotando mis brazos.—O tal vez tú estás hablando de más —enarca una ceja.—¿Eso crees? —asiento acariciando su pecho desnudo.—SiRodea mi cintura con sus brazos pegando