Dominic entró nuevamente en su estudio con dos tazas de café en la mano, de inmediato se dio cuenta de que la chica estaba prácticamente llorando en el sofá de su oficina.
-Abigail, ¿Está todo bien? – le pregunto.
Ella tardo un rato, pero al final levanto el rostro y negó con la cabeza, no podia mentirle y tampoco queria hacerlo, de alguna forma sabía que Dominic podia e iba a ayudarla y ella iba a hacer uso de ese recurso.
No importaba el pasado, o como él la hubiera podido tratar antes, lo único que Abigail tenía era el presente y un futuro que no queria para su hermana.
-¿Qué sucede? – él dejo las tazas de café en una mesita aparte y se sentó con ella en el sofá.
Abigail lo vio a los ojos y se dio cuenta de inmediato de las ojeras oscuras que rodeaban los ojos oscuros del hombre, se fijó un poco m
-¡Quítale las manos de encima! – grito Abigail, que estaba dispuesta a alejar a ese hombre su hermana, sin embargo Roy la detuvo antes de que ella pudiera dar un paso más.-Déjamelo a mi – sentencio.El mastodonte fue con toda calma hasta la cama, en donde el hombre ya se estaba incorporando, y entonces sin decirle nada, sin derramar ni una sola gota de sudor, le pego un puñetazo que encajo en toda su mandíbula.-¡Pero ¿De qué demonios se trata todo esto? ¡Yo pague por esa ramera! – sentencio, señalando a Heather.Abigail sintió que la rabia le recorría cada fibra de su cuerpo, y a pesar de la orden que Roy le había dado, y a pesar de que sabía que involucrarse no era la mejor de las ideas, ella se acercó al hombre y le dio una sonora bofetada.-¡Ella no es una ramera! – grito.Heather veia desde la cama
Abigail durmió esa noche como hace mucho tiempo no había podido dormir, se sentia tranquila porque su hermana estaba con ella y porque sabía que al despertar la vería allí a su lado acompañándola y sobre todo, cuidándola. La chica abrio los ojos con pesadez y se los froto con las manos, por la ventaba de su cuarto se colaban los rayos del sol que esa mañana estaba más potentes que nunca.-Buenos días, bella durmiente – la molesto Heather, quien habia estado despierta desde hace un buen rato, eran casi las nueve de la mañana.-Dime por favor que no has estado mirándome dormir – gruño Abi con la voz pastosa.-En realidad si – Heather se burló – llevo casi ¿Qué? Ocho meses sin verte dormir, no podía dejar pasar esta oportunidad.-Estás loca – Abi se cubrió con sus sabanas y evito que Heather
Dominic, que estuvo bebiendo en el bar de uno de sus únicos amigos, llego a la casa casi trastabillando, si no fuera por todo su equipo de seguridad y su conductor, probablemente habría tenido un accidente, el hombre no era capaz de coordinar sus movimientos y de darle una orden sensata a su cerebro.Dominic no era un hombre que estuviera a acostumbrado a beber, sentia que el licor le hacía perder potestad sobre sus capacidades, le quitaba el poder y a él nunca le habia gustado nada que pudiera amenazar su autonomía, pero esa noche sentia que lo necesitaba, más que nunca, debía emborracharse para ver si asi lograba aclararse la cabeza, debía hacerlo para ver si su vida comenzaba a tener sentido, porque la verdad es que últimamente había estado bailando en un limbo que no le agradaba nada.Dominic, el hombre que siempre había tenido el panorama muy claro, se sentia gravemente afectado por una c
Abigail se quedó de piedra justo allí donde estaba, mirando a Dominic que acababa de ponerse en pie y estaba caminando en su dirección.-¿Para qué quieres que me quede? – preguntó ella, sintiendo un repentino vacío en su estómago.-¿No es acaso obvio? – respondió con la voz ronca.-No, no lo es… por eso lo estoy preguntando.-No nos hagamos los inocentes, Abigail.La chica sintió que su corazón comenzó a palpitar de prisa contra su pecho, una parte de si creía que Dominic le iba a cobrar el favor que le había hecho con Heather, tal vez Dominic solo queria reclamar el pago por algo que ella le habia pedido, pero la otra parte le decía que no se trataba de eso, que Dominic queria estar con ella por razones muy diferentes, sus ojos se lo decían, esos ojos hambrientos de él que la miraban con pasión y d
Dominic, que seguía aun consternado por lo que Abigail le había dicho, sabia que quiza apartarse de ella era la mejor de las ideas, él no estaba planeando rogarle, no estaba planeando arrastrarse para que ella durmiera con él, o para que le diera un beso ni mucho menos, si después de todo Abigail seguía creyendo que él era un monstruo entonces no sabía de que otra forma cambiar esa imagen que ella tenia de él.Dominic no conocía de grandes gestos y no sabia como tener uno con una chica que seguía siendo una desconocida para él, una desconocida porque ella se negaba a dejarlo entrar en su vida y a conocerlo como él era realmente.Asi que como no veia otra alternativa, lo único que Dominic pudo hacer aquella noche fue empacar sus pertenencias y buscar un destino en el globo terráqueo que estuviera lo suficientemente lejos de la chica, como para no tener que pensar o v
Abigail vio la mirada siniestra en los ojos de Alexis y sintió que estaba a punto de llorar, no conocía a la perfección los alcances de Alexis, pero sabía que no había nada peor que un amor no correspondido, y el quid de la cuestión era que ella estaba en medio de una pelea que no le correspondía, porque su intención jamás había sido reemplazar a Alexis, ella nunca había deseado apartarla de Dominic ni mucho menos, y por eso no entendía las acusaciones de Alexis.-¡Eres insoportable! – siseo la morena, acercándose a Abi que se quedaba sin espacio para huir – eres insoportable y te odio por eso, Abigail, siempre creí que el odio era un sentimiento despreciable y que nunca iba a sentirlo por nadie, pero en este momento, justo aquí en este pasillo, yo siento odio por ti y por todo lo que eres y representas, eres como un maldito cáncer.-Alexis,
-¿Cómo te sientes? – le pregunto Heather a Abigail.Abi abrio los ojos con pesadez y adapto su vista a las luces blanquecinas que había en la habitación, miro a su alrededor y se dio cuenta de que no estaba en su habitación, ni mucho menos en su casa, estaba en un hospital, el olor a fármacos, el sonido fastidioso de las máquinas y la aguja inyectada en su mano se lo decía.-¿Qué paso? ¿Por qué estoy aquí?Heather cerro los ojos por un momento, recordando lo que había dicho el doctor.-Abi, ¿No te acuerdas de Nada? ¿De Alexis? ¿De lo que paso en la mañana? – cuestiono, acariciándole la cabeza.-No – Abi intentó buscar en su memoria, pero solo había retazos de todo lo que había sucedido, no eran muchos los recuerdos que se habían perdido, pero si tenía vacíos
-¡Agh! Me duele la espalda, estas camas no son nada cómodas – dijo Abi incorporándose en la camilla de aquel hospital.-No se preocupe, señorita Page, que estoy seguro de que el señor Salvatore se encargará de que usted este muy cómoda el día de hoy – dijo Roy de manera Socarrona.Heather miro a Roy, se echó a reír y entonces Abigail rodo los ojos con fingido fastidio – ¡No me digas que tu también estas con la misma estupidez! – espeto.-¿Cuál estupidez? – el hombre levanto los hombros con indiferencia, pero de sus labios se queria escapar una sonrisa.-Esa de Dominic y yo – bufó.-¡Abi, pero si no es ninguna estupidez! – exclamó Heather.-¡Cállense ustedes dos! Y que extraño que estés tan divertido hoy, Roy, en primer lugar, porque tu conoces muy bien a Domin