-No puedo creerlo – Gabriel se sentó en la silla de su escritorio, anonadado por todo lo que Abigail le estaba contando – asi que te compro – solto como un suspiró, mientras intentaba procesar toda la información.
-Si, me compro – Abigail se recostó en el escritorio del hombre, mientras veia hacia la ventana que estaba en ese momento cerrada.
-¿Y porque tu padre lo dejo hacerlo? ¿De verdad crees que él lo hizo por voluntad? ¿Qué tal si Dominic lo amenazó? – cuestiono Gabriel.
Abigail chaqueo la lengua, solto una risa sarcástica, y entonces negó con la cabeza.
-Me gustaría poder creer eso, me gustaría pensar que mi padre me vendió porque estaba obligado y no tenia otra alternativa, pero se que nadie lo obligo a hacerlo… Se que él lo hizo por el dinero, él mismo me lo dijo.
-No me cabe en la cabez
Abigail no podia comprender a la perfección todos los papeles que había en el escritorio, eran demasiado confusos, casi como si estuvieran escondiendo algo entre líneas, parecia que la idea de ellos era que nadie pudiera comprenderlos, y eso la confundía, había papeles de importación de automóviles, y de una empresa, llamada Salvatore House, suponía ella que la empresa era de Dominic, pero no era capaz de descifrar a que se dedicaba la empresa, o si acaso era legal, aunque conociendo a Dominic lo mas seguro era que no lo fuera.La chica solto un bufido, le dolía la cabeza, aquella era demasiada información y ella no sabía como iba a poder trasmitirla a Gabriel, porque si algo tenía claro, era que ninguna de esas hojas podia desaparecer de la oficina de Dominic, el hombre era tan meticuloso que no tardaría en darse cuenta y ella no queria tentarlo.Abi abrio otra de las carpetas,
-El señor Salvatore me mando a decirle que hoy no será necesario que se acerque a su oficina – dijo Roy, con voz solemne mientras Abigail tomaba su maleta y salía de su habitación.-¿Por qué? ¿Clausuro su cuarto de operaciones? – inquirió la chica de manera amarga, mientras salía de su habitación.Por supuesto, Roy no contesto, y tal parecia que esa dinámica no iba a cambiar.-Ayer me engaño – le dijo el hombre después de una pausa.-¿De que estas hablando? – Abi frunció el ceño.-Ayer me pregunto si el señor Salvatore estaba en casa, pero no para hablar con él, como dijo, si no para poder husmear a mis espaldas y a espaldas suyas – de alguna manera Roy se sentía utilizado, y un poco estúpido, había dejado que una chica de diecinueve años lo engañara, y no sabi
Gabriel se acercó a Abigail y la abrazo con fuerza, queria poder unir cada uno de los pedazos rotos de ella, queria poder arreglar a la chica que se veia maltrecha, queria poder ayudarla, pero sobre todo, queria darle un lugar a salvo, Gabriel sentía que se había enamorado muchas veces antes, después de todo, era un hombre romántico, no en vano estudiaba la literatura romántica, pero con Abigail era diferente, con ella no se trataba de posesión, no era como si solo quisiera que ella fuera su novia para tener ciertos privilegios y ya.Él queria proteger a Abigail, queria cuidarla y mostrarle que el mundo podía ser diferente a toda esa basura por la que ella había tenido que atravesar, las cosas podían ser mejores, y él iba a ayudarla a salir de eso en lo que Dominic la había metido, incluso aunque en ello se le fuera la vida.No le interesaba estrellarse, no le interesaba nada mas
Después de haber estado con Gabriel en su oficina, Abigail siguió con su día normalmente, asistió a sus clases e intento poner atención en cada una de ellas, pero por mas que lo intentaba, no lo conseguía, siempre había algo en su cabeza que no la dejaba estar enfocada al cien por ciento, siempre estaba Dominic, sus secretos, el hecho de que posiblemente era un traficante, y todas las cosas turbias que había alrededor de él.-¡Ey! – Marcia se acerco a Abigail y la saludo, con una sonrisa de oreja a oreja.-Hola – Abi sonrió, pero aquello que se había reflejado en su rostro había sido mas una mueca que otra cosa.-¿Qué pasa? – Marcia frunció el ceño, y miro con atención a su amiga.-Nada, solo estaba pensando.-¿En qué?-Nada particular – Abi levanto los hombros.-Está
Ese día en la madrugada, Dominic empaco su ropa en una maleta y salió de su habitación, había un viaje que debía hacer y aunque no era algo por lo que se estuviera muriendo, tampoco era algo que pudiera postergar más tiempo, debía ir a Santorini, la isla griega, para concretar uno de los muchos negocios de su hermano.-¿Ya tienes todo listo? – le preguntó a Roy, entretanto le entregaba la maleta llena de ropa y cosas personales.-Si señor, el avión lo esta esperando en el aeropuerto, tenemos treinta minutos para llegar allí – explico Roy.-¿A qué hora es el vuelo?-Tres de la mañana en punto.-Bien, vamos – Dominic se froto la barba recién afeitada y entonces camino en dirección a la salida de su casa.Ese viaje en particular lo tenia estresado, no solo porque no queria ir, sino porque además de eso,
Esa misma mañana, mientras Dominic se dirigía a la isla griega y Abigail iba en camino a la universidad, el profesor Lewis llego hasta las instalaciones de la policía del estado de Greench, una institución mas bien corrupta y poco respetable y sin embargo, una que él esperaba pudiera ayudarlo, en ese momento más que nunca.El hombre, que una noche antes había compilado toda la información y la había metido en un sobre de manila color café, entro por las puertas de la policía y se acercó al primer mostrador que encontró.-Buenos días – dijo con cordialidad, mientras el policía asentía con la cabeza a modo de respuesta.-¿En qué puedo ayudarlo?-Estoy buscando al oficial Collen – pidió que llamaran a uno de los pocos amigos que tenía dentro de Greench.El oficial señalo con su bolígrafo
Abigail recostó su frente contra el pecho desnudo de Gabriel, mientras intentaba tranquilizar su respiración que estaba agitada, las piernas de la chica estaban temblando y se sentía libre de cualquier tensión, Gabriel por su parte, puso sus manos en la espalda de Abigail y la acaricio de arriba abajo, aquello había sido perfecto, ella era perfecta, el momento había sido mágico.Y ninguno de los dos queria que se terminara.-Abigail – susurro Gabriel.La chica tenia los ojos cerrados, casi que pudo sentir que se estaba durmiendo, a pesar de que estaba sentada sobre un rígido escritorio de madera, el cuerpo de Gabriel la hacia sentir que aquel era el lugar más cómodo en el mundo, siempre que estuviera ahí, entonces todo iba a estar bien. Por desgracia, Gabriel tenia malas noticias y aunque le habría gustado no tener que dañar el momento, sabía que debía
A pesar de la situación y lo tensionánte que había sido todo el momento, Abigail no había podido evitar soltar una carcajada en cuanto el decano de la facultad salió de la oficina del hombre.-¡Dios mío! Nunca había tenido tanto miedo por un condón – dijo, mientras seguía burlándose, la chica se agarro la barriga que le dolía a causa de la risa, y entonces centro su atención en Gabriel que estaba estupefacto en su escritorioAbigail dejo de burlarse y se limpio las lagrimas involuntarias que estaban saliendo de sus ojos – ¿Qué te pasa? – le pregunto a Gabriel.-No entiendo como es que no te das cuenta – él negó con la cabeza.-¿Que? ¿De qué es lo que no me doy cuenta? – la sonrisa desapareció del rostro de Abigail, a quien por un momento se le habían olvidado todos sus proble