Abigail salió de la habitación lanzando improperios, le jodia la vida que Dominic quisiera controlarle la vida, ¿Es que no tenía otra cosa que hacer? ¿De pronto reunirse con algunos otros de los capos de la mafia? ¿Quizá asesinar a alguien? – pensó mientras cerraba la puerta y se colgaba el bolso al hombro.
Dominic era exasperante, era jodidamente fastidioso, era como un dolor en el culo y ella queria deshacerse de él, ahora no solo iba a tener que verlo en la casa, sino que además de eso iba a llevarla y recogerla a la universidad, como si ella fuera una beba, y sabia Dios si no estaba pensando también en quedarse a hacer de su guardián, aunque Abigail realmente esperaba que no, y que él estuviera lo suficientemente ocupado como para tener otro lugar al cual ir.
Abi salió de la casa, y se dirigió al Aston Martín negro que siempre conducía Roy, s
-Creo que hay algo que has estado ocultándome, ¿Ah? – preguntó Marcia, acercándose a Abigail con una sonrisa socarrona – me debes una explicación. Abigail frunció el ceño, sintiéndose aun confundida – ¿Una explicación de qué?-Porque no empiezas por contarme quien era ese dios del Ferrari que te estaba prácticamente follando frente a la universidad.-¡Marcia! – Abigail abrio los ojos con vergüenza – él no me estaba haciendo nada.-Eso no fue lo que me pareció, la idea que me dio es que te hubiera desnudado en el capo del Ferrari si hubiera podido – Marcia siguió molestado, pero Abigail no queria escucharla más, sobre todo, porque ni siquiera ella misma podia entender que había sido eso.Y eso era lo que tanto le irritaba de Dominic, con él nunca había nada certero,
Abigail intentó evitar al profesor el resto del día, era desesperante tener que verlo, sobre todo porque ella lo que mas deseaba era poder ir con él, y dejar todo en sus manos, pero no podia darle una responsabilidad tan grande a Gabriel, sobre todo cuando no tenía ninguna posibilidad de ganar, irrisoriamente las cartas del destino ya estaban barajadas, ella iba a tener que permanecer con Dominic, y por desgracia no había nadie quien pudiera sacarla de allí, más que el mismísimo Dominic, que por supuesto no lo iba a hacer.-Hola Roy – la chica se acerco al mastodonte y se subió en el auto.-Ha salido temprano hoy – dijo el hombre, mirándola con el ceño fruncido y entrando en el auto.-Si, no asistí a la última clase, estoy un poco cansada.-¿Necesita que la lleve al hospital? Tengo ordenes de llevarla si se siente mal.-No Roy, no es un mal
-No voy a hacerlo – ella se negó.-¡Por supuesto que lo harás! – exclamo Dominic.-No, hasta que no me digas para que es.-No tengo porque darte explicaciones, haz lo que te digo – Abigail lo miro asustada, y eso le causo gracia, porque él en realidad no estaba planeando hacerla nada malo, ni siquiera medianamente – es increíble el poder que tengo sobre ti.-¿De que estas hablando? – Abigail levanto una ceja con desdén.-De esto, un par de palabras mías hacen que tiembles.-No estoy temblando – solto.-Puede que no sea evidente, pero estas asustada – él sonrió, y eso no hizo mas que atizar la rabia que ella ya sentía.-Vete de mi habitación – le pidió.-¡Joder que te pongas de espaldas! – le grito Dominic.Ella trago saliva, y entonces hizo lo que él le ordeno
Abigail llego al jardín, y se sentó en el pequeño columpio con rabia.-¿Un mal día? – pregunto Charlotte, que había visto llegar a la chica.-Ni que lo menciones – Abi bufo.-Claro – Charlotte se puso en pie, con la intención de dejarla sola.-¿Por qué te vas?-Porque siempre que vengo contigo estas de mal humor, y no quiero generar más problemas – dijo la pelirroja con una mueca.-No, no es culpa tuya, lo lamento.-No importa, no quiero inmiscuirme en cosas que no me corresponden.-Quédate, Charlotte – Abi toco con la palma de la mano un espacio al lado del columpio.La pelirroja fue hasta donde Abigail y se sentó al lado de ella, ninguna de las dos dijo nada más, quizá porque no hacía falta hablar, ambas tenían demasiado en lo que pensar, pero se hicieron compañía h
Abigail estuvo desconcentrada de la clase todo el tiempo en el que estuvo haciendo el examen, no podia dejar de pensar en Gabriel, en las razones por las cuales queria verla después de clases, pero de la misma forma, no podía dejar de pensar en Dominic, en su cabeza había una jodida combinación y un vaivén de ideas, y de hipótesis en las que ciertamente no había cabida ni para Tolstoi ni para Wharton, sabia que iba a reprobar ese examen y sin embargo esa era la menor de sus preocupaciones.La chica tenía el corazón acelerado, y no podia dejar de ver a Gabriel que los observaba con atención desde su escritorio, y es que cuando no lo veia, podia sentir los ojos verdes de él penetrando en su alma. Algo estaba sucediendo con él, que ese día se veia más seguro que nunca.Gabriel había tomado una decisión, y esperaba revelársela a Abigail después de q
-No puedo creerlo – Gabriel se sentó en la silla de su escritorio, anonadado por todo lo que Abigail le estaba contando – asi que te compro – solto como un suspiró, mientras intentaba procesar toda la información.-Si, me compro – Abigail se recostó en el escritorio del hombre, mientras veia hacia la ventana que estaba en ese momento cerrada.-¿Y porque tu padre lo dejo hacerlo? ¿De verdad crees que él lo hizo por voluntad? ¿Qué tal si Dominic lo amenazó? – cuestiono Gabriel.Abigail chaqueo la lengua, solto una risa sarcástica, y entonces negó con la cabeza.-Me gustaría poder creer eso, me gustaría pensar que mi padre me vendió porque estaba obligado y no tenia otra alternativa, pero se que nadie lo obligo a hacerlo… Se que él lo hizo por el dinero, él mismo me lo dijo.-No me cabe en la cabez
Abigail no podia comprender a la perfección todos los papeles que había en el escritorio, eran demasiado confusos, casi como si estuvieran escondiendo algo entre líneas, parecia que la idea de ellos era que nadie pudiera comprenderlos, y eso la confundía, había papeles de importación de automóviles, y de una empresa, llamada Salvatore House, suponía ella que la empresa era de Dominic, pero no era capaz de descifrar a que se dedicaba la empresa, o si acaso era legal, aunque conociendo a Dominic lo mas seguro era que no lo fuera.La chica solto un bufido, le dolía la cabeza, aquella era demasiada información y ella no sabía como iba a poder trasmitirla a Gabriel, porque si algo tenía claro, era que ninguna de esas hojas podia desaparecer de la oficina de Dominic, el hombre era tan meticuloso que no tardaría en darse cuenta y ella no queria tentarlo.Abi abrio otra de las carpetas,
-El señor Salvatore me mando a decirle que hoy no será necesario que se acerque a su oficina – dijo Roy, con voz solemne mientras Abigail tomaba su maleta y salía de su habitación.-¿Por qué? ¿Clausuro su cuarto de operaciones? – inquirió la chica de manera amarga, mientras salía de su habitación.Por supuesto, Roy no contesto, y tal parecia que esa dinámica no iba a cambiar.-Ayer me engaño – le dijo el hombre después de una pausa.-¿De que estas hablando? – Abi frunció el ceño.-Ayer me pregunto si el señor Salvatore estaba en casa, pero no para hablar con él, como dijo, si no para poder husmear a mis espaldas y a espaldas suyas – de alguna manera Roy se sentía utilizado, y un poco estúpido, había dejado que una chica de diecinueve años lo engañara, y no sabi