ARIEL
ARIEL
Es lo único que digo, me subo al auto que huele a ese hombre y debo darme un golpe mental para no caer en divagaciones estúpidas. Respiro y despejo mi mente en todo el camino, hasta que llego a la lujosa mansión.
—Buenos días esperanza—saludo a la mujer mayor.
—Buenos días niña—me sonríe y dos empleadas más vienen a mi encuentro—te presento a Karina y Mayala que nos ayudan con el arreglo de la casa.
—Buenos días chicas.
—Hola—saluda Mayala, mientras Karina no responde.
—Ven que tienes que llevar a los niños a las 7 a natación y después—me dice—allá tienen una persona que se encarga de su cuidado hasta que tu vayas por ellos a las 9, a las 10 Sofia tiene entrenamiento de tennis y a las 10:30 el niño tiene rugbi y a las 12:30 debes recogerlos, traerlos a casa, ver que coman y después irte a trabajar con el señor.
—Comprendo.
Ya sabía pero dejo que me explique.
—No te preocupes por tu equipaje y por favor vístete que estas retrasada mientras despierto a los niños.
—Gracias.
Entro a la habitación que será mía y es muy espaciosa, inclusive diría yo que igual a mi apartamento, la cama es muy grande, tiene alfombrilla roja en todo el lugar, con una ventana hermosa y lo que me imagino un baño.
El vestido sobre la cama llama toda mi atención y me apresuro a tomarlo, me visto notando que se ajusta a mi figura y no comprendo cómo sabía que sería mi talla.
Tiene calzado que me queda a la medida y calzo los zapatos que suben unos centímetros mi estatura, agregándome elegancia. Me gusta lo que veo y me miro al espejo comprobando lo bien que me veo pese a tener unas ojeras del tamaño de Brasil.
No utilizo maquillaje, el color de mi cabello rubio y mis ojos me habían dado siempre presencia pero debido a mi estado depresivo, mi piel luce pálida, me siento fea a pesar de tener un lindo traje.
Salgo de la habitación con los ánimos bajos y no debí verme al espejo, lo había evitado todo este tiempo y ahora me siento un poco peor que ayer, aunque ayer me sentir mejor que antier al ver a mi jefe.
Toco la puerta de Sofia e ingreso cuando me da el permiso.
—Llegas tarde—me deja con la palabra en la boca, tiene una silla que es la réplica de la serie jugo de tronos y está sentada con las piernas cruzadas—vamos a dejar las cosas claras esclava.
Parpadeo varias veces queriendo ver a la misma chica de ayer.
—Harás todo lo que yo diga—dice—eres mi esclava y yo soy tu ama, por eso me debes suma obediencia, acataras mis demandas y cada vez que te dirijas a mi lo harás con respeto y nada de llamarme por mi nombre de pila, me dirás su alteza real. Sobra decirte que delante de papa debes actuar normal y si llegas a fallar, prepárate para vivir un infierno.
¿Me que paso aquí? ¿Y este engendro de dónde salió? La miro no lo creo y es que esta niña no es la dulce o la princesita Sofía para nada.
—Ve de inmediato por mi vaso de chocolate con leche descremada que salimos en 10 minutos, alista a mi hermano y ten mucho cuidado esclava con abrir la boca.
No lo asimilo todavía y giro para ir por lo que me pide pero apenas llego a la puerta me detiene.
—Como se dice—arrugo mi entrecejo—necesitas modeles esclava.
Apenas asimilo lo que me pide.
—Si ama—observo su pequeña boca con terror—te lo repito o te comieron la boca los ratones.
—Ariel—Esperanza me salva y salgo de inmediato—ven, toma la bebida de la niña y estas retrasada.
Bajo las escaleras indecisa.
—Me ayudas a llevarlo por favor, iré por el niño, voy retrasada—le pido.
—Esta bien, por hoy.
—Gracias.
Me salvo de esta y voy por el niño que espero no sea un freddy Krueger. Respiro profundo antes de ingresar y el caballerito esta intentando amarrarse los zapatos.
—Te ayudo—sacude su cabeza—no tengo problema con hacerlo.
Se ve callado y con prevención me acerco y me arrodillo para poder amarrar sus zapatos blancos. Se deja, me mira y lo ayudo después a bajarse de cama.
—¿Quieres beber algo antes de irnos? —niega, es muy callado—de todas maneras vamos por un jugo de naranjas, es bueno para comenzar la mañana.
—Tu y yo no seremos amigos—me dice—mi hermana me dijo que debo darte tu lugar y no te quiero detrás de mí, metiéndote en donde no te importa.
Otro baño de agua fría y estos niños tienen el demonio adentro.
—Ven entonces.
En el camino todo es en silencio, dejo a cada uno en su lugar y me presento con la persona que los recibe. Le informo que a partir de hoy nos estaremos viendo muy seguido ya que seré la encargada.
El niño se deja influenciar muy fácil, pero creo que puedo manejarlo, pero sofia me cuesta asimilar que sea ese demonio con aires de diosa.
Tengo que pensar cómo manejar la situación y odio a mi hermana por meterme en esto embrollo teniendo que aguantar a estos demonios
ARIELApenas proceso todo lo sucedido sin imaginarme que esta pequeña fuera un demonio en piel de oveja. Voy directo a la oficina para ponerme al día con mis labores, pensando seriamente en cómo llevar la personalidad de la chiquilla sin convertirnos en enemiga.Antes de ingresar llamo a mi hermana porque debe darme muchas explicaciones, con un tema en específico y es esa criatura del demonio. Es que todavía estoy es shock y no salgo de mi asombro.—Debes saber manejarla porque la tendrás encima de ti siempre—me dice mientras deseo un cigarrillo en este momento—es una buena niña, pero se siente sola y es su mecanismo de defensa nada mas, tenle un poco de paciencia hermana.—Esa niña da miedo, se cree Dayneris, lo único que le faltan son los dragones para calcinarme—ella sonríe y escucho a su marido —te dejo, no quiero molestarte.
ARIELEl lugar es autoservicio y solo es tomar la bandeja y llenar el plato con la comida de tu preferencia. Hay todo y mientras Abril escoje carne, ensalada y papas dietas, yo solo tomo un poco de ensalada.—Estas a dieta —buscamos una mesa sola—estas muy delgada, pero te vez bien, no necesitas adelgazar mas.—No tengo mucha hambre tampoco—debo hacer algo contra eso pero en verdad comer era algo de disfrutaba hacer y ya escasamente la pruebo.—Estas muy pálida Ariel, deberías alimentarte mejor y más ahora que vas a tener un horario tan movido.—Si, pero por ahora esto está bien, ya miraré que hacer con la alimentación.No quiero que la mujer se de cuenta de mis problemas.—Te recomiendo que comas porque la novia del señor Michael es muy intensa y tu hermana estaba que le daba una úlcera gástrica cada
ARIELEs normal sentirse en una situacion como la mia cuando lo haz perdido todo, cuando todas tus ilusiones, metas y sueños caen a tus pies sin tu poder hacer nada. el cansancio mental te mata lentamente, tus pensamientos por alguna razon son tu peor enemigo y la soledad se vuelve tu peor aliado. te sientes como si Dios te escupiera en la cara donde solo tienes en tu mente una sola cosa y es morir ya que lo unico que deseas es acabar con el vacio que sientes en tu corazon.Me limpio las lágrimas antes de abrir la puerta con la insistencia de Michael por hablar conmigo. No quiero que me vea como una estúpida o más de lo que ya me ve y generarle más lastima de la que ya le genero.Abro la puerta chocando con su mirada verde la cual me despierta muchas sensaciones. Sensaciones que debo mantener a raya siempre teniendo presiente la situación entre él y yo.—Tienes una reunió
Pasan los minutos y me siento ahogada, desesperada, como si estuviera en una habitación fría y sucia. Tomo mi bolsa saliendo de la empresa porque necesito aire fresco o moriré con mis pensamientos.—Señorita la llevo alguna parte.Franco me alcanza en el auto y niego con la cabeza, camino por la acera sin rumbo fijo, sin detenerme ya que percibo todo a mí alrededor como si estuviera en una jaula.Me abrazo a mi misma con el frio que se cuela por mi piel, me hace doler los huesos y me siento en una de las bancas desocupadas mientras personas que visitan el parque se toman fotos o simplemente hablan, sonríen y juegan. Mientras que yo, me encantaría tener algo punzante para poder cortarme las venas.—Señorita—Franco se sienta a mi lado, después de varios minutos, metida en el fango—como se siente.—Muerta en vida—sonríe, es un hombre mayor.
ARIELSalgo corriendo con el corazón latiéndome a mil, la lluvia pega la ropa a mi cuerpo y sin rumbo fijo no me detengo sintiéndome ahogada, con ganas de terminar esto que me está matando lentamente y no me comprendo, no sé lo que tengo, lo único que entiendo es que crece como una larva la cual está invadiéndome completa, haciéndome sentir que ya no soy la misma.No valgo nada, no soy nada y respirar me cuesta más que las ganas de sobresalir. Mi margen de reaccion se achica, siento que soy muy pequeñita y absorbida por el mundo.—Ariel —escucho la voz de Michael y corro más queriendo huir de él, pero me alcanza tomándome del brazo.Forcejeo, no quiero verlo a la cara. Pero es mucho más fuerte que yo dominándome entre sus brazos.—Calma —me lleva contra su cuerpo, pero necesito ac
Capitulo 10ARIEL—No tienes que tenerme lastima.—No es lastima—se pega a mi cuerpo y su acto me corta el paso del aire, al notar su entrepierna dura—mira lo que provocaste solo con mirarte las nalgas.No se cómo se respira después de esto por Dios bendito. Me quedo inmóvil sin saber qué hacer, como mirarlo después.—Siéntate.Preveo sus movimientos y voy por mi ropa, no quiero que vea mi ropa íntima. Sonríe extendiendo en el piso la suya y hago lo mismo con la mía. Que incomodidad, se sienta frente a la puerta yéndose contra la pared y hago lo mismo posándome a su lado.Mala idea porque su brazo choca contra el mío despertando un sinfín de emociones que me contraen el sexo involuntariamente. A él no parece molestarle el contacto, mira la lluvia como cae mientras desafortunadamente yo no dejo de
ARIELEl corazón se me descontrola con sus palabras y solo logro respirar al sentir su risa ingresar deliciosamente por mis tímpanos, siento su aliento en mi cuello y se me paran los pelos mientras sus brazos me acunan fuerte.—Tranquila, porque parece que todo a ti te afecta—me dice—pareces virgen, aunque puede ser por tu baja autoestima en este momento.—Lo lamento.—Deja también de disculparte siempre por todo mujer, afrenta las cosas Ariel, necesito que te vuelvas muy fuerte o que recuperes tu carácter de tiempo atrás.—Lo intentare—respondo con su polla querer atravesarme un riñón—tu novia a ella la quieres.Suspira dejando su mentón en mi hombro mientras la intensa de la lluvia merma.—No sé si quererla, me gusta estar con ella, además en la cama es muy buena.Somo siempre la parte sexu
ARIELMenos mal no he desempacado, un día, solo un día dure como su asistente y ya perdí el trabajo. Como se puede ser tan fracasada en esta vida. Es to me frustra más de lo normal.—¿Qué haces?—dejo mi maleta sobre la cama, yendo por la otra cuando Michael ingresa.—Lo que estás viendo—no me detengo, quiero irme y más alejarme de lo que esta despertando porque no es correcto y nunca me correspondria. Ya que le gustan las mujeres buenas en la cama y al parecer yo no lo soy tanto, por algo mi marido se aburrió de mí.—Deja eso Ariel que tú no te vas de aquí—niego con los ojos arderme—ya todo está solucionado.—No se trata de eso Michael—me toma de la muñeca quemándome la piel —mira que tus hijos no me quieren y tú no confías en mí.—Lo siento por eso, pe