ARIEL
Es normal sentirse en una situacion como la mia cuando lo haz perdido todo, cuando todas tus ilusiones, metas y sueños caen a tus pies sin tu poder hacer nada. el cansancio mental te mata lentamente, tus pensamientos por alguna razon son tu peor enemigo y la soledad se vuelve tu peor aliado. te sientes como si Dios te escupiera en la cara donde solo tienes en tu mente una sola cosa y es morir ya que lo unico que deseas es acabar con el vacio que sientes en tu corazon.
Me limpio las lágrimas antes de abrir la puerta con la insistencia de Michael por hablar conmigo. No quiero que me vea como una estúpida o más de lo que ya me ve y generarle más lastima de la que ya le genero.
Abro la puerta chocando con su mirada verde la cual me despierta muchas sensaciones. Sensaciones que debo mantener a raya siempre teniendo presiente la situación entre él y yo.
—Tienes una reunió
Pasan los minutos y me siento ahogada, desesperada, como si estuviera en una habitación fría y sucia. Tomo mi bolsa saliendo de la empresa porque necesito aire fresco o moriré con mis pensamientos.—Señorita la llevo alguna parte.Franco me alcanza en el auto y niego con la cabeza, camino por la acera sin rumbo fijo, sin detenerme ya que percibo todo a mí alrededor como si estuviera en una jaula.Me abrazo a mi misma con el frio que se cuela por mi piel, me hace doler los huesos y me siento en una de las bancas desocupadas mientras personas que visitan el parque se toman fotos o simplemente hablan, sonríen y juegan. Mientras que yo, me encantaría tener algo punzante para poder cortarme las venas.—Señorita—Franco se sienta a mi lado, después de varios minutos, metida en el fango—como se siente.—Muerta en vida—sonríe, es un hombre mayor.
ARIELSalgo corriendo con el corazón latiéndome a mil, la lluvia pega la ropa a mi cuerpo y sin rumbo fijo no me detengo sintiéndome ahogada, con ganas de terminar esto que me está matando lentamente y no me comprendo, no sé lo que tengo, lo único que entiendo es que crece como una larva la cual está invadiéndome completa, haciéndome sentir que ya no soy la misma.No valgo nada, no soy nada y respirar me cuesta más que las ganas de sobresalir. Mi margen de reaccion se achica, siento que soy muy pequeñita y absorbida por el mundo.—Ariel —escucho la voz de Michael y corro más queriendo huir de él, pero me alcanza tomándome del brazo.Forcejeo, no quiero verlo a la cara. Pero es mucho más fuerte que yo dominándome entre sus brazos.—Calma —me lleva contra su cuerpo, pero necesito ac
Capitulo 10ARIEL—No tienes que tenerme lastima.—No es lastima—se pega a mi cuerpo y su acto me corta el paso del aire, al notar su entrepierna dura—mira lo que provocaste solo con mirarte las nalgas.No se cómo se respira después de esto por Dios bendito. Me quedo inmóvil sin saber qué hacer, como mirarlo después.—Siéntate.Preveo sus movimientos y voy por mi ropa, no quiero que vea mi ropa íntima. Sonríe extendiendo en el piso la suya y hago lo mismo con la mía. Que incomodidad, se sienta frente a la puerta yéndose contra la pared y hago lo mismo posándome a su lado.Mala idea porque su brazo choca contra el mío despertando un sinfín de emociones que me contraen el sexo involuntariamente. A él no parece molestarle el contacto, mira la lluvia como cae mientras desafortunadamente yo no dejo de
ARIELEl corazón se me descontrola con sus palabras y solo logro respirar al sentir su risa ingresar deliciosamente por mis tímpanos, siento su aliento en mi cuello y se me paran los pelos mientras sus brazos me acunan fuerte.—Tranquila, porque parece que todo a ti te afecta—me dice—pareces virgen, aunque puede ser por tu baja autoestima en este momento.—Lo lamento.—Deja también de disculparte siempre por todo mujer, afrenta las cosas Ariel, necesito que te vuelvas muy fuerte o que recuperes tu carácter de tiempo atrás.—Lo intentare—respondo con su polla querer atravesarme un riñón—tu novia a ella la quieres.Suspira dejando su mentón en mi hombro mientras la intensa de la lluvia merma.—No sé si quererla, me gusta estar con ella, además en la cama es muy buena.Somo siempre la parte sexu
ARIELMenos mal no he desempacado, un día, solo un día dure como su asistente y ya perdí el trabajo. Como se puede ser tan fracasada en esta vida. Es to me frustra más de lo normal.—¿Qué haces?—dejo mi maleta sobre la cama, yendo por la otra cuando Michael ingresa.—Lo que estás viendo—no me detengo, quiero irme y más alejarme de lo que esta despertando porque no es correcto y nunca me correspondria. Ya que le gustan las mujeres buenas en la cama y al parecer yo no lo soy tanto, por algo mi marido se aburrió de mí.—Deja eso Ariel que tú no te vas de aquí—niego con los ojos arderme—ya todo está solucionado.—No se trata de eso Michael—me toma de la muñeca quemándome la piel —mira que tus hijos no me quieren y tú no confías en mí.—Lo siento por eso, pe
ARIELNo quiero ir, realmente no me sentiría bien con esa mujer al lado y más creyéndose la diosa del mundo. Si antes no me convencida, mucho menos ahora de saber como le ha metido cucarachas a la niña, es muy mala y no quiero tener contacto con una persona como ella.—Michael yo prefiero quedarme de verdad, no me sentiría a gusto si voy con ustedes.Su mirada va de mis ojos a mis pezones poniéndome más nerviosa de lo que ya estoy.—Ariel al parecer hay que decirte las cosas dos veces —me recuerda —Ve, alístate que tengo algo que hablar con mi hijo.Asiento pasando por su lado mirándolo mal, no me gusta que sea tan autoritario conmigo y mucho menos que me obligue hacer cosas que no quiero.Abro la puerta de mi habitación encontrando varias fundas con vestidos que me emocionan. No se de donde salieron, quien las envió,
ARIELMiro a Michael que medio sonríe y me gusta saber algo de el y no se porque.—Me encanta, de hecho tome clase de comidas y la francesa, italiana y Alemana fueron mi fuerte.Cuando estaba con Atwan, pues en las tardes tome clase de comida virtual, quería que cuando llegara a la casa tuviera una buena cena preparada por su mujer.—¿Tu sabes cocinar Camelia?El camarero nos entrega la carta a los cuatro. Después de informarnos cuál era la especialidad del día.—No, para eso están las empleadas.—Que mal, porque a mi hermano le encanta la comida hecha por su mujer—miro de reojo—un punto menos.—MaxiLo llama su hermano para que pare sus agresiones, no entiendo mucho la relación con Camelia, parece que si se llevan bien, pero a veces pareciera que no.—Ya que sabes tanto de comida francesa que nos recomiendas&md
ARIEL.Tomo su brazo anclado mi vista a la suya porque no voy a permitir que haga lo que se levanta en gana. Soy una mujer que estaba a punto de quitarse la vida, no una tonta sin carácter que no pueda defenderse.Débil no soy y tonta mucho menos para no darme cuenta de lo que esta mujer pretende con su actitud y con mi pequeña.—Qué te pasa estúpida —chista—a mi no me hablas así, es que no sabes quién soy yo.—No vuelvas a acercarte a Sofía con esas intenciones Camelia porque no responderé de mí, eres una arpía se lo peor por envenenar a una pequeña de esa manera —le reclamo —no es lo correcto.—Solo la pongo sobre aviso de mujerzuelas baratas como tú.—A mí me respeta —la empujó porque hasta tocarla me fastidia —no me compares conti